Agatha Raisin y la quiche letal

Ésta es la primera novela de una serie con la misma protagonista, Ágatha Raisin, una mujer de 53 años que ha dedicado su vida al trabajo y a su empresa de relaciones públicas y ha decidido jubilarse e irse a vivir al campo. Una lectura intrascendente pero amena y divertida que te saca algunas sonrisas y también alguna carcajada.

Ágatha, acostumbrada a salirse siempre con la suya y a mandar, se siente sola y percibe que sus vecinos la tratan con frialdad. Para agradar al vecindario no se le ocurre nada mejor que participar en un concurso de quiches. Como nunca hasta ahora ha cocinado y está resuelta a ganar el concurso, decide comprar una quiche en una tienda de comida preparada en Londres. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que no gane? ¿Que la descubran? Está dispuesta a asumir el riesgo.

Por supuesto que no gana el concurso, pero es que el jurado del concurso muere envenenado por comer un trozo de su quiche y todas las sospechas recaen en ella. Aunque en principio las investigaciones policiales resuelven que fue un accidente, Ágatha inicia las pesquisas por su cuenta hasta que se demuestre su total inocencia.

No es una joya literaria pero, si te decides a leerla, te hará pasar un rato entretenido. Yo me lo he pasado bien y ya tengo preparado el segundo libro de la serie, tengo curiosidad por saber en qué líos se mete la protagonista y lo que sucede con sus vecinos, sobre todo con uno muy atractivo que se acaba de instalar en la casa de al lado...

¡Feliz y divertida lectura!

Las historias de Agatha Raisin solo están disponibles en papel en España a través de Círculo de lectores, y aunque hubo un momento que formaba parte del club, hace ya muchos años que decidí borrarme. Eso quiere decir que he tenido que esperar mucho a que estos libros comenzasen a rular por el mercado de segunda mano, pero la paciencia es una virtud, y ya tengo tres de los cuatro que se han publicado de momento. Son manías, pero no quería empezar a leerlos hasta tener al menos los tres primeros volúmenes de esta peculiar investigadora (y vosotros diréis, ¿y si luego no te gusta el primero para qué quieres los demás? Pues tenéis toda la razón... pero no sé por qué tenía claro que me iban a gustar).

Agatha Raisin es una mujer emprendedora y creada a sí misma, que se ha buscado la vida desde que se escapó de casa con 18 años, formándose y montando después su propia empresa, y que ha decidido prejubilarse muy joven, apenas superados los cincuenta años, porque su ilusión, desde que visitó la zona siendo una niña, es vivir en los Cotswolds (guiño, uno de tantos, a Agatha Christie, porque en esta zona tienen lugar muchas de las investigaciones de Poirot). Y eso hace: vende su empresa a una multinacional con sede en la City londinense, y se traslada sin pensarlo ni un instante a una pequeña localidad, Carsely, muy cerca de todo lo visitable en aquella zona pero alejada del bullicio turístico de los alrededores (qué identificada me sentí cuando describe la marabunta de gente en el castillo de Warwick).

Que la intención de la autora es hacerle un homenaje con lavado de cara a la querida Jane Marple y su autora Agatha Christie yo creo que es evidente desde el mismo instante en que Agatha (Aggie) Raisin pone un pie en Carsely (e incluso en el nombre de nuestra protagonista), y de hecho se hacen varias referencias a este personaje y a esos hechos cotidianos del día a día que se pueden leer en la mayor parte de sus novelas. Pero es eso, un lavado de cara, porque tenemos un pequeño pueblecito con sus pintorescos vecinos y sus preciosos cottages, pero Agatha tiene poco que ver en cuanto a carácter y forma de ver la vida con la entrañable señorita Marple.

