—Mientras hablo, dentro de mi cuerpo cientos de billones de células se ocupan de reproducirse. Cada célula es una fábrica en miniatura, y su construcción es más compleja que la de todo tu cuerpo. Y mientras algunas de mis células construyen mis huesos y otras controlan mi circulación, otras han hecho algo aún más asombroso: han construido mi cerebro.
En mi cerebro, el número de conexiones potenciales entre mis neuronas supera el número de partículas del universo. Así que me disculparás si no rindo pleitesía a tus insignificantes circuitos eléctricos, o si no me maravilla la chatarra kitsch de tu carrocería. Tú sólo eres un juguete para mí, un chisme curioso. Mientras que yo, amigo mío, soy un milagro.