El arte de engañar al karma

Lo primero que quiero decir es que respeto mucho el trabajo de la autora, un libro cuesta mucho esfuerzo de escribir, pero también es cierto que no a todo el mundo le tiene que gustar, y ese ha sido mi caso.

Cuando leí “Un cuento perfecto” me sorprendió bastante. Cierto es que no es mi tipo de lectura, pero me he propuesto este año leer cosas diferentes, ya que mi prioridades son los thrillers, pero creo que al final voy a estar mejor dentro de mi zona de conford.

Centrándonos en el libro en sí. Lo primero que me chirría bastante son los personajes. No logré empatizar con ninguno de los dos, es más, creo que ella me cae hasta mal, me daba igual si sufría o el problema en el que se mete durante la historia. Y luego está él. No le entiendo, no sé por qué se comporta así, no sé de donde viene, como se ha convertido en lo que es, no explica nada. Estamos hablando de casi 700 páginas, y se van en paja, porque no te cuenta nada. No entiendo tampoco la relación entre ellos, ese amor odio todo el rato, que no se sabe el por qué… al final ya ni me importaba. Me parecía ridículo y forzado.

Como digo, en casi 700 páginas se cuentan cosas que ni te van ni te vienen, que aburren, como el diario que escribe la protagonista. A mí personalmente me parece que sobra completamente.

El final tampoco lo he entendido demasiado, quiero decir, después de tantas páginas, ¿lo cuentas en tres renglones? No sé, me ha parecido un libro aburrido y con una historia sin ningún tipo de interés.

Llegué a este libro sin saber de qué trataba, pero en cuanto lo empecé pude sentirme identificada con su protagonista, Catalina. Ella es una actriz que trabaja como teleoperadora mientras hace castings para lo que nunca la llaman, así que su sueño de ser actriz se va disolviendo cumple 30 años y ve que su vida no es, ni de lejos, como la había imaginado. Pero limpiando la antigua casa de su tía Isabel, descubre unos cuadros que esta había pintado y las cartas de amor con su amante, del que no conocían su existencia.

Al principio me agobiaba la historia de los cuadros y la farsa que monta con ellos, porque era como ver un accidente a cámara lenta, algo que sentía que no acabaría bien, pero la verdad es que llegó a ser divertida. No pude evitar acordarme de la película Cruella mientras Catalina finge ser artista, esa extravagancia que necesita que todos vean para que crean su historia.

No esperaba encontrarme una historia de amor tan intensa en medio de todo el caos de los cuadros y, aunque no soy una romántica al nivel de Cata, he disfrutado mucho los momentos que viven y sobre todo las reflexiones que hacen sobre la vida, el amor y el arte.

Ya sabéis, chica normalita conoce a chico con éxito y todo fluye. En este caso hablamos de Catalina, una actriz que todavía no ha encontrado su oportunidad y Mikel, pintor👨👨 y escultor de renombre.

Tengo que deciros que veo cosas de Mikel en mí, que no, que soy realista, no soy alto, ni guapo, ni artista ni tengo pelazo pero si tengo algo de su forma de actuar.

De Catalina....Un personaje con el que no he llegado a empatizar, poco más.

Bueno y qué deciros de las compañeras de piso, sobre todo Teresa, un tandem perfecto como secundarias.

Sí que Beta tiene una manera de escribir que engancha y divierte, haciendo al lector participe de los diálogos con los personajes principales.

Hoy os traigo este libro de Elísabet Benavent que he leído en unos pocos días y me lo he pasado genial!

Por si aún no conocéis este libro os cuento un poco de que va: Catalina quiere ser actriz pero la pobre no tiene mucha suerte con ello y ya se está viendo a sus 30 años, compartiendo piso todavía y sintiendo que no avanza mucho en ningún aspecto de su vida. Por otro lado está Mikel, un artista famoso en plena crisis y cómo definirlo…. digamos que es especial y único a su manera. Dos personas muy diferentes pero que gracias a unos cuadros abandonados en un desván se encontraran y…… ahí os lo dejo.

