Martina con vistas al mar

Benavent nos regala otra historia preciosa, divertida y algo dramática que transcurre por las calles de Madrid. Yo, que no quería engancharme al libro porque tenía otra lectura pendiente de hacía dos meses, a los dos capítulos ya estaba totalmente metida en la historia. A Martina y Pablo se les toma cariño muy pronto y, aunque al principio Sandra y Amaia me parecían un poco soportables, al final se hacen de querer (con Sandra, me costó especialmente xD). Pero lo bonito de este libro es que vemos cómo los personajes evolucionan. Martina va bajando sus defensas, Pablo intenta controlar sus arranques de ira, Amaia aprende a distinguir la fantasía de la realidad y Sandra, comienza a descubrir el significado de la expresión «buscarse las papas». Todos aprenden de sus errores y se nota que quieren convertirse en una mejor versión de ellos mismos.

Por eso me gustan tanto los libros de esta autora, porque no solo se centra en el erotismo, crear situaciones desternillantes o sacarte la lagrimilla fácil, sino que crea personajes muy reales con los que sentirnos identificados y que nos pueden enseñar más de una lección sobre la vida. También os digo que Benavent tiene la habilidad (y la manía, jeje) de terminar las primeras partes de sus bilogías en el mayor de los desastres. Y eso no puede ser que me parte entera y me crea necesidad de seguir leyendo, JAJAJA.
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¡Cuánto tiempo deseando leer algo de Elísabet Benavent! He leído tantas reseñas de sus historias, tan positivas, que hablan de amores intensos, realistas y personajes cercanos.

Me he estrenado con su bilogía Horizonte Martina, dos libros de más de 600 páginas, que devoré con intensidad.

Empezamos con la primera parte Martina con vistas al mar, y lo primero que hace la autora es presentarnos a su protagonista Martina. Una joven chef, perfeccionista y estructurada a la que le cuesta improvisar, a veces no sabe como sentir por su exceso de control. Estamos ante un personajes rico en matices, que va creciendo, mejorando sus imperfecciones y conociéndose mejor a nivel personal y laboral. Martina lo deja con su pareja con quien lleva diez años, se va a vivir con sus amigas Amaia y Sandra, y empieza a trabajar en El Mar, famoso restaurante donde piensa ampliar su experiencia como chef.

Todo son cambios para Martina, mientras intenta adaptarse a la rutina de El Mar, comienza también a conocer a Pablo, jefe y chef en el restaurante. Y él es todo lo opuesto a ella, es caos, creatividad y emociones intensas, con sus fallos también porque su intensidad a veces se le va de las manos.

Me ha parecido fascinante la relación de estos dos, rápida porque la intensidad entre ellos es brutal, pero creíble. Ambos pueden enseñar tanto al otro, Martina sosiega a Pablo y él le enseña a sentir más intenso y expresar. Es una pareja compleja y no siempre saben lo que quieren, cada uno con sus cargas reales y emocionales que les hacen dudar y tener miedo.

Un romance pasional e intenso, con estos dos es imposible no tener las emociones a flor de piel. También hay lugar para el sentido del humor, fue un libro que me hizo reír mucho por su frescura y lo poco que se cortan sus protagonistas.

Los personajes son más complejos y humanos, lo que hace que no todos caigan bien pero yo lo prefiero así. Hay que conocer a este grupito Martina, Pablo, Javi, Amaia y Sandra, porque cada uno muestra una cosa diferente, algo de lo que aprender. Nos dejan reflexiones a puñados, sobre todo Pablo. Se tocan temas como el amor en todas sus formas, la amistad, autoestima, el físico, la dependencia y muchos más, que hacen de esta historia lo que es, algo precioso y muy recomendable.
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¿Qué haré yo el día que se me acaben los libros de Benavent? No lo sé, siquiera sé como he sobrevivido hasta este año sin leerla. Iba sin expectativas porque, aunque adoro todo lo que escribe esta mujer, estos libros no estaban gustando tanto como los demás, pero no me han decepcionado para nada.


MARTINA es una mujer seria que no sabe expresar sus emociones demasiado bien. El sueño de su vida es trabajar en el peculiar restaurante "El Mar", del todavía más peculiar Pablo Ruiz, y acaba de salir de una relación de casi diez años. Martina va a estar una semana a prueba en "El Mar", y si la supera logrará ver su sueño cumplido... ¿Pero qué pasará si tiene la sensación de ser un pez fuera del agua? ¿Si toda su seriedad parece no encajar allí?

