Marianela

¡Que importante es crecer sintiéndonos queridos y reforzados por nuestro entorno y tener unas raíces a las que aferrarnos para conseguir un desarrollo personal sano queriéndonos y respetándonos a nosotros mismos! Esto, que parece tan elemental, es fácil de decir pero casi imposible de conseguir, máxime si como la protagonista de esta historia, estas sola en el mundo, nunca nadie te ha dirigido una palabra amable que reconociera tu valía y además eres pobre, muy pobre, en una época en que los estamentos sociales eran casi inamovibles.

Marianela es una joven huérfana de dieciséis años enclenque y feúcha que no tiene nada en la vida. Por no tener no tiene ni un nombre propio. En el pueblo la llaman Nela por ser hija de un padre desconocido y de la Canela, una pobre desgraciada que sé suicidó siendo ella tan solo un bebé. Vive de prestado con la familia del capataz de la mina cuyos miembros cada día la recuerdan lo fea e inútil que es. Tantas veces lo ha escuchado de unos y de otros que ha terminado por creer que ambas cosas son verdad. Su única tabla de salvación es su “trabajo” como lazarillo de Pablo, un joven ciego de clase alta con el que se siente muy a gusto. El, que no puede verla, sabe apreciar todos los valores que oculta detrás de su pobreza y ese aspecto físico tan poco agraciado: una enorme belleza interior marcada por su bondad e inocencia. Y poco a poco esa bonita amistad comienza a derivar en algo más; hasta que un día aparece un doctor dispuesto a devolver la vista a Pablo, y las dudas e inseguridades comienzan a torturar la ya de por sí maltrecha autoestima de la pobre Nela.

Una novela sencilla, con un marcado carácter social y con un mensaje profundo, de uno de los grandes autores del realismo. Una crítica a la discriminación y los prejuicios que a menudo nos llevan a juzgar a nuestros semejantes por razón de su cuna o su aspecto físico, prejuicios éstos que nublan muchas veces nuestra mirada impidiéndonos ver la belleza que se esconde más allá y que suelen dejar en la autoestima del receptor una huella difícil de sobrellevar y superar.

Un buen libro para reflexionar de un tema de plena vigencia, el exacerbado culto al físico que en la actualidad parece ser el motor de nuestras vidas y sin el que nos hacen creer que resulta imposible alcanzar la felicidad. No nos dejemos arrastrar.

Marianela o "Nela" es una joven huérfana que a lo largo de su vida se va convenciendo, de que su existencia no tiene mayores oportunidades, por el hecho de no ser agraciada físicamente, y por su condición humilde. Sin embargo, encuentra sosiego en compañía de su amo Pablo, un chico ciego de buena familia, y a quien le sirve de lazarillo. El día a día hace surgir entre ellos un bello sentimiento, ajeno a los prejuicios que desde siempre han existido, y donde lo importante va más allá de lo que se puede ver.

La esperanza que despierta el médico Teodoro Golfín, quien espera devolver la vista a Pablo, hará que se convierta en una gran mezcla de sentimientos en Nela. Por un lado, se enfrenta a la desolación más grande que haya podido sentir, pues convencida de su fealdad considera que su joven amo una vez la vea, dejará de quererla.

Por otro lado, considera lo feliz que el podría ser al descubrir todo lo que ella, siempre le fue dibujando en su mente. Pérez Galdós nos regala una historia muy emotiva 😟😢😟 con aparente simpleza, pero cargada de diversas reflexiones a través de sus líneas, y donde algunos personajes a pesar de las circunstancias, logran despertar empatía.

Definitivamente Nela es el reflejo de muchas voces, que son despreciadas y que pasan a ser una simple sombra, porque la misma sociedad, de igual manera les ha convencido, donde muchas veces lo superficial está por encima de la esencia, y de lo que se es como persona.

Marianela nos cuenta la trágica vida de la joven Nela, huérfana de quince años, pobre, fea y deforme, enamorada de Pablo, de familia adinerada, hermoso joven de diecinueve años, dotado de todas las perfecciones posibles, pero ciego.
Convencido de que todo lo bueno debe ser hermoso, Pablo declara su amor a Marianela.

Este libro fue una de mis grandes decepciones cuando lo leí en cuanto a trama, no me gustó la enseñanza que transmitía ni tampoco los valores.

