InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
ISBN : 8412273419
228 páginas
Editorial: Editorial Drácena (31/03/2021)

Calificación promedio : 3/5 (sobre 2 calificaciones)
Resumen:
El lazarillo español. Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso, está considerada como la obra fundamental de Ciro Bayo —un raro predecesor del Noventa y ocho, al modo de Silverio Lanza—, donde relata su viaje desde Madrid a Barcelona, a través de Andalucía y por la costa levantina, durante los primeros días del siglo XX.
Este extravagante periplo se urde con episodios de lo más variado (limosnas y aguinaldos, trabajos ocasionales, actua... >Voir plus
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Críticas, Reseñas y Opiniones (3) Añadir una crítica
balborraz
 09 August 2021
Hubo un tiempo en el que viajar estaba asociado a la adquisición de conocimientos y a la apertura de mentes; después llegó «el progreso», de la mano de la globalización imperante, y su prestidigitador marketing nos ofreció un suculento abanico de viajes y circuitos predefinidos convenciéndonos, como buenos borreguitos, de qué lugares deberíamos visitar si no queríamos ser menos que el borreguito de nuestro vecino de enfrente; máximas facilidades de contratación a precios de saldo facilitaron la posibilidad de que todos viéramos las mismas cosas, que curiosamente eran las mismas que ya habíamos visto antes de iniciar ese viaje en cientos de videos, blogs y fotografías de las redes sociales.

Si el Ciro Bayo de turno del Siglo XXI quisiera viajar de Madrid a Barcelona tendría decenas de vuelos diarios que en menos de hora y media le trasladarían del origen al final de ese trayecto, sin mayor interés para el lector, caso de querer plasmarlo por escrito, que aspectos ajenos a ese monótono viaje.

Pero el Ciro Bayo que nos ocupa consta que nació un 16 de abril de 1859, y para redactar El lazarillo español no se le ocurrió otra cosa que viajar de Madrid a Barcelona pasando previamente por Sevilla, abonando el terreno al segundo de los Machado para aquello de «Caminante, no hay camino…», marcándose una tournée de casi 3 meses sin apenas un duro en el bolsillo. Aunque el autor no confiesa la fecha del viaje más allá de que comienza en junio y finaliza un 24 de septiembre de un año «malo, muy malo para mí, tanto que ni de su fecha quiero acordarme», es presumible que corriera el año 1894, pues en uno de los capítulos de esta ‘Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso', epígrafe que lleva por subtítulo, confiesa tener la edad de 35 años; en cualquiera de los casos es razonable que realizara el viaje antes de 1903, fecha en la que falleció el torero Antonio Reverte, quien se anuncia en la terna del cartel de otro de los capítulos de la obra.

De lo que no quedan dudas es que la primera edición de ‘El lazarillo español, Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso' vio la luz en 1910, y que fue publicada con prólogo de Azorín, recibiendo un año más tarde el premio Fastenrath de la Real Academia Española, edición a la que ese mismo año también se presentó sin éxito ‘El árbol de la ciencia' de su amigo Pío Baroja, tal y como cuenta este último en sus memorias. Con estos antecedentes, no deja de ser curiosa la deslucida supervivencia de esta obra que la Editorial Drácena rescata del purgatorio de los libros olvidados, recobrando a un autor cuya biografía novelada sería tanto o más apasionante que cualquiera de sus obras, y que Ramón María del Valle-Inclán ya representó en el personaje ‘don Peregrino Gay' de su obra teatral ‘Luces de Bohemia'.

No se acerque el lector a este lazarillo como si de una guía de viajes se tratara, ni espere capítulos equilibrados; Ciro Bayo se limita a reseñar, a su libre albedrío, aquellos aspectos del camino, (o de los sitios por donde va parando), que atrapan su atención, logrando un texto poco uniforme que liga tramos de ritmos lentos y abundancia en descripciones y detalles, frente a otros donde la celeridad marca la pauta. El verdadero valor del Lazarillo español radica en los escasos testimonios directos de una época a los ojos de un escritor español, en tiempos en los que tantos extranjeros llegaban a escribir sus impresiones sobre España, la mayoría cargados de prejuicios e imprecisiones por su ignorancia del idioma o sobre la cultura de sus gentes.

