Tierra de furtivos

“Tierra de furtivos” es la primera novela que publica el periodista Óscar Beltrán de Otálora quien, tras más de treinta años escribiendo de etarras, yihadistas y traficantes, ha decidido meter la cabeza en el mundo literario dado que su experiencia periodística le brinda el trampolín perfecto para escribir esta estupenda novela ambientada en la Euskadi posterrorista que discurre por el lado más oscuro del País Vasco entre cazadores furtivos, traficantes de marihuana y disidentes de ETA. Óscar Beltrán de Otálora se ha dedicado en exclusiva a informar sobre terrorismo, tanto el de ETA como el de los grupos yihadistas, lo que le sirvió en 2008 para ser premiado por la Fundación Víctimas del Terrorismo por su información del atentado que ese año arrasó el cuartel de la Guardia Civil de Legutio (Álava). Actualmente es director de Desarrollo Editorial del Grupo Vocento en Madrid.

“Tierra de furtivos” comienza con tres sucesos consecutivos que tiene como nexo común el pantano de Ullibarri: el incendio del coche de un guarda forestal, la aparición de una pareja carbonizada en el interior de su coche y el hallazgo del cuerpo de un joven tiroteado.

“Tierra de furtivos” cuenta con tres protagonistas que nada tienen que ver: un guarda forestal, un oficial de la Ertzaintza y una peluquera. Mikel Arrizabalaga, un antiguo escolta de los años de plomo relegado ahora a guarda forestal en el pantano de Ullibarri, Josu Aguirre, un ambicioso oficial de la Ertzaintza que se ha labrado un prestigio en el cuerpo policial desmantelando plantaciones ilegales de marihuana gracias a los soplos recibidos de un confidente anónimo y Tatiana, una inmigrante de color que tras pasar tiempo encerrada en el centro de menores de Ullibarri decidió montar una peluquería donde acoger y ayudar a jóvenes conflictivos a aprender un oficio que les diese una oportunidad en la vida. Tres personajes con unas vidas que auguran pocas probabilidades de que puedan coincidir en ningún momento pero que, por circunstancias del destino, se encontrarán investigando los mismos asesinatos, aunque por distintos motivos. Será a través de estos distintos hilos de investigación como los protagonistas compartirán con el lector la información de la investigación e irá conformando el puzzle completo.

Óscar Beltrán de Otálora nos ofrece con “Tierra de furtivos” una novela donde el esclarecimiento de un asesinato lleva al lector por el mundo siniestro de violencia donde entran en juego un peligroso triangulo que une a ETA-drogas-Ertzaintzas ambientado en un escenario ideal como es el Pantano de Ullibarri, el cual enterró a un pueblo y que tanto esconde y sobre el que hay tantas leyendas.

Con su prosa precisa, certera y sin andarse por las ramas, la novela de Óscar Beltrán de Otálora supone una perfecta unión entre el periodismo de investigación y la novela policíaca en la que se hace referencia a esa Euskadi que quedó tras la desaparición de ETA.

“Tierra de furtivos” cuenta con una trama sólida que incluye temas tan actuales como la droga, la violencia o la corrupción de menores, en la que el lector irá encajando las piezas poco a poco, con un ritmo creciente según va avanzando la historia, con unos personajes consistentes y una ambientación que pone el broche de oro a la novela. Una lectura que estamos seguros que os encantará.
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Me quito el sombrero ante esta magnífica novela que refleja el odio que todavía resiste entre personas afines al terrorismo y personas contrarias al terrorismo.

"Tierra de furtivos", la primera novela que leo de Óscar Beltrán de Otálora, nos relata una historia de odios, de miedos, de tensiones. En definitiva, nos relata una historia en carne viva que pone los pelos de punta al lector.

Hay tres personajes que, a mi modo de ver, son los que realmente se reparten el bacalao. Por un lado tenemos a Tatiana, una joven con una infancia muy complicada y difícil de digerir. También tenemos a Josu Aguirre, oficial de la Ertzaintza a quien se le encarga la investigación de un asesinato haciendo juegos de malabares con los demás cuerpos de seguridad con los que resulta un tanto complicado ponerse de acuerdo en algo y ayudarse mutuamente. Y la tercera pata de la banqueta es Mikel, un guarda forestal que tratará de dejar su pasado atrás para centrarse en el presente. Estos tres personajes deberán ponerse de acuerdo en una Euskadi muy pocas veces vista en el mundo literario: una Euskadi posterior a todo el terrorismo llevado a cabo por la banda de ETA.

En definitiva, "Tierra de furtivos" es una novela que ha llegado pisando fuerte y que tiene un gran recorrido.