InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest

Esther Benítez (Traductor)
ISBN : 8490658862
382 páginas
Editorial: Alba Editorial (01/06/2022)

Calificación promedio : 4.5/5 (sobre 3 calificaciones)
Resumen:
Aún no tenemos la descripción del editor en nuestra base de datos (contraportada)
Añadir la descripción del editor

También puedes contribuir a la descripción colectiva redactada por los miembros de Babelio.
Contribuir a la descripción colectiva
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Críticas, Reseñas y Opiniones (2) Añadir una crítica
Celia_0504
 01 August 2022
Quinta novela de Émile Zola que leo, y cuarta de la saga familiar de los Rougon-Macquart , esa serie en la que el autor bosquejaba un retrato fiel de la sociedad francesa durante el Segundo Imperio, representando los cambios de todo tipo que hubo en ese periodo, según los principios de la novela naturalista. Y como siempre, Zola no defrauda. Tras la pequeña decepción que me lleve el año pasado con “Thérèse Raquin” (aunque sigo pensando que eso se debió más a las circunstancias en que lo leí que a la propia obra en si. O al menos eso espero) este autor francés me ha vuelto a demostrar lo que es sufrir de verdad leyendo un libro, y cerrarlo con una sensación de angustia extrema en el cuerpo y de pena absoluta por sus protagonistas. Eso es lo que me ha pasado con la mayoría de lecturas que hecho con él. Y esta vez tampoco ha sido una excepción. Y, por supuesto, también me ha recordado porque es un autor que pese a que me hace sufrir tanto también me encanta como escribe, porque aquí vuelve a dejar claro porque es uno de los grandes de las letras de la literatura francesa y universal y como se hace una literatura de calidad en todos los sentidos.

En la ciudad provincial de Plassans vive el matrimonio formado por los primos Francois Mouret y Marthe Rougon, junto a sus tres hijos. La apacible vida burguesa de la familia se desmorona lentamente cuando deciden alquilar la parte de arriba de su casa al padre Faujas, un clérigo recién llegado al lugar con su madre. Ambicioso y pagado de si mismo, Faujas ha llegado dispuesto a hacerse con el control de la ciudad. Y empezara por dominar el hogar de los Rougon, desposeyendo a sus habitantes ya no solo de sus bienes materiales, también de sus propias personalidades y su cordura.

Tengo que reconocer que la novela, al principio, no terminaba de convencerme ni de emocionarme. Me costó mucho entrar completamente en ella. Pero cuando lo hice fue imposible para mí dejar de leerla hasta terminarla. Quizás porque ya me conozco como son las cosas con el siempre querido Zola, pero desde el minuto uno he percibido en esta lectura una atmósfera abocada a la tragedia y a la miseria humana en las que se ha ido ahondado a medida que la narración iba avanzando.

Y de que manera.

Desde prácticamente el principio era incapaz de ver por donde iban a ir los tiros en esta obra. de ahí que con cada giro de guión y con cada una de las desgracias que acontecían en la novela me fuera sorprendiendo más, quedándome más impactada en cada momento mientras veía como el auge del padre Faujas bebía de la decadencia de los Mouret. En los dos primeros capítulos no se encontramos ante un cuadro nítidamente pintado, que ilustra la ordenada y tranquila vida de los Mouret, hasta entonces perfecta y aburridamente normal. Este cuadro, cuando llegamos a los últimas páginas de la novela, ha desaparecido totalmente. El libro es la cruda narración de como se da este desmoronamiento, de una forma pausada, atroz y feroz.