Bueno os digo desde ya que Catalina me ha encantado! Si es verdad que a veces es un poco intensa y dramática, pero tiene una forma de ser y un carácter que sabes que si fuera tu amiga nunca te aburrirías con ella. Mikel también me ha gustado mucho aunque me han entrado ganas de gritarle un poco para que entienda las cosas. Y bueno las compis de piso de Catalina y su casera…. simplemente geniales.

Es un libro muy ameno y ligero a pesar de sus 690 páginas. Se lee bastante bien y rápido y me he divertido mucho imaginando todo.

Me ha hecho tener muchos sentimientos encontrados…. incluso plantearme cosas de mi vida o darles otro enfoque. Así que os lo recomiendo totalmente si queréis algo ligero entre lecturas densas, o algo de comedia y romance o simplemente pasar un buen rato.

Para finalizar os cuento que es el primer libro que leo de esta autora y, desde luego, no va a se el último.

Benavent es de mis autoras favoritas, lo que ocasiona que empiece sus libros con las expectativas por las nubes, y es un error muy grande. Me gusta Beta, es una autora que tiene una narrativa muy desenfadada y muy cercana, aunque confieso que en ocasiones podría llegar a saturar a un lector poco acostumbrado. La protagonista me ha gustado en muchos aspectos, creo que se podría decir que es un personaje como los que nos tiene acostumbrados, pero con matices más maduros en algunas ocasiones, no en todas, Catalina es una mujer intensa. El protagonista masculino puedo decir que de los dos es el que más me ha gustado, tiene mucho más amueblada la cabeza, y es un personaje con muchos matices, y muy bien perfilado, con sus demonios internos, con sus conflictos y sabe bien lo que quiere en la vida. Tengo que decir que me he sentido enganchada en la primera parte, quería saber más de Mikel y de los cuadros de la tía abuela de Catalina. Pero después he sentido que todo se volvía en ocasiones algo monótono, y llegué a sentir que la trama no avanzaba, queda en una parte demasiado parada para mi gusto personal, necesito intriga para mantener mi atención. No me ha desagradado del todo el final, aunque me ha faltado algo que me sorprenda, es algo predecible y escaso, me da la sensación de haberle dado más importancia a unas cosas y no a otras, he tenido que dejar días para poder procesar bien lo que quería contar en la reseña, porque estoy hecha un lío con las sensaciones que me ha dejado al terminar. También mi fallo ha sido que no hace mucho he releído la historia de Silvia, la primera parte, y es que sin duda no hay libros de Beta que lo consiga superar, eso ha afectado mucho también, o eso quiero llegar a pensar. No está entre los mejores que he leído de la autora, pero ha sido bueno conocer la historia de Catalina y Mikel, además es especial para mí porque es el único ejemplar que tengo firmado por la autora.
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Elisabet siempre engancha con su modo de escribir, pero he de reconocer que esta vez me ha decepcionado. Quizá hayan sido las prisas por publicar o no se, pero hay temas que están metidos con calzador, y se nota.
De todos modos la novela sigue siendo buena, no buenísima, pero buena. Una lectura para entretenerse un poco y... poco más.

Esta vez conseguí contenerme y no comprarlo el día del lanzamiento, quería ser fuerte, y lo fui... Una semana... Ni tan mal. Tarde otra semana en ponerme con el, sin embargo la reseña, me ha costado mucho más escribirla.
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Siempre digo que es una de mis autoras favoritas porque me encanta esa manera tan suya de escribir, natural, cercana y reflexiva. Lo que no quita que haya libros que me hayan gustado mucho más que otros, y este no estará en mi top.
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El inicio de la novela me enganchó mucho, ese tira y afloja, ese "amorodio" que va mutando, esa bola de nieve en la que se convierte toda buena mentira que se precie. Ese desorden mental de Catalina que la hace adorable, y esa arrogancia de Mikel que te saca de quicio, pero genera adicción. Sin embargo, a medida que avanzaba en la lectura se me ha ido desinflando.
No he conseguido entender la relación de los protagonistas, a pesar de que parecían complementarse a la perfección, sin saberlo y sin querer hacerlo, terminan cayendo en ese si pero no, ese "vamos demasiado deprisa" (hoy, pero vuelva usted mañana) ese "vamos a retener esta sensación", y una maraña de contradicciones que terminan en un epílogo que tampoco ha terminado de convencerme.
También he echado en falta la relevancia habitual de los secundarios, que en este caso pasan por la historia sin pena ni gloria. En resumen, me ha faltado algo, y me ha sobrado mucho.

