Leer a Lucía Baskaran es leer tu propia mente, es un espacio seguro para todas. Es fácil adentrarse en las páginas de este libro que nos habla a todas las mujeres, con vivencias que hemos tenido todas, da igual tu condición sexual, edad o estado civil. El libro no solo nos habla de la Alicia de ahora, la adulta, sino que también nos lleva a su infancia y adolescencia. Y, ¿quién no ha asistido a una fiesta de pijamas? ¿Quién no se ha sentido fuera de lugar alguna vez en el colegio, hasta que encuentras a alguien que es parecido a ti? Esa infancia en la que todo es nuevo, descubres siempre algo nuevo que te maravilla. Pero también asistimos a otra etapa de la vida, la adolescencia, en la que no basta con compartir tu bocadillo para hacer amigas. En la que ya no descubres tantas cosas en el exterior, y empiezas a investigar tu interior y tu cuerpo. Ese cuerpo maldito que ya comienza a despertar el deseo, pero que sufre tantos cambios que te preguntas si es el tuyo realmente. La mente puede ayudarte o deshacerte en cualquier momento, y en este libro se ve claramente que cuando luchas contra ella, es mejor tener buenas personas a tu alrededor. Un grito en la oscuridad en la que a veces nos sumimos, porque se está bien allí abajo, pero de la que queremos escapar a la vez. Una novela muy recomendable para cualquier mujer a la que le apetezca sentirse identificada con una lectura rápida e interesante. |