El único recuerdo de Flora Banks

Flora Banks es una adolescente de 17 años que sufre amnesia anterógrada desde que tenía diez años. No recuerda nada, su mente no es capaz de retener información durante mucho tiempo. Para acordarse de las cosas y de quién es, apunta todo en un cuaderno y se escribe notas en el brazo.
Gracias a un beso su vida da un giro radical. Un beso que se da con Drake, el exnovio de su mejor amiga. El recuerdo de ese beso no se le olvida y la llevará de viaje a las islas Svalbard en busca de Drake.

Este libro nos trae una historia diferente y original. Narrado desde el punto de vista de Flora, la protagonista, con la que he tenido sentimientos encontrados. Me parece un personaje muy valiente, me he divertido con ella y hasta le he cogido cariño. A lo largo del libro vamos viendo como evoluciona. Sin embargo, por momentos me he desesperado con ella y me ha resultado cansina, ya que repite sus pensamientos una y otra vez y leer varias veces lo mismo puede resultar molesto. Pero esto tiene un doble significado, ya que si lo piensas bien es perfecto que cause esta sensación en el lector porque realmente es así como funciona la mente de Flora. Por lo que la escritora consigue ponerte en la piel de la protagonista y te hace sentir lo mismo que ella siente. Es fascinante.

Al principio se me hizo algo lento y a veces un poco pesado por las constantes repeticiones, pero a medida que avanzas en la lectura va cogiendo ritmo y consigue engancharte. El final es inesperado y consiguió sorprenderme. Deja una puerta abierta a una posible continuación de la historia.

Es un libro ligero y entretenido. Me pareció una historia triste y muy enternecedora, con un toque de misterio que consigue engancharte y no parar de leer. Lo que más me ha gustado son los giros inesperados que ha dado la historia hasta llegar al final.
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Antes de empezar a hablar de este libro debo decir que me sorprendió gratamente, sabía muy por encima de que iba, pero no imagine que me iba a enganchar tanto y que iba a disfrutar de esta lectura como lo hice. Flora es una adolescente de 17 años que, tras haberse sometido a una operación de cerebro a los 10 años para extirpar un tumor, sufre una amnesia que le impide generar nuevos recuerdos. Un beso fugaz en la playa con Drake, el novio de su mejor amiga, la hace recordar por primera vez en 7 años. Flora sabe que ha besado a un chico y emocionada por ello y creyendo que, junto a él, las cosas pueden volver a la normalidad decide seguirlo, y emprender un viaje en su búsqueda, animándose a hacer cosas de las que nunca se hubiera creído capaz. Sin embargo, el viaje no sale tal como ella se imagina y más que nunca deberá aferrarse a las palabras que se encuentran grabadas en sus brazos: “Flora, se valiente”.

Cuando lo empecé a leer había cosas que no me terminaban de cerrar y comportamientos que no lograban convencerme, con el correr de las páginas y el desarrollo de la trama muchos de ellos logran explicarse, pero aun así hay ciertas cosas que, para mí, se sucedieron con demasiada rapidez y otros que, conociendo el final de la historia, no terminan de tener mucho sentido. El personaje de Flora me gustó mucho y considero que está muy bien construido, si bien tiene 17 años, en su mente y de acuerdo al trato que recibe sigue siendo una nena de 10 años, y esa dicotomía está muy bien reflejada en su personalidad y comportamiento. El libro llega a hacerte sentir en carne propia el padecimiento de esta joven, a tal punto que, por momentos la lectura se vuelve agobiante de tan inmersa que me sentía en la mente de Flora, permitiéndome comprender la confusión mental que la atormenta. Hay muchos personajes en la historia y me quiero quedar, por un lado, con Jacob y Paige que son de esos personajes entrañables que acompañan y ayudan a Flora a superarse y a crecer, creyendo y confiando en ella; pero también me quedo con la mama de Flora que quiere el bienestar de su hija, y que se comporta como se comporta por el amor y el miedo que siente, por más cuestionables que me hayan resultado sus conductas.

El final me sorprendió con algunos giros que no veía venir, pero aun así esperaba un poquito más. En resumidas cuentas, es un libro que se lee súper rápido, que da ganas de seguir leyéndolo y que está escrito con un estilo sencillo pero bonito y agradable de leer. Una novela que superó mis expectativas y que recomiendo si buscan un contemporáneo que salga de lo conocido y que los enganche.
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¿Cómo comenzar a hablar de esta historia? Primero hay que hacer un pequeño resumen de la historia: Flora Banks es una joven de 17 años quién padece una extraña pérdida de memoria, esto es a raíz de que cuando tenía 10 años tuvo un tumor cerebral y al extirparlo también sacaron parte de su cerebro encargada de guardar memorias, Flora recuerda toda su vida antes de los 10 años pero a partir de ahí cada día es un desafío donde debe apoyarse de notas escritas en sus manos y brazos y depender totalmente de sus padres para que la cuiden. Un día nuestra joven protagonista asiste a la fiesta de despedida de Drake, el novio de su mejor amiga Paige, y por cuestiones de la vida termina en la playa besándose con Drake, para su gran sorpresa algo sucede que Flora es capaz de recordar este beso y ella se aferra a este recuerdo como si no hubiera un mañana y decide que buscará a Drake hasta el fin del mundo con tal de ser normal y tener recuerdos como todas las demás personas. Así empezará una búsqueda que la llevará no solo a enfrentarse a la verdad, si no también a descubrir que a pesar de sus límites Flora es una chica valiente y excepcional.

