Fuimos canciones

Elísabet nos habla del amor en muchas facetas: del amor libre y sin ataduras, de no poner nombre ni etiquetas, de saber dónde están los límites, lo que queremos y lo que no, de ser sinceros con nosotros mismos y decir "basta", de querernos bien. También, incluye contenido erótico, LGTB+ (acierto total) y habla de las redes y lo engañosas que son.

El estilo es muy cercano, muy de ahora, tan bonito y certero que lo mismo duele que te partes de risa. Elísabet escribe con mucho mimo y cariño y eso se nota en cada página. Cada capítulo viene acompañado de una canción que va muy bien con lo que ocurre en él y, a lo largo del libro, nos va dando toques de atención. El que avisa no es traidor, jaja. Mantiene la intriga con respecto a cuál fue el detonante de la última ruptura de Maca y Leo, porque hubo varias intentonas y al final acabaron muy mal. Normal que se odien a muerte. En algunas cosas, es un poco previsible, aunque eso no agua para nada la novela. Está narrado en primera persona desde el punto de vista de Macarena, aunque a veces no aparezca en la historia cuando habla de Jimena y Adriana. También hay algunos capítulos de Leo y que tienen distinta tipografía para distinguirlos.
Fuimos canciones es un inicio precioso de bilogía que os hará reír, llorar y, por qué no, hacer un poco de purga emocional de las cosas que llevamos por dentro, de todos esos intentos fallidos, los asuntos pendientes, que nos siguen acechando e impidiéndonos avanzar. Hasta que la burbuja explota, todo encaja en nuestra cabeza y ya no podemos ignorarlos más.. Mezcla situaciones cotidianas con otras un poquito surrealistas que le dan ese toque tan especial a la novela, todo eso mezclando las calles de Madrid con canciones y recuerdos. No sé cómo lo ha hecho, pero consigue que la historia sea un poquito nuestra.
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