Elisabet Benavent hila estos soliloquios con personajes que hablan y piensan bonito.
Catalina, por un lado, que un día encuentra la posiblilidad de reinventarse y Mikel, del otro, que está un poco desencontrado con la inspiración.
Cuestión que se encuentran (con el otro y consigo mism@) y todo empieza a rodar.

Leí la historia con el apuro de saber qué iba a pasar y también la necesidad de ralentizar para saborearlo todo… hasta que me aburrí un poco (tampoco tanto), pero llegó el momento en el que todo explota y la historia empezó a llegarme otra vez ¿por qué será que nos gusta tanto sufrir en la piel de otros?. Estaba en eso de dudar entre leer rápido o lento y la historia terminó.
Y entonces llegó el epílogo que tenía lo que quería leer, pero contado desde un lugar que me resultó extraño.
Como me resultaron extraños los comentarios al pasar sobre la pandemia. Ojalá en unos años la sienta tan anecdótica en la realidad como la sentí en esta historia.
Ojalá.

Más allá de eso, es una historia construida con buenos diálogos, personajes llenos de capas, situaciones variadas, un poco de humor, reflexiones y, si estás del humor adecuado, un montón de frases subrayables hechas de verdades.

Esta historia nos habla de Catalina, los primeros datos que conoceremos de ella serán que ser actriz es su profesión frustrada y está cansada de ir de casting en casting sin demasiada suerte, y sentimentalmente a sus 30 años todavía no sabe lo que es estar enamorada.
Catalina descubre en casa de su tía unos cuadros que pueden serle de ayuda y cambiar el karma que desde hace tiempo no la acompaña.
Por otro lado conoceremos a Maikel, un artista falto de inspiración que ahora mismo está centrado en su próxima exposición. En busca de ideas se cruza con los cuadros de Catalina, será el primero en darse cuenta de lo que ésta esconde dejándola completamente descolocada.
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Este libro ha sido diferente de los anteriores que he leído de la autora, en este caso la autora no se centra tanto en la trama y si lo hace en los personajes. Veremos mucho mas sentimiento, nos explicará las emociones de ambos protagonistas y viviremos la transformación de Catalina tanto profesionalmente como sentimentalmente.
La superación, el amor, el desamor y lograr reinventarse serán claves en esta historia.
Por otro lado la historia en ocasiones cuando profundizaba mucho en estas emociones me resultaba un poco pesado, aún así la historia es preciosa y me ha gustado mucho, son personajes muy reales y completos, quizás los que más de sus libros.
Esta contado a ambas voces, lo que es perfecto para conocer a ambos.
El final me ha gustado ya que no es el típico que cabría esperar.

Cómo ya os he dicho alguna que otra vez, leer a Elisabet es escapar de la realidad y vivir a través de sus personajes. Era una de las novedades que esperaba con más ganas y no ha defraudado.

No he leído todos los libros que tiene publicados, pero sí que he notado mucha diferencia respecto a los libros anteriores. Una historia mucho más profunda y madura que las anteriores. Mantiene su esencia y su estilo. Una historia llena de verdad y sentimientos.

Es un libro que te atrapa desde la primera página y con el que te ríes en muchas ocasiones. Está contada a dos voces y dónde la importancia la tienen los dos protagonistas principales, Mikel y Catalina; aunque la mayor parte está contada por Catalina. No existen tramas paralelas para las amigas de la protagonista. Los personajes están construidos de una manera muy real.

El libro lo he disfrutado mucho y me ha mantenido enganchada a sus páginas sin poder parar de leer