Martina me ha sorprendido, y sin duda con ella Beta Coqueta se ha saltado todos sus esquemas. Si habéis leído los anteriores libros de esta autora sabréis que sus protagonistas femeninas suelen ser muy emocionales, divertidas, siempre liándola ahí donde van... Martina no. Martina es seria, contenida, y no se parece en nada a las otras protagonistas de sus anteriores novelas: Valeria, Silvia, Alba,... Y es un puntazo. Lo que no me ha gustado es la insistencia de los otros personajes a que sea más abierta, menos seria... Oye, pues si ella es así, ¿qué más da? No todos tenemos por qué ser extrovertidos.

A ver, es una novela de Benavent... ¿De verdad creíais que las amigas de la protagonista no tendrían sus propias historias? Por un lado tenemos a AMAIA, que es la amiga risueña, insegura y un poco inmadura, el caos. Tiene un amor imposible y un mejor amigo gay a quien adora, y él a ella. Me ha caído muy bien y es muy tierna, pero a veces se pasaba de inmadura. Por otro lado está SANDRA, una chica egoísta que está perdida en la vida porque espera que se lo den todo hecho. Es un personaje que me ha caído fatal desde que ha salido, tiene empatía cero y su egoísmo no tiene límites. También es verdad que sus amigas no le hacen mucho caso... Pero necesita empezar a valerse por sí misma. No se merece a Javi ni a Íñigo, y todo lo malo que le ha pasado me ha alegrado. Sí, hasta este punto la detesto.


Sobre PABLO, el protagonista masculino, solo puedo decir cosas buenas. Me ha gustado que sea tan natural y original, que no niegue lo que siente... Y la verdad es que no mete tanto la pata como suelen hacerlo los protas de las novelas de Benavent (ehem Víctor ehem), aparte de la escenita en la cocina. No me ha gustado que Martina critique siempre su forma de vestir, su forma de peinarse... Vale que lo hace en broma, pero es su estilo y por ser su pareja no tienes derecho a menospreciar sus gustos y pedirle que se adapte a los tuyos, y creo que aquí es donde quería llegar la autora.

Respecto la tema de la cocina, me ha gustado mucho. A mí me gusta cocinar, aunque no es mi pasión y no hago cosas demasiado complicadas, pero ha sido curioso ver cómo son las cosas dentro de una cocina, sobretodo dentro de una cocina tan peculiar como la de Pablo Ruiz.

De nuevo me he topado con una novela que es pura emoción, puro sentimiento... y es que me ha puesto hasta triste. Elísabet Benavent sabe describir el amor de una manera tan perfecta que hasta duele, le da una puñalada a tu corazoncito. Te deja una sensación de "yo quiero", te hace sentir protagonista de la novela.

Y, por último, el final no me ha convencido. Me ha parecido drama gratuito, y aunque estoy acostumbrada a que Benavent dé un giro argumental al final para dejarte desencajado... Los motivos para enfadarse de Martina no me han parecido para tanto. No sé, se habla y se arregla, pero tampoco era para ponerse así, o al menos a mí me pasa eso y no me afecta apenas nada, y mira que a mí me suele afectar hasta lo más mínimo. Las cosas se hablan, leñe.

En conclusión, "Martina con vistas al mar" es un libro que he disfrutado tanto como los demás de la autora y que recomiendo si eres una persona a la que le gusta la romántica y le pierden los sentimientos. Me ha tocado la fibra, y aunque el final no ha sido de mi agrado, creo que en el segundo van a pasar cosas muy interesantes, sobretodo porque se va a tocar un tema que me encanta...
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La pluma de Elisabet Benavent como siempre muy fresca, ágil, entretenida… pero esta vez vemos una narrativa más madura, poética y unas reflexiones exquisitas. La autora tiene una gran capacidad para romper y arreglar las situaciones de los personajes magnífica. Consigue atraparte desde el primer momento en sus hojas y adentrarte en la historia.

En resumen es una historia muy real, emotiva y cautivadora donde la lucha por el amor es absoluta. Una vez más Elisabet Benavent nos regala unos personajes que no se quedaran a la deriva.

Me entretuvo bastante. La historia de las amigas es muy entretenida. Son tres locas muy diferentes entre sí, pero que se quieren y se ayudan como hermanas, discuten como hermanas y se aconsejas y se cuidan.
La historia de amor de la protagonista, está poco más que metida con calzador, para mí ha sido poco creíble, según mi opinión. Un personaje con una personalidad tan marcada, un genio que está por encima de todo, no me pega nada que se fije en un ser tan anodino como Martina...sin embargo, las historias de Amaia y Sandra son creibles, encantadoras, naturales y reales.
El final, totalmente predecible, se veía venir, en la historia de Martina al menos.
Leeré el siguiente libro de esta bilogía, pero solo por saber cómo terminan las historias de los personajes secundarios, porque la historia de Martina y Pablo es una relación tóxica que no me atrae nada.