Si bien, me gustó la dureza de la crítica a la sociedad de la época, escupida sin tabúes y de manera directa y clara.

Se centra de especial manera en el realismo natural de lo feo o diferente frente al mito antiguo de la idolatración a la belleza exterior como guía de todo.

Hay muchas descripciones y aunque también hay diálogo, algunos me parecieron demasiado forzados teniendo en cuenta la extraña madurez que plantea tener la niña desde el comienzo de la novela.

“Marianela” es una historia corta pero encantadora sobre una niña huérfana que no tiene nada más que un amigo cercano que es ciego. Nela es descrita como una niña muy fea con deformidades e incluso otros personajes la confunden con un animal. Sin embargo, su amigo piensa que debe ser la chica más hermosa del mundo y piensa en ella como la belleza más pura.

No obstante, esta novela es mucho más que una simple historia de amor. La ira del autor se dirige contra quienes reverencian el progreso, pero se olvidan de ayudar a los necesitados y contra el deplorable materialismo de una sociedad que confunde la caridad con el ocio, relega los valores morales y niega a los sentimientos el peso decisivo que deben tener en la vida.

Esta novela corta es un gran punto de partida para cualquier lector que quiera adentrarse en la obra de Galdós. No solo es fácil de leer, sino que engancha al lector desde el principio y esconde un mensaje muy importante.

4. Primer Galdós y buen inicio con el autor. Marianela es un personaje especial, que nos enseña muchas cosas, aunque ella no sepa para qué sirve su persona, algo que tiene bien interiorizado de tanto que se lo han repetido...

Conocemos a la Nela, una joven huérfana, no muy agraciada, sin instrucción ni educación alguna más allá de lo que ella misma ha ido aprendiendo en su recorrido por la vida, sin cariño y sin nadie que se preocupe realmente por ella, pero de gran corazón y muy sensata. Actúa de lazarillo de un joven de buena posición social, el cual tiene gran inteligencia y avidez por aprender y que conoce el mundo a través de las muchas lecturas que le lee su padre y de todo aquello que le describe Marianela en sus salidas. Con ella pasa gran parte del tiempo y a ella le promete amor eterno, enamorado de esa chica de la que está seguro que ha de ser bella solo por todo lo que le transmite y le hace sentir su compañía. Un médico llega a la zona e intentará devolver la vista a Pablo, este joven ciego y hermoso, todos esperan con ganas conocer el resultado de la operación y que el milagro se produzca, mientras Nela teme el día en que su joven al que ama más que a nada en el mundo la pueda llegar a mirar a la cara viéndola.

Una historia triste donde se habla entre otras cosas de lo interno y lo externo, de la calidad humana y la belleza física; de los desfavorecidos y la falsa caridad; de las injusticias sociales y lo ridículo de las normas sociales y de clases. Se aprecia la gran importancia del trabajo y el esfuerzo (el seguir adelante, siempre adelante), pudiendo empezar desde abajo llegando bien alto, así como la necesidad de la instrucción y educación para alejarse de la ignorancia y la brutalidad. Un libro que me ha sorprendido porque no esperaba encontrar esta historia ni que me enganchara hasta el final, y así ha sido. Regresaré a Galdós.

Marianela o “Nela” como llaman a la protagonista. Es una niña huérfana de alma pura e inocente. Nadie se ha encargado de darle cariño ni preocupado de su educación. Ella sola fue aprendiendo y sobreviviendo. La joven tiene un amigo, Pablo, al que Nela le hace de lazarillo. Ya que es ciego de nacimiento y ella son sus ojos. le describe el mundo como ella lo ve. Complementándose muy bien entre ambos, naciendo una bonita amistad y amor...
. Hasta aquí me voy a quedar con la historia. Ya que hay una línea muy fina entre lo que se puede contar y spoiler.

No es una historia feliz, al contrario, una vida triste y desgraciada pero escrita de una forma especial y bella. Lo leí un par de veces y en las dos lloré. En la segunda vez ya de adulta, lo vi desde otro punto de vista más maduro y entendí mucho más el trasfondo de la historia y la crítica que hace Galdós a la sociedad de la época, que valora más el materialismo que a las personas.