Con el telón de fondo del enfrentamiento entre los seguidores de los Orleans y los partidarios del emperador Luis Napoleón III, en “La Conquista de Plassans” conocemos como un anodina y aparentemente tranquila ciudad de provincias se convierte en un autentico y cruento campo de batalla, ya no solo en lo político, sino también en lo ideológico y religioso. La novela tiene dos arcos argumentales: el lento, pero firme, avance de Faujas en la sociedad civil y religiosa de Plassans, con las consecuencias que eso tiene para los Mouret, y las luchas políticas y rivalidades entre los bandos legitimistas y orleanistas . Ambas ramas argumentales beben la una de la otra con Faujas, haciendo este las veces de puente entre ambas. de una forma sutil y sibilina , que va poniendo los pelos de punta, el cura se da cuenta de que para tomar el poder en la ciudad debe hacerse con los corazones de las mujeres del lugar. Y lo logrará por medio de Marthe, una mujer de vida pasiva y anodina, aparentemente satisfecha con su papel de acomodada madre y esposa. Pero Faujas sabrá ver a una mujer que tras sus miedos, timidez y aparente satisfacción con su existencia, necesita de más emociones en la misma; y a través de su soledad endémica tiene la necesidad de tener algo que la llene completamente. Y sin quererlo, el mismo se convertirá en el objeto de los desvelos de la mujer, una pasión de tintes sexuales que al no poder ser consumada abocará a la mujer a un fervor religioso que la llevará a la locura y el paroxismo religioso. Un deterioro que ira a la par que el del el convencional y fanfarrón Mouret, que se convertirá en menos que una piltrafa humana, un monigote sin fuerzas que terminara por ser despreciado dentro y fuera de su casa, siendo psicológicamente degradado Mouret será la primera víctima a sacrificar del implacable Faujas, y Marthe, aunque en su fervor místico y sexual no pueda verlo, se convertirá en complice de un asesinato físico, económico, mental y social que terminará por ir en su propia contra en todos los sentidos.

Mira que en otras novelas Zola crea personajes que son malvados de diferentes formas y niveles, pero creo que ninguno me ha dado tanto repelus como el padre Faujas. Hombre de pasado y carácter oscuros, resulta escalofriante ver como primero va haciéndose con el control de Marthe, para después hacerse con el dominio absoluto de su hogar, logrando incluso que los hijos de esta acaben por abandonar la casa. Y desde ahí va infiltrándose, poco a poco, como una enfermedad, en todos los resquicios de la ciudad de Plassans, escondiendo su auténtica personalidad y sus intenciones bajo un disfraz de amabilidad y simpatia que hasta a él mismo le cuesta mantener en ocasiones. Que en el título de la obra se hable de conquista ya es muy significativo por sí mismo: la ciudad de Plassans es la plaza a tomar, y lo hará por medio de intrigas, y su frente será el corazón de las mujeres y las necesidades de los más humildes. No necesitará armas físicas para infringir en algunas de las personas que pueblan esta novela heridas mortales.

Al padre le acompañan una hermana y un cuñado que solo buscan vivir bien aunque sea por medio del robo y el engaño, y una madre que le idolatra plenamente. Resulta fantasmagórico ver como primero Faujas va haciéndose cada vez más y más grande dentro de la casa de los Mouret, hasta llegar a ocupar todos sus rincones y destruir la paz de la familia y sus lazos sin contemplaciones o remordimientos. Y como poco a poco sus familiares también acabarán por hacerse dueños de todos los espacios y objetos de lugar. Es un personaje que es tan tenebroso que casi resulta sacado de una novela gótica, y su forma de pensar y actuar están perfectamente definidas por Zola de una forma que hace que toda esta conquista del alma y la materia sea increíblemente creíble, que sus personajes principales tengan un comportamiento psicológico que se extiende delante del lector de una forma muy precisa. Lo mismo puede decirse del resto de caracteres que pueblan estas páginas. Ya sea miembros de la familia Faujas, de la Mouret-Macquart, o los diferentes personajes que forman el entramado burgués civil de la ciudad, todos tienen sus propias personalidades, biografía y ambiciones. Todos y cada uno de ellos están nítidamente trazados, conformando un fresco en el que todos sus hilos están muy bien urdidos unos con otros, de forma que son un auténtico tapiz humano de una ciudad de provincias y francesa bajo el segundo imperio.

Todo esto está descrito de una forma implacablemente sutil y certera. Zola tiene una pluma que sin grandes adornos literarios o frases grandilocuentes, impacta y llega al lector. Es elegante y sincera,si, pero también dolorosamente cruel en todo lo que describe. El autor se extiende en los detalles, ya sea en las descripciones de espacios y entornos, como en hablarnos de ciertos procesos y situaciones. Pero es lo que Zola no se corta ni un pelo es a la hora de representar a sus personajes, no ahorra a sus lectores ningún dato espinoso y se recrea en todos sus matices, narrando, en todo su esplendor, la inmundincia de su degradación humana y como esta va dándose progresivamente. A lo largo de toda la novela la atmósfera más volviéndose más y más opresiva según los acontecimientos van sucediéndose. Hasta desembocar en un final que si lo piensas detenidamente no podría haber sido otro. Es como si toda la locura y maldad que se ha expresado a lo largo de las páginas de este libro hayan ido acumulándose para desembocar de una forma catártica en un final violento y miserable. Pero además, demuestra ser un maestro a la hora de retratar cómo es la vida en una ciudad de provincias, la forma en que se haya definida por dos bandos políticos. Pero también por las alianzas, la hipocresía, las avaricias los cotilleos, las redecillas, los rencores, las manipulaciones y los cotilleos, que deforman la realidad, muchas veces a costa de unos y a favor de otros. al final, la conclusión que Zola nos muestra es que da igual a qué bando político votes, o cual sea tu adscripción, al final uno y otro no dejan de ser las dos caras de la misma moneda, a todos les mueve sus apetencias personales y sus deseos. Sus creencias políticas están más para sus conveniencias que para las del pueblo llano, y por ello son perfectamente modificables.

