Arcadia

Este libro lo he podido leer gracias a Masa Crítica de Babelio.

No ha sido lo que esperaba. Sí es cierto que ha estado interesante y que el mensaje me ha parecido muy necesario en estos tiempos que corren, pero esperaba otra cosa. Quizá mis expectativas estaban puestas en otro tema y no han llegado a cumplirse. Me ha parecido una lectura lenta y a veces con partes innecesarias o descripciones demasiado tediosas que hacían que perdiera el hilo de la trama. Que, en realidad, no hay ninguna trama concreta ni un hilo conductor, solo es eso, la descripción de la vida de Farah, la protagonista dentro de lo que llaman "sociedad blanca", donde no hay tecnologías de ningún tipo y todo es libertad y amor y vivir rodeado de naturaleza. Es una utopía pero como tal, tiene sus fracturas de las que Farah se dará cuenta poco a poco.

Me ha gustado su lucha interna debido a su enfermedad rara que hace que pierda sus atributos femeninos convirtiéndolos en masculinos. Este punto ha sido es más interesante porque ella va explicando esos cambios en su cuerpo que no entiende, perdiendo casi por completo su propia identidad y éste es el punto central de la obra, ver cómo ella va cambiando y aceptándose poco a poco.

Pero, quitando esa parte, el resto de la historia estás esperando algo que, incluso la protagonista te va diciendo que va a ser muy importante y nunca ocurre. Bueno, sí ocurre pero al final y no tiene una repercusión grande en la historia, parece que ese final tan incoherente con la trama está puesto para darle un punto de acción al libro, pero se queda en un hecho aislado.

La pluma de la autora me ha encantado. Es muy descriptiva, como ya he dicho antes, a veces en exceso pero sí es cierto que tiene una prosa muy bonita y los símiles que hace al describir los sentimientos de la protagonista con la naturaleza me han embelesado. El único problema, que parece más un ensayo o una obra donde deja fluir sus pensamientos sin tener ningún tipo de hilo conductor.

Es una lectura interesante y diferente, donde el tema sobre quererse a uno mismo y las dudas que tienen todos los adolescentes con respecto a quiénes son, diría que es su punto fuerte.
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En esta historia utópica, nos encontramos con la vida de Farah, una joven con una enfermedad rara que hace que pierda su feminidad poco a poco. Farah vive con sus padres en una especie de comuna donde sin distracciones terrenales viven en armonía.

Farah nos cuenta tanto su raro proceso de cambio, como su vida, sus relaciones con los demás inquilinos y la vida de estos, de manera ácida y gentil. Una historia diferente para amantes de la buena prosa.

Digo esto porque la traducción me ha parecido magistral, que imagino hará alarde a la pluma de la autora, especialmente por su exquisito vocabulario.

Íntima, pausada, detallista, cómica y me atrevería a decir que para publico minoritario.

Farrah es la narradora, lo cual es un poco increíble por el vocabulario que utiliza para tener casi 15 años.

El libro se hace lento y hay cosas que no entiendes, por que no tienen sentido en nuestra sociedad. O eso es lo que yo creo.

La verdad, esperaba otra cosa cuando lo pedí, y no tiene nada que ver con lo que yo creía que iba a ser.
En realidad, Farrah tiene una vida rara y complicada de la que nos cuenta extractos, sin un orden predeterminado, solo de lo que se va acordando.

Intentaré seguir leyéndolo, pero por el momento no es mi estilo.

La protagonista de esta peculiar novela francesa se llama Farah, que al principio, cree que es una chica, pero en una visita médica le dicen que no posee vagina; por lo que duda sobre su identidad sexual y de si es chica o chico; enfermedad rara llamada de Rokinstansky o algo parecido y que según he investigado un poco existe.