Me he enamorado. De Mikel, de Catalina, de sus compañeras de piso, de su madre, de su difunta tía, del arte, del drama.. menos de Eloy, de él no. He disfrutado tanto leyendo esta historia, me he reído de tal manera, he tenido el corazón tan encogido, que no puedo decir otra cosa más que BRAVO a Elisabet Benavent, que un año más me sorprende con otra de sus historias románticas y cómicas, pero sobre todo reales y vividas. Porque todos somos un poco Mikel y un poco Catalina, todos tenemos sueños que querríamos alcanzar, todos nos hemos enamorado y nos hemos dado la hostia. Porque todos formamos parte del mismo mundo en el que se aplican las leyes del karma... siempre que no seas un poquito Catalina y le des la vuelta a la tortilla, claro. |