Las almas de los Inocentes

Empezamos esta segunda parte con la puesta en escena de Naiara pero a diferencia del anterior libro en este si tiene esperanzas en el futuro, y a su manera ha encontrado en su vida el equilibrio que un inmortal puede llegar a poseer sin caer en el error de pensar que pueda llegar a ser eterno. Pues ya se sabe que incluso los inmortales pueden ser derrotados y desaparecer, o lo que es lo mismo, convertirse en polvo. Y más si tenemos en cuenta que desde un principio y teniendo en mente el final de la primera parte, los enemigos aún persisten y la guerra, todavía no ha terminado. Pues esta vez Naiara y los suyos tendrán digamos, una contrincante bastante sangrienta.

A pesar de ello en esta segunda entrega también habrá tiempo para varias sorpresas, algunas de ellas muy tiernas, y otras en cambio bastante trágico e incluso espeluznantes. Una vez más la autora nos trae una trama con buen ritmo, y lleno de interrogantes. Otra de las cosas que me gustaría recalcar es que esta parte hasta cierto punto llega a ser mucho más oscura, ya que podremos ser testigos como nuestra protagonista cambia radicalmente a medida que los acontecimientos se acontecen. Sufres con ella, y deseas de corazón que consiga ser feliz y poner las cosas en orden. Pues observaremos como se hace mucho más patente la situación extrema en la que se ven implicados los personajes, y el esfuerzo que hacen todos continuamente para a su manera ser felices, mientras protegen a su vez a la humanidad de la nefasta opción, de ser convertidos en mero ganado para los inmortales.
Una segunda parte mucho más oscura, frenética y dramática. Con una protagonista que se verá obligada a hacer frente a todos y cada uno de sus miedos. Esos de los que incluso los inmortales, son incapaces de deshacerse.
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