Como no podía ser otra cosa, he disfrutado como una posesa de las historias del maestro del romanticismo español. Y qué mejor época para leerlo que en el mes en el que se celebra la noche de los muertos, aunque yo me haya adelantado un poco. Un conjunto de historias, de amores imposibles y sucesos paranormales, narradas con un estilo poético que encandila al lector. |