Después de leer Peter Pan no podía dejar de interesarme por su primera aparición literaria y busqué este libro. Aunque la ambientación es preciosa y el Peter que vemos aquí es inocente, limpio y nada tiene que ver con el arrogante (y dolido) que después conoceríamos, no deja de parecerme una historia tristísima. Casi me muero de pena cuando Peter se da cuenta de que jamás podrá volver con su madre. Y no podré volver a ver una golondrina en mi tejado sin sentir escalofríos. Aunque me ha gustado, me deja mal rollo este Barrie. |