Buscando un trébol de cuatro hojas

Buscando un trébol de cuatro hojas es una mezcla de esas que cuesta de englobar dentro de una etiqueta, inicialmente en la introducción parecía una cosa, pero a medida que he ido avanzando, lo englobaría dentro de la prosa poética ilustrada. ¿Existe? Pues si no es el caso, debería.

Para los que os asustéis cuando leéis poesía (gente como yo, vaya), deciros que nada más lejos de los versos cursis a kilómetros de la realidad, entendibles por pocos.

Se la puede llamar prosa poética por la belleza del texto, como está escrito y como conectan con nosotros.
Es un llibro lleno de sentimientos, de esos por lo que todos hemos pasado y que podemos entender.

Buscando un trébol de cuatro hojas se centra en un momento concreto en la vida de Mackenzie Salas, una joven que nos cuenta lo que es para ella el amor. Ha tenido la suerte de encontrar a la persona adecuada y vivimos junto a ella el desarrrollo de la historia de amor.

Los escritos de Begoña nos atrapan y complementan o son complementados muy bien por las ilustraciones de Maite.
La prosa es sencilla pero profunda a la vez, directa, intimista, sensible, conecta con nuestros sentimientos. Las ilustraciones, en general, son en blanco y negro aunque con algún toque en color, que hace que nuestra atención se centre en algo en concreto. Son grandes, de líneas sencillas, trazo fino y bien definido, un placer visual.


Como punto negativo y ya os digo que es algo personal, mencionaría la tipografía elegida para los textos, esta a veces resulta algo complicada de entender. Quizá otra más clara me hubiera gustado más, pero eso no quita méritos a la obra.

Un trabajo excepcional, no sé porqué tarde tanto en leer el libro, pero ahora, una vez terminado, estoy encantada con su compra.


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