Nuestra Agatha es muy suya, y de primeras le cuesta integrarse en el pueblo. Es un poco cortante, por no decir grosera, dice siempre lo que piensa (y si es ofensivo mejor), está acostumbrada a un frenético ritmo de vida totalmente distinto a la placidez de su nueva localidad, le cuesta empatizar con la gente y ser amable con otras personas y, sobre todo, tiene una opinión sobre todo el mundo, y casi nunca buena. Es una mujer muy, muy independiente que ha vivido única y exclusivamente para su trabajo, hasta el punto de estar acostumbrada a no socializar con nadie fuera de ese ambiente, y le cuesta mucho adaptarse a la rutina de una comunidad tan pequeña donde todos se conocen y comparten de una manera u otra su día a día. Lo cierto es que está igual de sola en Londres que en Carsely, pero en esta pequeña localidad es mucho más consciente de ello. Su única amistad de su vida anterior es Roy, un antiguo empleado suyo que acude de visita de vez en cuando.

El caso es que Agatha, para intentar encajar con sus vecinos, se apunta a una de estas costumbres tan anglosajonas como son los concursos vecinales: en este caso se premia la mejor quiche. No gana, evidentemente (además ni siquiera la cocina ella, que podría definirse como la reina de los precocinados), pero cuando el juez del concurso se lleva a casa la quiche perdedora de Agatha y muere envenenado tras ingerir un par de porciones, empieza la verdadera aventura de la protagonista en Carsely. Tras el primer susto de verse señalada como asesina, una vez absuelta empieza a investigar la vida del fallecido, que se desvela más ajetreada de lo que parecía a primera vista; está decidida a averiguar quién le mató y comienza a meter las narices donde no debe. La investigación le lleva a conocer a Billy Wong, joven policía local con el que traba su primera amistad en el pueblo (o algo así); y al tiempo recibe amenazas y empieza a dudar seriamente si debe quedarse a vivir en su casa de ensueño o volver a Londres.

El personaje de Agatha Raisin es lo que es y no engaña a nadie; una Jane Marple de finales del siglo XX pero con un carácter bastante más peculiar y la suficiente personalidad propia como para hacerte olvidar que estás leyendo precisamente eso. A mí me ha caído genial el personaje porque no es su intención la de gustar (o no al menos de manera evidente); acaba siendo entrañable porque quiere encajar y al tiempo se niega a reconocerlo; es una mujer contradictoria, porque su vida profesional la ha llevado con mano de hierro pero en la personal anda un poco perdida; ha luchado y no le ha temblado el pulso para hacer realidad su sueño desde que era una niña y pronto se da cuenta de que los sueños, sueños son; pasa de trabajar veinte horas al día a ser una prejubilada en un pueblo en el que no hay nada que hacer... y la verdad es que ponerse a investigar le da la vidilla que necesitaba. Un libro agradable que te saca la sonrisa amable y que te deja con ganas de seguir leyendo las aventuras de esta relaciones públicas reconvertida en detective aficionada. Si te gustan las novelas de Agatha Christie, es difícil que no te gusten las novelas protagonizadas por Agatha Raisin. Son novelas de misterio con mucho humor y esencia british por los cuatro costados.

La prolífica Agatha ha protagonizado la friolera de 27 novelas hasta este momento, y seguimos contando... lo que no deja de sorprender teniendo en cuenta que su autora, Marion Chesney, ha cumplido nada menos que 81 años. Veremos con cuantas podemos hacernos en castellano, porque va la cosa lenta.

Por cierto, para quien le interese (y termino ya), el año pasado Aggie dio el salto a la televisión y se han adaptado sus novelas en una serie (bueno, adaptaron esta Quiche letal en 2014 a TV movie y el año pasado ya emitieron la serie en sí). Agatha no es para nada como la imaginaba cuando leía el libro, básicamente porque no se parece en nada a como la describen (mi imaginación está libre de sospecha... he leído por ahí que esta Agatha televisiva es como una Bridget Jones metida a detective, y yo creo que es una definición perfecta), y es que esta versión tiene veinte años más que la novela original y se nota en que el personaje es también más moderno que el literario. Pero Ashley Jensen es una actriz genial que conozco desde los tiempos de Extras junto a Ricky Gervais, y puede con lo que le echen.

