Cuándo te han roto el corazón, ¿qué más puedes perder? Entre estas paredes le entregué mi corazón imperfecto al hombre que amaba. Y después… después él se marchó.
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Cuándo te han roto el corazón, ¿qué más puedes perder? Entre estas paredes le entregué mi corazón imperfecto al hombre que amaba. Y después… después él se marchó.
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Ten presente que nunca dejaré de luchar por ti, sin importar dónde me encuentre o a lo que me dedique. Siempre mantendré tus alas en vuelo.
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Todos tenemos cicatrices, Lailah. Solo que algunas son más visibles que otras
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Lo irónico, el verdadero giro de la historia que hacía que los hados se carcajearan entre las nubes, fue darme cuenta de que no había sido consciente de la tremenda crueldad de la vida porque hasta ese momento no me había percatado de dos cosas. La primera es que me estaba enamorando de Lailah Buchanan. La segunda , que ella se estaba muriendo. |
La esperanza era una emoción que podía proporcionarle al individuo más pequeño la capacidad de mover montañas, pero si alguien tenía demasiada esperanza en mitad de una situación crítica, esa palabra y todas sus letras podían aplastarlo de repente, hundiéndolo con la creencia imposible de que la situación mejorará de alguna manera cuando no hay modo posible de que lo haga.
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La vida... ciertamente siguió. Aún después de una aflicción insufrible, un dolor debilitante y una vida siempre a la espera de comenzar. Mientras fuésemos capaces de amar y ser amados en este mundo, ningún corazón estaría nunca desahuciado.
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Su entusiasmo por la vida era adictivo, y yo necesitaba mi dosis. Necesitaba la luz que sólo mi ángel podía darme.
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Mientras fuésemos capaces de amar y ser amados en este mundo, ningún corazón estaría nunca desahuciado.
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Todo había sido como si yo hubiera estado bajo tierra durante años, encerrado en una celda creado por mi mismo, incapaz de liberarme. Después de conocer a Lailah, sentí que las cadenas se derretían, y por fin salí a la superficie para disfrutar de mi primer vistazo cegador del sol.
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La esperanza era una emoción que podía proporcionarle al individuo más pequeño la capacidad de mover montañas, pero si alguien tenía demasiada esperanza en mitad de una situación crítica, esa palabra y todas sus letras podían aplastarlo de repente, hundiéndolo con la creencia imposible de que la situación mejorará de alguna manera cuando no hay modo posible de que lo haga.
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Manolito ...