Cómo resumir al máximo la novela: un ‘Sexo en Nueva York' patrio. Nos encontramos con Valeria, el personaje central y vértice de las subtramas que encontramos que protagonizan sus tres grandes amigas. Todo se gesta despacio, descubriendo al detalle lo que va ocurriendo en la vida de las cuatro mujeres y sus relaciones con el sexo contrario. En el caso de Valeria, no empezamos a leer quién se convierte en su interés prohibido hasta pasada la mitad del libro, pero eso no significa que todo transcurra de un modo apresurado y abrupto para dar paso al desenlace. Los personajes están bien construidos y son bastante verosímiles. Sin embargo, Sergio está lleno de clichés: hombre atractivo, bien posicionado que va de flor en flor hasta que cambiar después de enamorarse perdidamente de una mujer. A pesar de que todo lo que envuelve a la relación de Valeria y Sergio me resulta muy estereotipado, su autora sabe darle un giro de tuerca para no caer en tópicos. |