Génesis

“No es la conciencia a lo que os aferráis, porque, como ya te he demostrado, la conciencia se puede crear fácilmente. Es la eternidad lo que anheláis. Desde el momento en que se le prometió el alma, la humanidad no ha conseguido desviar la mirada” ~ Genesis de Bernard Beckett.

Génesis es un libro raro. Me explico. Cuando leí su sinopsis –que no es que cuente mucho, la verdad– une las palabras “thriller filosófico” o “meditación humanística”. ¡Ahí lo dejo! Y, ¿a quién le pico la curiosidad? Exacto, a la menda.

¿Qué es Génesis? No sabría contaros mucho. Narra una historia futurista de una joven que quiere entrar en la Academia, como la élite de la formación ya que los que se gradúan ahí son los mandatarios, además, de filósofos. Para entrar en la Academia han de pasar un examen sobre un tema que han de llevar preparados y ella prepara la historia de Adán, –una historia que, por cierto, no tiene nada que ver con nuestro Adán aunque haya una Eva–.

El libro es cortito, menos de 200 páginas, y consta de cuatro capítulos. En el primero no me enteraba mucho porque comienza con la chica ante el tribunal y la cosa va de pregunta y respuesta desde el comienzo; vamos que eché en falta que alguien me hablase sobre el universo en el que se contextualiza la historia. El segundo es de “transición”. Y comenzamos el tercero y ahí ya no hay manera de parar. ¡Lo que me ha gustado este capítulo. Desde ahí hasta el final me ha encantado la historia y un final que ha sido un ¡zasca! que ni se me había pasado por la cabeza.

Si os gusta la filosofía, este es un libro diferente y muy reflexivo. Aun estoy dándole vueltas a algunas frases.

“Lo único que une a los individuos son las ideas. Las ideas se transforman y extienden; cambian a sus portadores tanto como sus portadores las cambian a ellas”.

“Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida. Soy el pensador que piensa en el pensamiento”.