La magia de ser nosotros

Si la primera parte ya me pareció floja, imaginaos la segunda. Siempre os lo digo cuando hablo sobre un libro de Benavent: es mi autora favorita desde hace un año y me encanta su forma de escribir y todo lo que transmite, pero desde hace un par de libros noto que me falta algo, ese algo que me fascinó de Elísabet Benavent.

El primer libro terminó con un final de infarto que me indignó y me frustró a partes iguales porque sentí que se había cargado a un protagonista al hacerle tomar una decisión que no cuajaba con él solo para tener más material y poder escribir un segundo libro. Obviamente, no estoy nada de acuerdo con la decisión y me parece que si el primero hubiese terminado de otra manera, no hubiese hecho falta un segundo libro, y menos con semejante baja calidad.

Nos encontramos con un libro que da vueltas sobre sí mismo y sobre lo mismo una y otra vez, por eso lo veo tan poco necesario, me ha parecido una trama de relleno. Me ha molestado que Héctor y Sofía se empeñaran en no ser felices porque, a pesar de que las cosas les iban bien, ellos seguían buscando problemas donde no los había y eso me frustraba muchísmo.

Hablando de los personajes... Héctor me caía fatal al principio por la decisión tan egoísta que tomó al final del anterior libro, me pareció muy inmaduro y que no tenía las cosas nada claras, aunque así como ha ido avanzando el libro me ha parecido mucho más maduro que Sofía. Por otra parte, a nuestra protagonista le pasó a la inversa: empezó siendo más madura que Héctor pero fue decayendo y comportándose como una cría.

Otro aspecto que no me ha gustado es que la autora estuviese aludiendo a un futuro suceso que iba a hacerles mucho daño a los protagonistas, y yo pensaba: "Pero no me lo cuentes, ¡deja que lo descubra mientras leo!". Era una especie de spoiler que no me dejaba disfrutar del libro, siquiera cuando los protagonistas estaban bien juntos porque yo ya estaba pensando en que era algo pasajero y que lo que venía a continuación me iba a doler, a ellos y a mí.

La verdad es que esta bilogía ha sido una decepción para mí, y a quienes la habéis leído solo os pediré que no os forméis una opinión de la autora sin haber leído otros libros suyos porque estos dos no le llegan ni a la suela (ni al lomo) a los demás de Benavent. A quienes queráis probar a la autora, dejad esta bilogía como la última por leer de ella, me lo agradeceréis.

En definitiva, una bilogía decepcionante y alargada sin motivos de la que esperaba poco después de leer tan malas opiniones de ella, así que no ha sido ninguna sorpresa. Aún así, Benavent sigue siendo mi autora favorita y me ha vuelto a conquistar con su nuevo libro Fuimos canciones, del que tendréis reseña muy pronto.

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