Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos

Amor Líquido, el último libro (al menos de los que publicó en vida) de Zygmunt Bauman, se centra en la manera en que el ser humano se relaciona con los demás y crea puentes cada vez más débiles, relaciones menos comprometidas e interacciones cada vez menos significativas. Este libro hace un repaso por diferentes ámbitos de la vida humana en los que el amor o el mero hecho de sentir empatía por otra persona se ponen a prueba.

El libro comienza con un prólogo en el cual se introduce el concepto de la sociedad líquida y el amor líquido que se convierte en un reflejo de situaciones efímeras, vacuas, cuyo producto nunca llega a solidificarse o consolidarse en algo fuerte, constante y significativo. Luego, el primer capítulo “enamorarse y desenamorarse” trata a fondo esas dos acciones tan determinantes en la vida de los seres humanos. Uno de los principales temas que aparece en este capítulo es el temor al sufrimiento y a lo desconocido, a la creación de vínculos estables que generan responsabilidades, a la inagotable incertidumbre que se vive al estar en una relación y esperar que la otra persona siga sintiendo lo mismo que uno siente por ella. Todas estas situaciones, dilemas y experiencias han derivado en una sociedad que ve el amor como un producto que se puede utilizar por un momento y luego ser descartado, como un bien de inmediata satisfacción y aún más inmediata devolución.

En el segundo capítulo “Fuera y dentro de la caja de herramientas de la socialidad” el sexo y sus posibles sustitutos, son analizados a la luz de diferentes teorías en las que la necesidad constante de satisfacer deseos e impulsos se convierte una obsesión que busca ser alcanzada por cualquier medio. Igualmente se habla de los hijos y el papel que estos juegan en la vida de los padres, de la inversión que estos representan en el ámbito económico y las satisfacciones otorgadas desde un punto de vista personal. Adicionalmente, Bauman habla del matrimonio y la manera en que es visto como un pacto en el que se asumen las consecuencias de los actos; mientras que en las uniones pasajeras las consecuencias son un elemento que está por fuera de todo racionamiento, y este es precisamente su atractivo, el no tener que pensar en lo que pasará a futuro.

El tercer capítulo “Sobre la dificultad de amar al prójimo” versa sobre temas que van desde la empatía, la confianza y la dignidad humana, hasta reflexiones profundas sobre las dinámicas de las ciudades y la tendencia a la separación entre diferentes sectores sociales dentro de la misma ciudad. En este capítulo se abre un gran abanico a las posibilidades de crear un nuevo tipo de sociedad basado en la interacción entre los seres de diferentes estratos, creencias y nacionalidades; en la posibilidad de crear una nueva sociedad con base al cuestionamiento de los valores y costumbres dominantes; y en la cada vez más esquiva posibilidad de pensar en una sociedad global que cree soluciones globales a los problemas locales, y no soluciones locales a problemas globales.

Finalmente, el cuarto capítulo “La unión desmantelada”, se centra en aquellos “productos desechados” del avance social y tecnológico. Aquellas personas que a causa de las dinámicas sociales de sus territorios se ven obligadas a buscar nuevos lugares para reubicarse e intentar reconstruir sus vidas. En este capítulo los migrantes, refugiados y desterrados son el tema central. La reacción que tienen los habitantes de los lugares a los que llegan, la asimilación que tienen o la ausencia de esta, se convierten en factores claves para alcanzar esa anhelada prosperidad, o para continuar con esa situación desfavorable que los hace sentir excluidos e inferiores. Para Bauman, el mundo cada vez se está llenando más de sitios donde se confinan los refugiados, en los que estos son vistos como fuente de todos los problemas que puede tener un territorio y son culpados por las situaciones adversas presentes; lo que genera un mundo cada vez más excluyente y una sociedad más cerrada en sus costumbres y vivencias.

En resumen, “Amor líquido” es una radiografía a la sociedad actual, en la que la inmediatez, el temor y la desconfianza han jugado un papel determinante para que los vínculos humanos sean cada vez más endebles, efímeros e interesados. La mercantilización del amor, la facilidad del sexo sin compromiso y el mismo temor al compromiso por evitar asumir las consecuencias de los actos, han llevado a que las relaciones de pareja disminuyan, para dar lugar a un mercado de usos y descartes. Esta desconfianza también ha permeado otros aspectos de la vida humana, la aceptación de los migrantes se ha disminuido constantemente y las posibilidades de tener una sociedad multicultural se ven amenazadas por los fundamentalismos y los fanatismos que identifican en todo lo que no es propio de un lugar, un fuente de decadencia y malestar que los obliga a imponer barreras para evitar un posible “contagio” y a aislar esa fuente de “contaminación” para evitar que el virus se propague. A pesar de esto, al igual que Kant, al que tanto cita el autor a lo largo del texto, con su idea de una sociedad global y armónica, en el fondo Bauman comparte esa idea de dejar las diferencias de lado y arrojarse a la construcción de un nuevo mundo basado en la dignidad de cada ser humano y en la importancia de cada uno para el desarrollo de una nueva sociedad más empática, más unida y más sólida.
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Si quieres encontrar respuestas en el tema del amor, definitivamente tienes que leer este libro. Sin dejar de lado la sabiduría del señor Zigmunt.

Amo este libro. En definitiva es un libro que todos deberíamos leer.