El bigote

Cuando me enteré de que iba este libro, me brillaron los ojos😍. Oh, oh, oh! Sentí el preludio de un nuevo amor y sonreí emocionada. No hay nada que me guste más que una premisa que parece estúpida, pero que termina llevando al lector por los insospechados e intrincados caminos de la reflexión💃.
Este libro no es lo que parece: debajo de su apariencia boba, rara y casi grotesca, se esconde un monstruo voraz que no dudara en comerte el cerebro para retenerte y hacerte suya.😍Que feliz me pongo cuando me secuestran los monstruos devoradores de cerebro!! Me gusta que un libro me obligue a pensar y repensar y hasta a replantearme aspectos de mi propia vida❤.
De que estoy hablando? Un tipo que siempre lució un bigote prominente, un día decide sorprender a su mujer, y para reirse de su reacción, se afeita el bigote sin avisarle. El tema es que cuando la esposa lo ve...no dice ni mu😶. Fastidiado porque con su indiferencia le arruinó la gracia, le reclama que no notó el cambio de look. Pero todo se oscurece cuando ella responde " Bigote?? Que bigote? Si vos nunca usaste bigote🤨!"
A partir de ese momento el relato se transforma en una andanada de delirios paranoicos y teorías conspirativas, en las cuales este pobre hombre gira sin control entre: 1. Creer que él se volvió loco; 2. Que es ella la loca; 3. que ella lo QUIERE VOLVER LOCO😨.
Un libro bastante original, que aunque en algún momento se me hizo un pelín pesado, termina a lo grande con un final que pese a que se veía venir, uno esperaba con ansias...y que cuando llega es tan potente, tan bien escrito y tan perturbador...que se vuelve inolvidable.

El bigote” de Emmanuel Carrère es una de sus primeras novelas, aunque nos llega en el año 2014.
Lo he leído alternando con otras lecturas ya que me ha resultado muy inquietante y con una atmósfera verdaderamente asfixiante.

La historia de un hombre, un arquitecto, felizmente casado con Agnès, editora, desde hace cinco años y que llevan una vida acomodada y placentera.

Tras mucho tiempo de llevar un bigote bastante poblado, decide afeitárselo con la finalidad de sorprender a su mujer, pero cuando aparece ante ella, esta no reacciona, y cuando intenta mostrarle su extrañeza por su falta de reacción, ella le asegura que él nunca ha llevado bigote, por lo que ante la sospechosa indiferencia de su esposa, comienza su desasosiego y una extraña y perturbadora enajenación, ante una posible confabulación, que llega a convertirse en una absoluta pesadilla y una gran angustia de tipo kafkiano.

Narrada en primera persona por el protagonista, Marc, vamos conociendo todos sus pensamientos, que van oscilando entre la locura y la cordura, y seguimos con él todos sus razonamientos y argumentos que nos sumergen en un estado emocional denso y perturbador porque el clima del relato se va haciendo cada vez más delirante.

Partiendo de una circunstancia simple y cotidiana, nos conduce hacia un terrorífico infierno de incertidumbre, perturbación y locura que vivimos con el protagonista.

Hay una película dirigida por el propio autor, protagonizada por Vicent Lindon que no he visto. Pero me ha parecido tan escalofriante y estremecedor, que creo, que debo recuperarme porque el relato deja huella ya que altera el estado emocional.

Carrère lo hace muy bien y de forma natural, crea el horror más disparatado de una situación doméstica como también lo hacía Kafka.

Es muy bueno, humor negro muy inquietante, que nos contagia y que perdura, pero no dejen de leerlo.

Estamos ante una novela corta pero no por ello intensa e interesante y con un toque kafkiano. Lo cierto es que es una lectura que me ha sorprendido para bien.Al principio todo transcurria dentro de la normalidad pero poco a poco se va transformando en trágica y donde hacerse muchas reflexiones de lo que es capaz de crear la mente humana a cual más inverosímil. Sin duda es una novela que atrapa,que crea desasosiego e incertidumbre y que tienes prisa por saber que es lo que va a pasar. Está claro que el autor logra una muy buena novela con un tema tan simple como el afeitado de un bigote. Una narración que no dejará indiferente a nadie, incluido su final.

“¿Y si le diera la sorpresa, cuando subiera, de haberse afeitado de veras el bigote? Cinco minutos antes, ella había declarado que sería una buena idea.” ~ El bigote de Emmanuel Carrère.

Reconozco que en cuanto lo terminé de leer no supe ni qué decir. Sin palabras. ¡Menudo final! Normalmente escribo las reseñas en caliente pues con El bigote he roto la norma. Me he pasado varios días pensando en la historia, en el personaje, en lo que Carreré quiere contar, en saber qué ha pasado y por qué. Os lo digo todo.

La historia comienza cuando el protagonista decide afeitarse el bigote para darle una sorpresa y gastarle una broma a su mujer –muy proclive ella también a hacer bromas– pero su mujer lejos de expresar sorpresa le dice que nunca ha llevado bigote.

Ese hecho provoca una catarsis en la mente del protagonista que comienza a pensar que esa negación de su mujer y de todos sus amigos es un plan contra él. A partir de ahí, el autor te mete de lleno en una situación que no sabes qué pensar, que dudas de todos y que por momentos hasta dudas de si te has saltado algo importante en la lectura. El final, no lo olvidaré en la vida.

¿Puede una premisa tan sencilla como el hecho de afeitarse el bigote ser el inicio de una historia enigmática y perturbadora? Pues este autor francés ha demostrado con creces que sí.

El protagonista espera que su mujer, acostumbrada a verlo con su peculiar bigote, se lleve una sorpresa cuando él decide eliminarlo de su rostro. Pero cuando ella no se percata del cambio, empieza a inquietarse y esto lo llevará a entrar en una espiral de pensamientos paranoicos y a cuestionar todo su entorno y existencia.

Se trata sin duda de una historia muy peculiar que surmerge al lector en un entramado cargado de incertidumbre y cierta tensión. Somos testigos de los pensamientos del protagonista y las drásticas decisiones que va tomando a raíz de los acontecimientos.

Lo que más me ha impresionado ha sido como una acción tan cotidiana se presenta como el eje vertebrador de una novela tan bien construida. Un libro que juega con los límites de la cordura.

Es cierto que en algunos pasajes, especialmente finales, me sobraron algunos detalles, pero en general he disfrutado mucho esta lectura, pues es algo diferente, de hecho, la leí del tirón. La catalogaría como un thriller psicológico.

Creo que no tardaré en adentrarme en otras novelas del autor, y la próxima probablemente sea “el adversario”.