Blacklands

Empecé a leer éste libro más que nada porque la autora me gustó mucho con La chica del tren.
Este es una novela negra que atrapa no precisamente por su acción (que la tiene) sino porque uno de los personajes principales es un niño de 12 años.
Trata de un asesino en serie pedófilo que está encarcelado por la violación y muerte de varios niños hace casi 18 años. El niño protagonista es Steven, el cual tiene la obsesión de saber dónde está enterrado su tío, al que asesinaron cuando tenía la misma edad que él. Steven quiere encontrar los restos de su tío para que su abuela y su madre descansen sabiendo dónde fue enterrado.
El libro narra perfectamente los sentimientos y el punto de vista de un niño de 12 años falto de cariño por parte de su familia.
Y la parte contrapuesta es que la autora hace que entres en la mente de un asesino pedófilo el cual no siente ni culpa ni remordimientos por violar y asesinar a niños, sino el deseo de seguir haciéndolo.

Una historia a la par que curiosa original.
Nos metemos de lleno en la mente de un niño de 12 años y sus pensamientos hacia lo que ocurre en su familia y como el piensa que lo puede solucionar. Esa obsesión que tiene, y como ello le hace cartearse con un asesino en serie.
Al igual tenemos la posición del asesino, lo que piensa, y en parte el "por qué" de los asesinatos que ha cometido y su manera de verlo.
Aunque hasta casi al final no empieza la verdadera acción, la novela consigue ponerte en tensión continuamente por saber que va a pasar y sobre todo engancha para descubrir el misterio.
Recomendada 100%

Una buena historia, con un buen final. La búsqueda de un niño por saber la verdad, de la desaparición de su tío cuando era niño, a manos de un asesino pederasta. Páramos y mucho terreno por explorar con una pala, así empieza esta historia donde el protagonista, se dedica a excavar buscando el cadáver de su tío. Hasta que decide cartearse con el asesino de este, que permanece en la cárcel. Todo muy sórdido.