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Silvia está casada con Grabiel, el cantante de moda, pero su boda ocurrió entre cubatas y una fiesta en Las Vegas. Sin embargo, ambos se han cogido cariño, convirtiéndose en algo más que mejores amigos. Algo a lo que ni siquiera ellos saben ponen nombre. Gabriel no cree en el amor y Silvia aún tiene una cuenta pendiente con Álvaro, su jefe, con el que mantuvo una relación muy intensa en el pasado. De vuelta en su ciudad natal vuelve a la oficina donde descubre que las noticias vuelan y que todos, incluido Álvaro se han enterado de todo lo que le ocurrió en Estados Unidos. Tras varias broncas con él que nada tienen que ver con el ámbito profesional, Silvia se cansa y habla con Gabriel. Él le ofrece trabajar allí, con él, por una gran cantidad de dinero y Silvia, tras darle muchas vueltas, aceptará, alejándose de Madrid, de su familia, de sus amigos, y de Álvaro. Aunque la distancia no siempre consigue hacernos olvidar. Otras veces sí, hasta que ocurre algo que nos transporta de golpe al pasado. Esta es la segunda y última parte de la bilogía Universo Sílvia. Aunque tiene considerablemente menos páginas que Persiguiendo a Silvia (unas 200 menos), ha habido momentos que se me han hecho muy pesados. Venía de la saga Valeria en la que, al haber cuatro protagonistas cuyas historias se intercalaran, el ritmo se hace mucho más ameno. En la primera parte del Universo Sílvia sólo está ella como protagonista pero por lo menos se intercala la historia con Álvaro en el pasado con lo que vive con Gabriel en el futuro. Sin embargo, en esta segunda parte, entrados ya en materia, nos cuentan la vida de Silvia y Gabriel en Estados Unidos, sin más. Me dio la sensación de que sí, la historia avanza, pero no tiene un rumbo fijo. Eso no me gustó y me aburrí en algunos capítulos. Gabriel en esta continuación tiene algunos problemas que ya se venían anunciando en Persiguiendo a Silvia: Las drogas. Es algo que está muy presente en la historia y que ocupa gran parte de la trama. Durante la gira ocurren algunas situaciones para las que Silvia no estaba preparada y, aunque en un principio entendí su comportamiento, pasados unos capítulos dejé de hacerlo. Yo no hubiera actuado así en su lugar ni hubiera dejado que me tratasen como la tratan a ella. Una cosa es estar enamorada, que lo entiendo, de verdad. Pero otra cosa muy diferente es perder el norte. A pesar de que gran parte de la novela se me hizo lenta y hasta llegó a parecerme aburrida, los últimos capítulos me volvieron a enganchar porque no tenía ni idea de por donde iba a salir la autora. Cuando pensaba que ya no podía ir a peor, me sorprendió con un giro que, aunque esperaba que ocurriese, no sabía cómo se iba a tratar. En cuanto al estilo con el que está narrada la historia me ha encantado, como ya viene siendo costumbre en las novelas de Elísabet. Cuando lees a otros escritores normalmente ves un cambio, una evolución en su forma de escribir de sus primeros libros a los más actuales. Pero con ella no pasa eso. Tiene un estilo único, sencillo, directo, natural, que no cambia y que le agradezco que no lo haga porque si lo hiciera estoy segura de que sus novelas no las sentiría de la misma manera. He reído, me he enfadado, me he indignado, me he emocionado... Después de haber leído seis de sus libros puedo afirmar que es una de mis escritoras favoritas. Sé que muchos os estaréis sorprendiendo al leer esta reseña porque todas las coquetas dicen que los mejores libros de Elísabet son los de la bilogía Universo Silvia. Pero a mí no me han llegado. Que sí, son muy intensos, muy profundos, sobretodo el segundo, pero a mí no me han llegado. al menos no de la misma forma que lo hizo la saga Valeria. Aún así estoy deseando hacerme con la trilogía Mi Elección y conocer a Alba, Hugo y Nico, a ver si me reencuentro con ese sentimiento que me despertaron Valeria y sus amigas. Enlace: http://unavidaentrepalabras... |
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