Deseo de ser punk

Primer acercamiento a Belén Gopegui. Lo encontré de segunda mano y fue una alegría, era la edición de Anagrama!
Tal y como salí de la librería leí las primeras líneas y entendí que no había marcha atrás, iba a tener que leerlo del tirón y dejar de lado el otro que llevaba en la tote.

Me encontré con la voz de una chica de 16 años inteligente, rabiosa, perdida y frustrada. Sabe que es difícil expresarse, que en su interior bullen emociones que ni ella sabe explicar y que en su vida están pasando cosas difíciles de asumir.
La música parece un buen vehículo para sentirse comprendido siempre que se encuentre la canción adecuada, pero ahí está la complicación. En la inmensidad de canciones que conoce y le rodean no hay ninguna aún que logre su objetivo.
Pero Martina no cesa en su empeño, quizá no todo sea limitarse a escuchar sino que también sea necesario actuar.

No pude soltar el libro. Quizá cuando ella encontrara su canción pudiera ayudarme a mí también. Quizá yo ya la haya encontrado y simplemente la reproducción aleatoria me gastó una broma.

Sea lo que sea, ¡que no pare la música!

(Este libro debe pasar por vuestras manos si recordáis como yo a Cecilia Lisbon en la novela de Eugenides cuando dice "Obviamente, doctor, usted nunca ha sido una niña de 13 años")

Me mandaron leer este libro para clase de lengua y literatura y sorprendentemente me gustó demasiado. Más de una vez me sentí identificada con la protagonista, con intentar descifrar mi código. Realmente lo recomiendo si estás en la etapa de la adolescencia y te aseguro de que te pondrás a pensar si realmente te gusta tu entorno.