Interesante debut de la autora, en un clásico “nordic-noir”, con Charlie, la protagonista atormentada por su infancia que se ve obligada a volver a su pueblo para investigar la desaparición de una joven. La novela va alternando entre tres momentos: el actual, el correspondiente al día de la desaparición y la historia de dos chicas de la zona transcurrida años atrás. Paulatinamente, las tres historias van convergiendo hasta un sorprendente final. La protagonista me ha gustado, actúa de forma muy coherente con sus vivencias personales. El que no me ha convencido es su compañero investigador, poco definido e incoherente en su trato con Charlie: tan pronto la apoya, como al rato, le pone trabas; sin que haya un motivo para esta diferencia. |