Más de diez años después, me reencuentro con Galdós y solo pienso: ¿por qué he tardado tanto si siempre que lo leo acabo encantada?
 
‘Marianela' es una novela cortita, apenas un suspiro, publicada en 1878 que nos traslada a una zona rural minera al norte de la península. Allí, Marianela, una huérfana de dieseis años, malvive, pero sobrevive gracias a la “caridad” de una familia local que aspira a más de lo que son y la trata como menos que un animal. Ella siendo como es todo dulzura, inocencia, generosidad te conquista desde su primera escena. La protagonista hace de lazarillo a Pedro, heredero de una familia pudiente, quien es ciego de nacimiento. Ambos tienen un fuerte vínculo y pasas los días en una rutina tranquila rodeada de naturaleza. Sin embargo, parece que puede cambiar con la llegada de un médico a la localidad.
 
Una novela sencilla, narrada de forma prodigiosa y con un importantísimo mensaje. Una historia con mucho de social, ya que tiene las diferencias de clases como uno de los temas principales. También el progreso, no exento de preguntas y reflexiones, ¿tiene sentido avanzar como sociedad si solo unos pocos pueden beneficiarse, dejando al resto sin oportunidades? En pocas páginas Galdós es capaz de mostrar como la comunidad es capaz de hacer daño al individuo si no lo apoya, impidiendo su desarrollo tanto a nivel personal como laboral.
 
Pero, sobre todo, es una novela con una gran crítica moral, que, gracias a una gran variedad de personajes, despedaza sin piedad la sociedad regida por la hipocresía, el materialismo, las apariencias… Plantea las incongruencias que están presentes en las clases media y alta, en relación a sus valores morales, poniéndolos en relación con, por ejemplo, sus creencias religiosas.
 
La trama también tiene espacio para el amor, el dolor y el autoconocimiento, en un espacio donde nos muestra que la igualdad brilla por su ausencia y el valor de las personas parece medirse únicamente por su apariencia y posesiones. ¿Habrá alguien que piense diferente?
 
Un libro que lees con tensión porque desde muy pronto mascas la tragedia, pero no sabes por dónde va a llegar. Sin duda, de esas historias que dejan poso y que merece la pena leer, especialmente si te impone Galdós. ¡Ya verás como es una delicia leerle!
 

