La dama de la guerra

¿Una mujer puede tenerlo todo? No, eso se ha dicho siempre. Puedes tener una familia o un puesto de poder, puedes ser mamá o trabajar, puedes ser esposa o tener una profesión, en fin, siempre, desde que tengo memoria y al menos como lo percibo en la historia que nos cuentan, las mujeres han tenido que decidir entre una opción y otra, o en su defecto, no tuvieron que decidir, la sociedad lo hizo por ellas. Pero, un día, llevadas por la curiosidad, por la sospecha o por la indignación, algunas personas toman sus herramientas y empiezan a escarbar en la profundidad de los eventos, recopilan anécdotas, noticias publicadas, cuentos silenciados, entrevistas censuradas y descubren que aquello, que siempre nos han hecho creer, esconde una verdad mayor, una verdad que buscan revelar, en la medida de lo justo y necesario.

Novelas como esta nos permiten acercarnos a una nueva realidad, nos muestra un contexto, una nueva postura, una visión diferente, momentos importantes de la humanidad contados desde la perspectiva femenina y no la masculina, narrados desde lo privado, alejados de lo público, con los matices que permite una puerta cerrada y con la sazón que solo viene con las conversaciones que se dan bajo las sábanas.

La verdad nunca será absoluta, saber a ciencia cierta cómo se sintieron, como pensaron, cómo tomaron decisiones y cómo resolvieron problemas, es solo un bonito sueño, porque aunque nos sentimos cautivados por una novela que pareciera ser un crónica o un reportaje, es en realidad el diario personal de una mujer, sus pensamientos más íntimos, su fragilidad, su debilidad, sus carencias, sus perturbaciones, en fin, es una puerta abierta al que podría ser el corazón y el alma de Clementine, la mujer que fue mano derecha e izquierda de Gran Bretaña, que al igual que Churchill amaba el poder, la seguridad, que tenía un corazón cargado de ambición y que evoluciona a la par que el sueño de Churchill de ser el Primer Ministro.

Es una novela donde todo podría ser falso o todo podría ser cierto, todo dependerá del cristal con el que se mire, pero lo que sí puedo afirmar sin temor es que esta lectura valió la pena.

#elclubdelaguerra #books #unlibromesalvólavida