Nuestro protagonista recorre aproximadamente 2000 kilómetros por conocidas localidades de las provincias de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Jaén, Córdoba, Sevilla, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona y Barcelona, la mayoría a pie, aunque también en vagón de mercancías, carro militar, mula y balandro. En ocasiones todo nos es muy familiar, como los nombres de las calles por las que va pasando, muchos de los cuales aún perduran, y personajes cuyas generaciones llegan hasta nuestros días como el caso del ganadero Miura, en cuyo cortijo comían muchos pobres de la zona; otros aspectos nos darán magnitud de la distancia, al reflejarse oficios que se han ido perdiendo, como los de peón caminero, guardavías, aguador o carabinero, u otros cuya imagen queda lejana, como la Guardia Civil patrullando con un sable por arma. No faltan en las andanzas de nuestro personaje interacciones con bandidos huidos de la justicia, gitanos, cómicos feriantes, y sobre todo mendigos, pues Ciro Bayo viaja viviendo de la caridad pese a no renunciar a trabajos ocasionales. A lo largo del texto son continuas las referencias a ritos, costumbres, anécdotas, refranes y todo tipo de historias, así como a escritores de otros siglos a las que en esta edición de Drácena es fácil ubicar, dadas sus aclaraciones a pie de página.

Acompaño unos ejemplos sobre el tipo de reflexiones(1) que encierra la obra, y de cómo pese a estar publicada hace más de 100 años, Ciro Bayo era consciente de los cambios que se aventuraban(2), plasmando con precisión(3) fotografías de la época, sin perder oportunidad de denunciar aquellas rastreras situaciones con las que se iba encontrando, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días(4).

**
1 «Una ciudad de muertos se parece en un todo a otra ciudad de vivos. Aquella, como esta, tiene sus barriadas de ricos y de pobres, casas de mármol o de ladrillos, pisos altos y bajos y en cada cuarto, o siquier nicho, el nombre del huésped, acompañado casi siempre de su filiación».

2 «Lector: ¿viste alguna vez una pisa de uvas en el lagar? ¿No? Pues procura verla cuanto antes, porque muy pronto el empleo de la máquina de prensar habrá matado esta fiesta pagana».

3 «Era una casa pequeña de un solo piso; arriba un pasillo con las alcobas, y abajo, a estilo de posada, la cocina, el patio y la cuadra. […] la buena mujer me enseñó la alcoba, ayudó a Juan a poner mi baúl al pie de la cama, puso agua en la jofaina de un palanganero de hierro por si quería lavarme, mueble que con una percha y una silla, amén de la cama, llenaban el dormitorio».

4 «A la codicia del casero se añade la de los arrendatarios. Cada uno de estos trata de sacar de balde el alquiler, hipotecando su comodidad, el sosiego doméstico y el poco aire respirable de la habitación mediante el sistema de realquilar.
Esto de realquilar era corriente en las grandes urbes a causa de la carestía de las habitaciones, a lo que se fue ocurriendo con la construcción de barriadas para obreros; pero en Madrid no se preocupan de esas cosas, antes por el contrario, tienen por típico, por muy madrileño, esos conventillos, colonias, casas de vecindad o “casas de tócame Roque”, clase de vivienda muy pintoresca para vista en revistas y zarzuelas, pero asquerosa y molesta para vivida».
+ Leer más
Comentar  Me gusta         30
Sergiols
 14 July 2021
La editorial Drácena continúa con su loable labor de rescatar del olvido clásicos de la literatura española. Así, en esta ocasión nos presenta «El lazarillo español. Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso» (1911) de Ciro Bayo.

Ciro Bayo (1859-1939) fue un autor que tuvo la mala suerte de coincidir con una de las generaciones de mayor calidad de la literatura española como lo fue la del 98, por lo que quedó “oculto” bajo los grandes nombres de dicha generación. Esto no significa que carezca de calidad e interés su obra. de hecho, será el escritor que sentará las bases de los libros de viajes que influirán a célebres autores como Camilo José Cela. Tenemos la suerte de que haya editoriales que se esfuercen por editar obras descatalogadas y olvidadas y que, sin duda, su presencia enriquece el panorama literario actual.

En «El lazarillo español» se nos presenta el viaje del propio Ciro desde Madrid hasta Barcelona, pasando por distintas ciudades del sur y del este de España, a pie y en apenas tres meses. A lo largo de este periplo, en el que el peregrino deberá vivir al día sin apenas dinero y buscando diferentes fórmulas para lograr comer y dormir bajo techo, disfrutaremos de numerosos encuentros entre el viajero y diferentes personajes, desde delincuentes hasta comediantes. Ningún viaje está exento de anécdotas, y este no podría haber sido diferente.

