El nacimiento del mundo moderno nos adentra en pleno siglo XVIII mostrándonos una era de revoluciones, un período de «inestabilidad e interrupción». El orden mundial que surgió después de 1815 marca el inicio del papel central que comenzará a tener el Estado a partir del siglo XIX. El emergente internacionalismo económico e intelectual se verá afectado por los cambios acelerados de la época, cuya crisis desembocará, irremisiblemente, en la Primera Guerra Mundial. Ba... >Voir plus