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Repito con Jackson Bellami, ese misterioso autor del que no se sabe nada excepto que sabe cómo enganchar al personal con misterio juvenil en el que siempre hay un muerto o un asesino o alguien que muere o alguien que mata… Eso era la que esperaba encontrarme en esta novela y eso es lo que he encontrado: un vicio hasta averiguar por qué Michael merecía morir. Ya había probado algo similar con su anterior novela Querido Asesino. Iba con bastante confianza porque en general, las novelas que he leído dentro del catálogo de Labnar Ediciones me han gustado bastante, o por lo menos, me han entretenido, que no es poco. Y Jackson Bellami en concreto se ha convertido en uno de mis autores de referencia, que actualmente estoy leyendo su cuarta novela, dentro del mismo catálogo editorial. Dicho de otro modo, este autor ha cumplido con mis expectativas todas y cada una de las veces que lo he leído y, por el mismo motivo, seguiré leyéndolo. El narrador es Michael Foley, que protagoniza tanto el título como la novela. Poco a poco va contando su historia a través de una serie de vídeos que va publicando después de su muerte en paralelo a la investigación policial oficial. de esta manera, como lectores podemos ir un poquito por delante porque conocemos los pensamientos y las sospechas de la propia víctima y a la vez vamos conociendo lentamente al personaje principal. Michael es el típico chico popular y deportista que perpetúa los roles establecidos en la sociedad estudiantil y encabeza la cima de esa realeza de chicos populares. A su alrededor tiene toda una corte, literalmente, de otros estudiantes a los que llama amigos pero de quienes va quedando claro a medida que nos cuenta sus secretos que en el fondo no los considera como tal. Así que, pensándolo bien, de personajes no salvo a ninguno (bueno, sí, a uno, y no es Michael), pero como el título ya lo deja bastante claro, si incluso el protagonista se merece morir, imaginad cómo serán el resto de palmeros que rodean al tal Michael. Parece mentira que haya que aclararlo pero que los personajes sean idiotas e insoportables no quiere decir que sean malos personajes y que no nos interese leer lo que les pasa, que bien merecido está. Este es uno de esos libros. La narración está alternada en tiempos y personas diferentes, unos capítulos antes de la muerte de Michael desde su perspectiva en primera con la presentación de todos los involucrados a través de sus ojos y otra línea temporal con un narrador omnisciente en tercera después de la muerte del rey del instituto, ya con la investigación en marcha, con los interrogatorios de todos sus “cortesanos”. El formato de algunos capítulos en forma de vídeos narrados por el propio Michael me ha gustado un montón, porque es una buena forma para que el mismo protagonista nos vaya dejando pistas acerca de su propia muerte y del culpable, del que parece conocer muchos detalles. Estos vídeos se van publicando en internet en el presente, cuando él ya ha muerto, pero revolucionan a su pequeña ciudad y al instituto cada vez que va aportando nuevos datos del pasado reciente y que, obviamente, van influyendo en la investigación policial, en la intensidad de los interrogatorios y en que unos sospechosos y otros empiecen a venirse abajo y a cometer errores en el presente. Entre uno y otro tiempo, vamos comprendiendo muchas de las relaciones que se establecen (rivalidad, amor, envidias, traiciones, celos…) muy al estilo de las intrigas que se darían en una corte real, pero llevado al microcosmos de las hormonas adolescentes. En concreto hay una relación muy bien hilada y que para mí ha supuesto lo mejor del libro, uno de los aspectos que más he disfrutado y que supone la redención paulatina de Michael, aunque hablar abiertamente de ello sería spoilearos sin sentido. Siempre he sido muy de antihéroes y Michael Foley es claramente un personaje que entraría en esta categoría. No diría que se convertirá en uno de mis personajes preferidos porque no es así. Si lo pienso en frío, me cae bastante mal por motivos obvios. Sin embargo, me parece un personaje complejo, interesante en muchos de sus aspectos de su personalidad y con una construcción introspectiva y de su entorno que justifican muy bien forma de ser y de actuar. Ha sido estupendo ir conociendo su situación familiar, sus conflictos internos cuando se le plantea la posibilidad de perder su trono por intentar hacer lo correcto, los distintos secretos que lo atan al resto de populares, etc. Su comienzo como rey de los abusones del instituto, como el líder del grupo que hace bullying consentido a todos los demás estudiantes y que además se vanagloria de su título y tolera todos los abusos que comente su corte, aunque directamente no los aplauda, hace que su evolución durante toda la novela sea algo más que apreciable, porque el cambio es tremendo. Sobre todo, da un paso agigantado cuando entra en escena cierto personaje que hace que Michael se replantee toda su existencia, sus prioridades y sus principios morales, y sin duda tiene una relevancia vital tanto en el final como en el propio título. No puedo decir que sea completamente impredecible pero sí que puedo afirmar que es coherente con toda la trama y con el mensaje que nos quiere transmitir el autor, y desde luego también el mejor desenlace teniendo en cuenta cómo hemos llegado ahí. El estilo de Jackson Bellami comienza a ser inconfundible para mí, con historias juveniles muy americanizadas con todos los tropos posibles reconcentrados pero muy bien utilizados. En esta ocasión, también me he encontrado otra americanada de manual que cumple a la perfección la función para la que está pensada: entretenernos y engancharnos. A mi parecer, cumple con las dos misiones de principio a fin, con la aparente sencillez de un thriller juvenil. En muchos momentos y prácticamente desde las primeras páginas he tenido la sensación de que se trata de una fusión entre Riverdale y Por trece razones, con ese ambiente pueblerino con un único instituto en el que todos se conocen, con rígidos estratos sociales para perpetuar los roles más clichés (populares, empollones, animadoras…). Reconozco que al principio este rollo high school me hacía poner los ojos en blanco constantemente porque es un ambiente que me suele convencer en pantalla pero que leído me resulta más difícil de conectar, sobre todo si el producto es nacional. Sin embargo, entiendo que es una seña de identidad de este autor en concreto y lo echaría en falta si alguno de esos elementos no estuviera, así que a estas alturas para mí ya es algo a favor de Jackson Bellami e inherente a sus historias. Son muchos los temas que toca, desde la amistad verdadera a los “amigos” circunstanciales por interés, los tabúes de la masculinidad y la popularidad con respecto a la homosexualidad, dramas familiares por todas partes, la presión social frente al bullying en público… En fin, que se mire por donde se mire, es un libro del que se pueden sacar muchos análisis y disfrutarlo desde muchas perspectivas. En resumen, una novela adictiva tanto por la forma como por el fondo, incluso aunque tirando hacia el final se pueda intuir lo que realmente ha pasado y quién está detrás de todo esto. Por mi parte es una recomendación, tanto de novela como de autor en general y de cualquiera de sus historias, sobre todo si os gustan los thrillers juveniles americanizados de instituto. Este en concreto me ha atrapado por el formato elegido para contarlo, como por los grises de su protagonista y la evolución que va presentando y que queremos que ocurra, y por último, también por una bonita relación que aparece de manera paulatina y sin avisar. Todos esos elementos nos van invitando a leer de manera muy rápida entre diálogos, pensamientos del protagonista y la investigación de su muerte. En definitiva, si os llama la atención, adelante con ello. Enlace: https://enmitiempolibro.blog.. |
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