Lo más destacable de la obra sea el manejo del idioma español que demuestra Ciro Bayo, emulando perfectamente el estilo de los textos del siglo XVI, es decir, el siglo en el que nació la picaresca, claro referente del libro de Bayo, pero con una ausencia de crítica social que sí caracterizaba a la novela anónima. Además, la variedad léxica, oportunamente anotada y clarificada por Julia Mas Vieira en esta edición que permite seguir de manera fluida la lectura, enriquece en gran medida la obra. Otro punto relevante son las descripciones, de gran valor lírico y sensorial, de todas las provincias que va visitando en su periplo. ¿Cómo olvidar la descripción que realiza de Granada? Simplemente maravillosa.

El libro está repleto de intertextualidades y de referencias a toda clase de autores clásicos y contemporáneos, desde Virgilio, Zorrilla, Verdaguer… además de otras referencias artístico-culturales e históricas que sin duda demuestran el profundo conocimiento y sabiduría con que contaba Ciro Bayo.

Libro de viajes, picaresco, de costumbres, histórico, filosófico, sociológico… Todo ello podría englobar esta obra, en la que se reflexiona sobre el vino, la felicidad, la lengua castellana y la catalana, los modos de vivir de la gente en la época, y todo ello en apenas 230 páginas. Una obra que ofrece al lector conocer la geografía española del siglo XX, sus costumbres y personalidades que entronca con el tópico horaciano docere et delectare, es decir, un libro para aprender disfrutando.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         30
Bookational
 05 August 2021
Ciro Bayo (1859-1939) fue un escritor y traductor madrileño muy conocido en su época por su carácter aventurero y por su literatura de viajes. "El lazarillo español. Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso" recrea un supuesto viaje que realizó el autor de Madrid a Barcelona pasando por Castilla, Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana.

Este periplo, realizado a principios del siglo XX, recuerda a las novelas picarescas más famosas de nuestra literatura: "El lazarillo de Tormes", "El Buscón", "Rinconete y Cortadillo". En él, el lector encontrará el mismo tono humorístico, pillería y personajes que en este tipo de novelas del siglo XVI, pero con situaciones y temas conversación adaptados al siglo XX. Así, a través de estas páginas, iremos construyendo en nuestra mente una imagen de la España del momento; de su historia y de sus gentes. El hilo conductor de la historia serán las aventuras que vivirá el protagonista, que le llevarán a agudizar su ingenio para poder llegar a Barcelona sin morirse de hambre: pedirá limosna, ayudará a recoger olivas o a vendimiar; o simplemente se cruzará con personas de buen corazón que lo ayudarán en todo lo posible bien acogiéndole en su casa para poder pasar la noche u ofreciéndole un plato caliente en su mesa.

Si tuviera que nombrar algún aspecto negativo de la narración sería el hecho de que en ocasiones, sobre todo el principio, me ha parecido algo apresurado, como si el autor tuviera más interés en ir enumerando los lugares por los que iba pasando que en detenerse a mirar y a mostrarnos lo que veía. Bajo mi punto de vista el punto fuerte de esta obra de, además de las descripciones de los lugares por los que va pasando, son las explicaciones que ofrece sobre el origen de expresiones o palabras usadas en nuestra lengua; por ejemplo, conoceremos qué significa "estar entre Pinto y Valdemoro", qué es un perra gorda o por qué "hostería" se llama "fonda" en catalán. A propósito de esto último, destacar también que el autor introduce diálogos en catalán y explica el sentido de algunas de las expresiones más usadas en esta lengua, cosa que enriquece todavía más la lectura y da más credibilidad a la historia.

Para terminar, pienso que es importante apoyar y agradecer la encomiable labor que hacen editoriales como Drácena Ediciones, al rescatar y tratar de evitar que obras como esta, que es una fotografía de la sociedad española de la época y por tanto un documento de mucho valor historico, caigan en el olvido.

+ Leer más
Comentar  Me gusta         30
Citas y frases (1) Añadir cita
balborrazbalborraz11 August 2021
Una ciudad de muertos se parece en un todo a otra ciudad de vivos. Aquella, como esta, tiene sus barriadas de ricos y de pobres, casas de mármol o de ladrillos, pisos altos y bajos y en cada cuarto, o siquier nicho, el nombre del huésped, acompañado casi siempre de su filiación.
Comentar  Me gusta         00
Libros más populares de la semana Ver más
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro




Test Ver más

Harry Potter y las reliquias de la muerte

¿Quién mata al elfo Dobby?

Voldemort
Bellatrix Lestrange
El señor Malfoy
Nadie, murió de viejo

12 preguntas
66 lectores participarón
Thème : Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte de J.K. RowlingCrear un test sobre este libro