Marianela, de Benito Pérez Galdós, es un libro que debe leer todo español que se considere “muy lector”. Publicada en 1878, esta novela está infravalorada. La conocí de casualidad y apenas sé de gente que la haya leído. Sí es verdad que es de las obras más importantes de Galdós, pero Fortunata y Jacinta y Doña Perfecta son más importantes que esta, que muchas veces se ve reducida a segundo o tercer plano.
Esta novela, al principio, se me presentó pesada, al estilo de Niebla, de Miguel de Unamuno. Sin embargo, terminó sorprendiéndome conforme pasaban las hojas. La novela está protagonizada por María, alias María Nela, porque era hija de María Canela. Esta Marianela vive en un pueblo del norte de España y está enamorada de un muchacho joven del pueblo llamado Pablo, que es ciego. Pablo sabe manejarse muy bien por el pueblo pese a su ceguera, y muchas veces va acompañado de Nela (abreviatura de Marianela). Así pasan los días, en una amistad que roza el amor. El problema llega cuando al lector se le hace conocedor de la fealdad de Nela, que al parecer es una joven nada agraciada, de pequeña estatura, de boca ínfima y otras tantas características más que, junto a un pasado trágico (es huérfana y vive acogida en una casa donde es tratada peor que los perros y donde duerme en peor lugar que donde duerme el ganado), marcan la personalidad débil y frágil de la muchacha.
Junto a ella duerme el hijo pequeño de dicha familia, Celipe, al cual su familia explota trabajando en las minas con tan solo doce años y al que niegan la educación. Un párrafo que ilustra su situación: «Si los mayores asistieron a ella [a la escuela], el más pequeño viose libre de maestros, y engolfado vivía durante doce horas diarias en el embrutecedor trabajo de las minas, con lo cual toda la familia navegaba ancha y holgadamente por el inmenso piélago de la estupidez».
Un día llega al pueblo un médico que se ofrece a operar a Pablo para que recupere la vista. Todos se alegran, incluso Nela, pero ella menos, pues, al tenerse considerada por fea, teme que Pablo, que es el único que la quiere y que la ha sabido apreciar, al recuperar las vista se desenamore de ella. Nela comienza a pasar los días cavilando su tristeza junto al recuerdo de su madre rondándole la cabeza, llega a pensar en el suicidio y llega a intentarlo, la gente del pueblo sigue menospreciándola, la tacha de retrasada con escasas excepciones, como el hombre que va a operar a Pablo, aunque a veces la condescendencia de este hacia Nela me parece más tóxica que la crítica del pueblo hacia la desdichada Marianela.
Al final, operan a Pablo con éxito de su ceguera, y el futuro tanto de él como de Marianela se irá desarrollando con rapidez hasta un final sobrecogedor. Puede parecer una historia sencilla, y de hecho se parece a las típicas novelas de la época por cómo está escrita y por lo que cuenta, pero esta es diferente, conmueve más (al menos a mí).
En esta novela encontramos mucho jugo: una crítica a la sociedad de la época; una crítica a los ricos y a los señoritos que aun viendo la pobreza día a día no se dignan a dar una educación, una casa a esos pobres o una familia a los huérfanos; una profunda carga de responsabilidad, y una oda al esfuerzo y a la lucha, como en el caso del anteriormente nombrado Celipe, que con solo doce años y unos cuantos reales decide emprender un viaje solo a Madrid porque desea, atención… ¡aprender a leer y trabajar como médico algún día! Cuando el valiente Celipe decide emprender esta aventura y dejar de ser una piedra, el narrador de la novela nos dice que, atención, con su marcha, “la geología perdió una piedra, y la humanidad ganó un hombre”.
Sí es verdad que los diálogos en general son poco creíbles (a lo mejor en la época eran comunes esas conversaciones endecasílabas y sobreesdrújulas, como dice mi admirado Manu Sánchez), pero esta novela es una bomba de relojería que da para un estudio profundo sobre diversos temas e ideas en ella contempladas. Sin ir más lejos, el suicidio, que aunque sale de pasada, me parece de gran interés en una obra que tiene casi 150 años.
Por esto y por más, recomiendo esta obra. Me esperaba menos de ella, y me ha salido la jugada a mi favor, porque ha terminado gustándome y no me ha producido esa desazón que la mayoría de novela decimonónicas o coetáneas me suelen producir. Por tanto, a por Marianela. Porque el amor, incluso el amor a un libro, está en el interior.

Marianela es una joven pobre, feucha e infantil que vive de supersticiones e ilusiones, pero alberga un gran corazón; en cambio Pablo tiene una mente científica, es un joven observador, racional, pragmático y práctico. Jamás habrían sido amigos si no fuera por una cosa: Pablo es ciego. Su discapacidad lo acerca a Marianela, quien lo acompaña como lazarillo. Sin embargo, cuando el doctor Golfín obra su milagro y Pablo empieza a ver, por instinto admira la belleza y repudia la fealdad. Es en este punto cuando da comienzo la tragedia.

Marianela es una novela ligera, tierna y triste, que profundiza sobre qué es la realidad y cómo las personas se enfrentan a ella. También muestra el valor del esfuerzo, cómo dos hermanos consiguieron salir de la pobreza y convertirse en hombres de provecho: uno con la medicina y el otro en ingeniería.

Marianela es un libro tan breve que, cuando ya conoces a los personajes y coges cariño a la protagonista, se acabó la historia. Aunque la pluma de Galdós puede ser algo recargada en alguna descripción, lo cierto es que la mayor parte del tiempo es fluida y agradable de leer.

Saludos ;)

Historia atemporal, bien contada, que cala y que se recuerda. El amor platónico, el amor "ciego" que se desarma en cuanto la vista vuelve.
Una chiquilla que es lazarillo de un apuesto joven, de momento ciego. Y del que ama en secreto. Un amor seguro en esa ceguera, porque unos ojos sanos lo cambiarían todo.

Es fácil empatizar con Marianela, porque muchos hemos amado así alguna vez. Amor entregado, amor sin reservas, amor en silencio, desde lejos. Un amor que cuando es revelado cambia. Ya no es lo mismo, y duele. Sobre todo porque ya no hay amor donde se creía, sino decepción.

Una novela para dejarse llevar. Para disfrutarla.
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