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Me declaro fan incondicional de los romances en los que uno de ellos es el mejor amigo del hermano del otro. ¿Trillado? Puede, pero a mí no me cansan. He leído historias de todas las formas y colores, y es una premisa que sigue sin aburrirme. Esta, con todo, no es la mejor novela del estilo que haya caído entre mis manos, pero igualmente ha sido entretenido. Mi mayor problema ha sido con la falta de profundidad de la trama. La sinopsis romete algún tipo de problema entre Jamie y Nico: por un lado uno de los hermanos de Jamie puso una regla según la cual queda totalmente prohibido que los hermanos se líen con los amigos de los demás; y por otro Nico se supone que es un adicto al trabajo que no quiere ni oír hablar de relaciones. ¿Aparecen estos temas en el libro? Sí, pero por encima. Lo que más me ha gustado han sido los hermanos Caldwell en su conjunto. Me encantan las familias literarias grandes en las que hay pullas y piques entre hermanos pero siempre de forma sana y divertida. Me gusta cuando los protagonistas tienen el apoyo de su familia, gente que está ahí en las buenas y en las malas, y leer sobre esos encuentros para comer en las que todo es un desastre y tú no puedes dejar de reír. Y en particular me ha encantado Saint. Él es quien impuso la regla de no salir con los amigos pero al mismo tiempo es el que menos importancia le da a dicha regla... y no es para nada consciente del impacto que tuvo en casa ni la importancia que le dan sus hermanos. Hasta que un día nota que algo sucede entre Nico y Jamie y no es consciente de que él es el principal culpable de la tensión entre ambos. Nico y Jamie es una pareja con mucha química. Es innegable desde el minuto uno que encajan a la perfección y me ha gustado cómo ha ido la cosa entre ellos. Pero, como he dicho al principio, creo que la problemática de su relación, el motivo por el que se resisten a estar juntos, carecía de la profundidad suficiente. Es como que las cosas entre ellos funcionan muy bien a lo largo de todo el libro y no es sino al final cuando asuntos como el problema de Nico para comprometerse tiene importancia. Y eso se nota, especialmente, en el conflicto final. El cual, permitidme ser sincera, es algo ridículo. Con todas las cosas que los autores podrían haber elegido para generar una ruptura, un punto de no retorno entre ellos, han ido y se han decantado por la cosa más tonta de todas. Y sí, la reacción de Jamie es exageradísima. Resumiendo, con todo, es una lectura muy entretenida que he disfrutado de principio a fin. Que me ha hecho reír un montón y que me ha dejado con ganas de conocer a los demás heramnos. Me habría gustado omitir alguna escena íntima en pro de profundizar el aspecto emocional, pero no es algo que te estropee la lectura tampoco. Y el final, ¡el final! te deja queriendo más porque el siguiente libro, protagonizado por Braxto y Saint, promete ser un enemies to lovers de lo más hilarante. + Leer más |