Agatha Raisin, empresaria, cincuenta y tres años y mujer de ciudad, decide jubilarse anticipadamente. Cierra su empresa de relaciones públicas y se traslada a un pequeño pueblo en busca de tranquilidad.

El cambio de vida de la ciudad de Londres al pequeño pueblo de Carsely parece en un primer momento idóneo, pero allí no parece ser muy bien recibida. Para ser aceptada por los vecinos y entablar amistades, decide apuntarse al Gran Concurso de Quiches, pero por desgracia, el juez del concurso muere tras haber probado la quiche de Agatha.

Agatha no sólo tendrá que demostrar su inocencia, ya que aparece como la principal sospechosa, sino que empezará a investigar a la par que la policía para descubrir quién es el asesino.
Agatha Raisin es un personaje creado por Marion Chesney bajo el seudónimo de M.C. Beaton (1936-2019). La autora creó este personaje inspirándose en Miss Marple, de la obra de Agatha Christie. Me consta que la autora ha escrito sobre este personaje una saga de más de veinte libros. La editorial Salamandra ha comenzado a publicarlos con una portada muy original y atractiva.

Cuando Agatha Raisin decide jubilarse muy anticipadamente, con cincuenta y tres años, lo que desea es tranquilidad. Agatha ha sido toda su vida una mujer con carácter, que ha sabido qué hacer en todo momento de su vida. No tiene familia, y casi ni amigos. En su trabajo ha sido una jefa de temperamento serio, sin dejar que nadie llegue a su corazón. Cuando llega a Carsely, un pequeño pueblo a poca distancia de Londres, Agatha imaginaba que iba a ser recibida tan amablemente como la habían tratado siempre sus empleados. Pero al ver que sus vecinos tenían casi tan mal carácter como ella, decide integrarse de algún modo. La ocasión ideal es participar en el Gran Concurso de Quiches. Cuando a la mañana siguiente a la resolución del concurso el juez amanece muerto, todos los indicios apuntan a Agatha como principal sospechosa.

Es aquí donde Agatha despliega todas sus dotes detectivescas, todo sea dicho, sacadas de sus últimas lecturas de asesinatos, e investigar por su cuenta para demostrar su inocencia y señalar al culpable.

El estilo de M.C. Beaton a la hora de contar la historia es muy sencillo. La autora, como fan de Agatha Christie, ha seguido el mismo guion que ésta usaba en sus libros. La protagonista, sin comerlo ni beberlo se ve involucrada en un asesinato, donde puede que no haya sido un crimen, sino un desgraciado accidente, pero que a la vez, hay varios sospechosos que podrían tener motivos para asesinar a la víctima.

Más que a Miss Marple, Agatha Raisin me ha recordado a Jessica Fletcher, protagonista de la serie de televisión "Se ha escrito un crimen". Aunque esto bien puede parecer un círculo, ya que ésta última está inspirada también en Miss Marple. A pesar de esto, ni el carácter, ni las circunstancias personales se parecen, el parecido queda reducido al hecho de que se ha cometido un crimen, su posterior investigación y la involucración de Agatha en ella.

Podríamos decir que "Agatha Raisin y la quiche letal" es lo que hoy en día denominamos un domestic noir, donde una persona que no tiene nada que ver con la investigación, resuelve el crimen.

La trama es muy entretenida, y el lector jugará a investigar el crimen y sacar deducciones, aunque como pasa en este tipo de novelas, muchos serán los candidatos a sospechosos y pocas veces sabremos a ciencia cierta quién fue hasta el final.

M.C. Beaton ha dado vida a un grupo de personajes de lo más típicos del ambiente rural británico. Desde los vecinos de Agatha hasta la pareja de policías destinados a investigar el caso.

