Intramuros: La novela de Ferrara

"Echarles en cara un pequeño error de juventud, alguna más que humana equivocación en lo que se refiere a la opción política en tiempos tan remotos que hoy se veían como legendarios"

Esta "novela" titulada "Intramuros" y que se presenta como la primera parte de la novela de Ferrara es en realidad una colección de cinco cuentos. Originalmente fueron publicados separadamente por lo que su coherencia no siempre es palpable. Yo leí primero "El jardín de los Finzi - Contini" que vendría a ser como la segunda parte y me llegó a gustar definitivamente más.
Este conjunto de cuentos no me llegó a gustar tanto. Me sorprendió un poco la mención a los Finzi Contini y probablemente hay más menciones que, como no recuerdo bien su anterior libro que leí, seguro se me han pasado.
Las historias, desde luego, están ambientadas en Ferrara, ciudad donde el autor nació y que conoció tan bien. Lástima que esta edición no tenga casi notas porque me la pasé muchos ratos en el libro sin saber a qué se referían muchas cosas. Una obra como ésta necesita mas información geográfica e histórica para comprender realmente lo que se cuenta.
El lirisimo de Bassani lo reconocí sobre todo en sus lugares, en la descripción de las avenidas, de los paseos y de las costumbres de Ferrara. La nostalgia tan característica de su obra me hizo recordar su estilo. Debo decir, sin embargo, que sufrí mucho con "Paseo antes de cenar" y "Una lápida en vía Mazzini". Muchos paréntesis, pensamientos dentro de la trama que tenían descripciones poco importantes o fugas de pensamiento, que por momentos hacía que me pierda en la lectura. Pensé que podia ser la traducción , pero el primer cuento "Lida Mantovani" y los demás sí eran más comprensibles y expresivos. Los saltos en el tiempo también no fueron tan de mi agrado y es que encontrarte con ellos en una novela enorme no se nota tanto como en un pequeño cuento. Donde empiezas en un tiempo para luego retroceder y se te explique el origen de todo.
A pesar de todo esto los relatos sí tienen un lugar en común, el fascismo y la Segunda guerra mundial. La República de Saló (que no conocía y tuve que buscar en internet, lamento como lo repito la falta de notas) también tiene un lugar en todos estos cuentos como un personaje más. Este sistema de gobierno que se llamó así por el lugar en el cual fue instaurado y cuyo nombre en realidad era República Social italiana, fue un estado italiano títere de los nazis, mientras la parte libre de Italia ya era recuperada por los aliados. Los cuentos hablan de ella debido a los asesinatos que se cometieron en Ferrara o los vínculos que mucha gente llegó a tener con ellos mientras duró y que permitió la masacre de varios ciudadanos y sobre todo el despojo a la comunidad judía. Esta última también está presente en los cuentos, las injusticias y los vejámenes que se cometieron contra muchos de ellos, que eran antes habitantes, vecinos o amigos de Ferrara.
En el relato de "Clelia Trotti" se habla de esta antigua dirigente socialista que tuvo que luchar luego con la marginación y la permanente vigilancia a la que era sometida. Fue interesante ver la evolución de su estilo de vida y de la aparición histórica del Fascismo con Mussolini a la cabeza y a la Marcha a Roma de por medio. No se cuentan los acontecimientos completos, no es un libro de historia desde luego, cada cuento tiene salpicaduras de la historia de Ferrara durante el fascismo y la segunda guerra mundial, la opresión siempre está presente a lo largo de todos los relatos. Sin embargo, a pesar de alguna crudeza que aparece de cuándo en cuándo no llegué a sentirme compenetrado del todo, creo que "El jardín de los Finzi Contini" armoniza más la nostalgia de lo que era la ciudad y el terror que se impuso luego en la misma y en los propios ciudadanos. También no tuve muchas buenas frases para resaltar y es que aunque la trama y los cuentos no son tan desordenados como por ejemplo me pasó con "Dublineses" no logra apuntar a una sola dirección y estilo.

"Me vigilan, meten la nariz en todo lo que hago. Créame, peor que si fuese una niña. Me doy cuenta. A la gente que no piensa como nosotros ..., es decir, a la gente que tiene una idea de la política completamente distinta de la nuestra..., por otra parte, buena gente, ¿sabe?, dos auténticos corazones de oro ..., me doy cuenta de que portarse conmigo como por desgracia se portan puede parecerles una especie de derecho"