Por cierto, aunque hay personajes realmente desagradables, si hay alguno al que le cogido auténtica manía y que desde ya os digo que entra en mi lista personal de personajes literarios más odiados de todos los tiempos es el de Rose, la cocinera de Mouret. Poca gente ha logrado cabrearme tanto como ella por la forma en que se entrometía en todo, la forma en que cada uno de sus palabras y sus actos solo lograba ahondar más en la miseria de sus amos y ayudar a Faujas y compañía a incidir más en su dominio de la casa.

Para acabar, me parece interesante señalar que no es necesario leer los libros de la saga de los Rougon-Macquart. Son obras autónomas unas con otras, cada una de ellas se ocupa de un aspecto de la sociedad y la vida en el segundo imperio. de hecho, si mal no recuerdo la novela de esta saga familiar que he leído más recientemente fue “El Paraíso de las Damas”, cuyo protagonista es el hijo de los protagonistas de esta que nos ocupa. Tengo que reconocer que no tenía muchas esperanzas con “La conquista de Plassans” , pero Zola me ha cerrado totalmente la boca. Es una historia en la que te sientes como si estuvieras en un pozo oscuro en plena caída libre. Una caída hacia los horrores que se esconden dentro de las casas, y que marcan la degradación de las personas como seres humanos. Una caída que nace de las ambiciones humanas y de la religiosidad extrema. Hay algo de claustrofóbico en esta novela, que subraya la degradación humana y moral como solo Zola sabe hacerlo.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         116
laslecturasdelorena
 30 October 2022
Plassans, esa ciudad ficticia que Zola nos presenta en el primer libro, “La fortuna de los Rougon”, cuna de los Rougon-Macquart, está en manos de los legitimistas. Es por ello que el gobierno envía a un cura bonapartista, el padre Faujas, a reconquistarla. Faujas se instala con su madre en el segundo piso de casa de los Mouret. Ahí viven Marthe Rougon y François Mouret, hijo de Ursule Macquart, primos hermanos, sus tres hijos y Rose, la cocinera, totalmente integrada en la familia. Faujas parece completamente ajeno a la política y las intrigas del pueblo pero poco a poco se irá ganando la confianza de todos, convirtiéndose en una pieza clave en el juego del poder, mientras desplaza cada vez más a los Mouret hasta de su propia casa.

En esta novela, vemos uno de los temas principales que trata Zola en su saga familiar y es el de la herencia genética, en este caso el descenso a la locura principalmente, pero también la lucha por el poder y las intrigas políticas. Aparecen personajes ya míticos de libros anteriores, consolidando su papel dentro de la historia familiar.

El inicio del libro es muy potente, el personaje del padre Faujas muy prometedor. Si bien es cierto que a medida que avanza la historia, la trama parece estancarse y dispersarse, llegando incluso a puntos algo surrealistas, es solo porque Zola nos está preparando para un final apoteósico como los que ya nos tiene acostumbrados, pero aquí realmente es un final que nos deja con la boca abierta. No sé si es el más impactante de los cuarto leídos hasta ahora o simplemente es que es muy inesperado, pero funciona: cuando llegas a la última página, quieres seguir leyendo. Yo ya estoy deseando ponerme con “La culpa del abate Mouret”, que además parece que nos dará más información sobre este final increíble.
Enlace: https://www.instagram.com/p/..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         20
Libros más populares de la semana Ver más
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro





Test Ver más

La Metamorfosis

Gregorio Samsa es un ...

escritor
viajante de comercio
banquero
burócrata

13 preguntas
823 lectores participarón
Thème : La metamorfosis de Franz KafkaCrear un test sobre este libro