Historia emotiva y cautivadora donde la lucha por el amor es absoluta.

Muy mal acostumbradas nos tiene BetaCoqueta, Elísabet Benavent, cuando crees que no te puede sorprender, cuando no esperas nada más, ella solita decide poner toda la carne en el asador y presentarnos una bilogía que no deja nada indiferente.

La descubrimos con “Valeria en el espejo”, “En los zapatos de Valeria”, “Valeria al desnudo” y “Valeria en blanco y negro”, luego decidió subir la temperatura en los hogares de sus lectoras con “Alguien que no soy”, “Alguien como tú” y “Alguien como yo”, después nos invitó a vivir la vida del rock con “Persiguiendo a Silvia” y “Encontrando a Silvia” sin olvidarnos que a principios de año nos regalaba “El diario de Lola”.

Hoy os quiero presentar a Martina, Amaia, Sandrita, Javi, Pablo, Fer, Marcos y un gran grupo de secundarios que pondrán la sal y el azúcar en la vida de nuestras protagonistas.

Martina es nuestra protagonista en Martina con vistas al mar, una joven que desde pequeña a soñado en vivir entre fogones y la oportunidad de su vida cruza en su camino llevándola a trabajar con Pablo, el chef entre los chefs, juntos son como el aceite y el vinagre, ¡pero que buena esta la vinagreta!.

¿Quieres saber qué sucede cuando dos polos opuestos se atraen sin remedio?

Ella es todo control, ponderación, ecuanimidad, pero Pablo lo vive todo de manera desmedida y sus vidas están a punto de cambiar y cambiar la del otro, su química es irresistible, y aunque decidan ser un poco más que amigos la cosa se complicará y mucho hasta un extremo que… (No nos adelantemos)

Aunque el personaje de Martina me gusta, mi preferida es Amaia, una enfermera que trabaja con Javi su mejor amigo y que está enamorada del Doctor “su” Marcos. Amaia no tiene filtro es natura, espontanea, siempre espera lo mejor de los demás, aunque no cree merecer cosas buenas en su vida, según ella esta gorda y le gusta, no es un insulto, es como es.

Sandrita es una niña mimada a quien sus padres, su novio y sus amigas tendrán que hacer bajar de las nubes y mostrarle el mundo donde la gente trabaja para vivir y descubrir que no es el ombligo del mundo. Lo que me he reído a costa de Sandrita no tiene precio, a nadie le puede pasar lo que le pasa a ella.

Todos los personajes están entrelazados, o se han acostado juntos, o son ex, o son los mejores amigos de unos u otros. Los líos y calentones están muy bien emplatados y servidos.

Si pensabais que ya lo habías leído todo es que no os habéis cruzado con el frio control de Martina y la ardiente pasión de Pablo.

Una historia que las adictas a Betacoqueta devoraran en un santiamén y aquellas que no la conozcan desearan saber mucho más.

Los puntos fuertes de esta novela son la relación de amistad de las tres chicas, la pasión y el arte de la cocina, la prosa ligera como una mouse y la sensualidad de una buena botella de vino al paladar.

Me gustaría mucho poder contaros la trama pero sé que luego me odiaríais, así que punto en boca y a leer su segunda parte “Martina en tierra firme” que nos presenta Suma de Letras.

¡Chicas, la cocina está que arde!

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Para mí esta biología, junto con la de Silvia son sin duda mis preferidos. Me hizo reír y llorar en el mismo libro, y eso es muy difícil .

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Otra obra de Elisabet que pasa por mis manos, y es que, de esta autora me gusta todo lo que he leído hasta ahora.
Con Martina nos adentramos un poquito en el mundo de la cocina, pero no creáis que vamos a leer recetas, no. Nos sumergimos en el mundo cuadriculado de su protagonista, una chica que nunca se excede, que tiene su futuro planeado, que no se deja llevar por las pasiones mundanas, vamos, una tía algo rara y plana. Pero por supuesto todo cambia al entrar a trabajar a El Mar. Martina se verá obligada a "sentir" la vida.
Sin ninguna duda hay que destacar a los secundarios, Amaia es IMPRESIONANTE, así, en mayúsculas, pero también Javi y Sandra, sus puntazos y salidas de tono son desternillantes.
Es una historia con bastante narrativa, en donde te hace sentir y pensar, donde abundan las reflexiones y te permite ver la evolución de los personajes.
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Que puñetera panda de locos, pero que entretenida me han tenido toda la lectura :) Es un gustazo leerte siempre querida Elísabet Benavent ♡