"Agatha Raisin y la quiche letal" está narrado en tercera persona y con un indiscutible humor muy británico. Hay escenas realmente surrealistas con las que me he reído bastante.

Aunque la novela me ha gustado y me ha tenido entretenida, encuentro algo en ella que me chirría, y es el personaje de Agatha. No es porque el personaje caiga mal al resto de personajes, e incluso al propio lector puede que no caiga demasiado bien, creo que esa era la intención de la autora. Es porque Agatha tiene cincuenta y tres años, pero hay veces que se comporta como si tuviera veinte años más. Puede que sea porque la autora cuando escribió esta primera novela tuviera alrededor de setenta años y veía el rol de la mujer un tanto anticuado. Eso o será la sensación que he tenido. O que la novela esté ambientada en un tiempo indefinido, que por los poquitos datos que dan será en los años ochenta, o principio de los noventa, ya que en la historia no se habla en ningún momento de internet ni de teléfonos móviles. Aun así, ya en esa época, la mujer ya pensaba en algo más que hacer punto y cocinar pasteles.

A pesar de esto, al finalizar la novela, he de reconocer que Agatha me ha robado el corazón.

En resumen, si te gustan las novelas del estilo de Agatha Christie, donde la protagonista se ve envuelta en un asesinato y te guste el juego de la deducción, narrado con sentido del humor, "Agatha Raisin y la quiche letal" te va a encantar.


Enlace: https://anikaentrelibros.com..

A decir verdad, desconocía por completo la existencia de este género; "Cosy Mistery" o lo que es lo mismo, misterio acogedor.
Un género basado en novelas policíacas y protagonizadas por mujeres solteras o ancianas, cómo característica principal.

Todo suele transcurrir en sitios muy pequeños, sitios poco frecuentados y los asesinatos suelen ser sin mucha trascendencia y poco sangrientos.
La he descubierto y me ha encantado.
Agatha como personaje es toda una risa. A pesar de su peculiar personalidad, me encanta. Con unas ocurrencias y una búsqueda constante de meterse en problemas. de hacer preguntas y fisgonear

Es el primer libro de una saga. Muy divertido, entretiene y con un refinado sentido del humor.
Aunque nuestra protagonista esté algo desentrenada en esto de resolver los crímenes, poco a poco se convertirá en nuestra Miss Marple particular. Aunque parezca poco puesta a la investigación, será una pasión para ella.

Ha sido todo un acierto haber descubierto a Agatha Raisin.
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No conocía la saga y en principio me resultó llamativa. Tenía pinta de ser una especie de novela al estilo “Agatha Christie” pero cómica. Lamentablemente no es el caso. Sí, su intención es ser una historia entretenida, graciosa por momentos y con cierto misterio pero esto es lo que me ha parecido:

En ocasiones puede que haya cierto entretenimiento pero queda disipado debido a los numerosos detalles y fragmentos que se relatan y que no son trascendentes para la trama, llega a ser incluso desesperante.

De gracioso tiene bien poco, caricaturiza a los personajes de forma muy exagerada e intenta basar el humor en situaciones, elementos y pasajes que a mi personalmente no me han resultado para nada graciosos.

El suceso sobre el que debe girar el misterio es solo una excusa para hablarnos del pueblo y de la protagonista, el caso en sí se trata muy poco y además su seguimiento y desenlace resulta muy básico.

Por último resaltar que no he conseguido empatizar con la protagonista, además creo que hay demasiada ambigüedad en su desarrollo. Por un lado es una mujer decidida, con iniciativa pero en muchas ocasiones se vuelve completamente insegura y lo peor durante la segunda parte del libro lo único que le preocupa es si va a engordar o no. Los últimos capítulos se convierten en un bombardeo encubierto de cómo deben ser los cuerpos y de cuáles son más o menos estéticos.

En definitiva, no leeré más títulos de la saga porque este me ha dejado un sabor agridulce, nunca mejor dicho.