Novela deliciosa en la que Lana propone una reflexión sobre el paso del tiempo y cómo lo percibimos a través de los recuerdos. La amistad de Sara y Lejla, cómo afectó a su desarrollo posterior su tiempo compartido y lo que supone su reencuentro, algo descabellado, doce años más tarde, constituyen la base de esta historia, sin principio, sin final, eterna. |