Seremos recuerdos

Aquí termina la historia que conocimos con Fuimos canciones. En Seremos recuerdo tienen menos protagonismos los personajes secundarios y las sub-tramas, esta es la “verdadera” historia de Leo y Maca, cuando dejan de ser lo que fueron para intentar ser algo más.
Sobre todo Maca llega a saber qué es lo que quiere y que NO quiere en su vida, aprende a quererse a sí misma.
Cuando pudieron perdonarse mutuamente y así mismos, cuando soltaron el lastre emocional que cargaban por demasiado tiempo, entonces se encontraron, más maduros y se enfrentaron a los otros y vemos como renace el amor.
La historia es muy real, con personajes reales y entrañable, ¿quién no ha pasado por el cachumbambé emocional que representa el amor?, ese que no siempre es perfecto, ese que no tiene recetas infalibles, ese que no sabes si nos hará llorar y sin embargo le entregamos todo. El eterno debate entre lo que quiero hacer y lo que debería hacer.
La autora escribe con un estilo íntimo, parece que fuera una amiga que te cuenta una historia frente a una taza de café o una copa. Muy sencillo de leer aunque los temas no son frívolos.
Menos mal que el epílogo salva la novela y la biología completa, no le hubiese perdonado que no lo hiciera.
Y una de las cosas más interesante y curiosas es como Elizabet Benavent nos deja asomarnos por una rendija de una nueva historia.