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✨ Una mujer no muere jamás Estamos ante la historia de dos mujeres o quizás de todas las mujeres que incluso sin conocerse hacen tanto las unas por las otras. Estamos ante ese eco que aunque no podemos escuchar no cesa, ese que nos ofrece la influencia que han tenido en nuestras vidas mujeres de posguerra que con sus acciones llenaron de color esa oscuridad en la que el franquismo las sumergía. Lara es una joven periodista del siglo XXI, que al comprar un piso en un frenético y prepandemico Madrid, descubre que en este vivió una mujer que fue encontrada momificada diez años después de su fallecimiento. La curiosidad de descubrir una existencia aparentemente cargada de soledad le llevará a emprender una investigación casi obsesiva que le ofrecerá además de las claves de su futuro, descubrír el hilo que enlaza el destino de las mujeres de todas las épocas Utilizando dos espacios temporales la autora nos adentra en un viaje retrospectivo en el que descubriremos la grandeza de Maixabel (que no Isabel cómo le indicaba su padre debia hacerse llamar por aquello de ocultar su origen Vasco) que más que el predicado de un hombre, más que siempre acompañar a otra vida (la amante de, la mujer de, la hija de, la ex de) decidió tejer la suya propia a todo riesgo y que como tantas otras se vio obligada a muchas renuncias por el único motivo de ser quien quería ser y no quien le imponían que fuese. Elisa Beni nos devuelve completa y sin mancillar la vida de las pioneras en hacer lo que no se esperaba de ellas y que consiguieron sobresalir del marco en que las encerraba la cruel dictadura. Dejar lugar además para que reflexionemos entre otras cuestiones sobre la soledad, la ancianidad y la realidad de esta en las residencias de mayores, los disfraces a los que acudió más de una mujer en esa época por amar a una igual, en mi opinión hace de esta novela una maravillosa reivindicación con la que limpiar el nombre de tantísimas mujeres que hoy siguen vivas en sus hijas y en sus nietas. |
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