Como les dije en la introducción me es muy difícil hacer este tipo de reseñas porque no se que decir de la historia, ni siquiera yo misma acabo de definirme sobre si el libro me gustó o no, voy a comenzar con los puntos buenos y al final hablamos de lo no tan bueno: primero debo decir que a pesar de ser una chica enclaustrada en su pasado, Flora es un personaje que refleja un crecimiento y una maduración importantes y de agradecer, no es una chica que se queda estancada, es una joven llena de vitalidad, energía, inquietudes y deseos de vivir la vida al máximo, es importante destacar la ambientación de la novela pues aunque al principio es demasiado repetitiva (Flora se la pasa diciéndose sé valiente, soy Flora Banks, tengo 17 años, etc.) esto es entedible dada la naturaleza de la historia, es más (siendo honestos) llegó un momento del libro que lejos de aburrirme me sentía mal, mal en el sentido de pensar lo horrible que debe ser vivir en una prisión así, de la que no puedes huir porque esa prisión eres tu misma, es tu mente quien te juega mala pasada, eres tu misma quién no puede salir corriendo de....pues de ti, estar encerrado en algo así debe ser horrible y llegado un punto en la lectura si sentí empatía por Flora y pensé: “Estar encerrada en una mente así debe ser el mismísimo infierno”. La propia Flora lo llega a mencionar e incluso analiza que el tiempo es una medida que no es igual para todos, pues para ella un segundo se puede convertir en minutos e incluso horas donde simplemente se queda mirando la nada y su cerebro se borra, así pum... Otro punto destacable es que a pesar de que al libro le cuesta tomar fuerza la trama llega a un punto donde es imposible dejar de leer, pues el misterio te absorbe y comienzas a hacer tus teorías locas para finalizar con una revelación que, al menos yo, no me esperaba.

Ahora hablemos de lo no tan bueno, comenzando por lo lento del libro y sus constantes repeticiones que llegan a ser demasiado cansadas, de verdad, este libro tiene una buena trama pero la autora por momentos no supo explotarla y termino haciendo una historia de la que es difícil quedar atrapado inmediatamente, yo no soy de dejar libros inconclusos (mujer luchona) pero me imagino que la gente que no tiene problema en no terminar una historia dejaría este libro en las primeras 20 páginas, otro punto es que la autora no supo manejar a un personaje tan genial como Flora, y a veces se iba a los extremos en cuanto a su personalidad, a pesar de que la protagonista tiene un crecimiento hay momentos en que es insoportable, se comporta como una niña pequeña inútil y caprichosa e incluso cuando se obsesiona con Drake y, literalmente, lo persigue y solo piensa en él, en esos momentos estuve a nada de aventar lejos el libro, nunca me había tocado leer una protagonista femenina tan obsesiva, dependiente emocionalmente hablando y tan boba que se la pasará pensando: “Amo a Drake, Drake es mi novio y lo amo, Drake, Drake, DRAKE”.... Y si, entiendo las razones del porqué actuá así, entiendo el porqué de su obsesión insana pero no significa que por comprenderlo me tenga que gustar ¿verdad?

En resumen, ¿Es El Único Recuerdo de Flora Banks un mal libro? No, es un libro lento, es un libro repetitivo y confuso que llegar a ser pesado de leer pero que también tiene muchas cosas buenas como una protagonista interesante, obsesiva y encerrada dentro de su propia mente, un tema de trastorno mental bien desarrollado (lo cual es raro de ver en la literatura juvenil actual) y una ambientación que por momentos toma tintes de terror psicológico cuando nos ponemos en el lugar de Flora Banks y pensamos el infierno que debe ser vivir así. Si es una novela que recomendaría si buscan algo diferente, una historia rara pero enrevesada, si buscan una protagonista con múltiples defectos pero que aún así logre terminar siendo entrañable. Si buscan todo eso, entonces esta en su novela.
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De este libro nos llamó tanto la atención la portada, que nos hemos lanzado a leerlo sin ni siquiera mirar la sinopsis, así que nos hemos lanzado a la piscina y, literalmente, hemos ganado. Ha sido uno de los mejores descubrimientos en lo que va de año.



Como bien dice la sinopsis, Flora es una joven que sufre de amnesia, de manera que no se acuerda de prácticamente nada de lo que ha hecho, además de que toma un montón de pastillas para estar bien, hasta que, un buen día, sus padres tienen que irse de viaje, y dejan a Flora con su mejor amiga, Paige.

Hasta ahí todo bien, pero con ese viaje inesperado de sus padres, Flora empieza a experimentar ciertos recuerdos y emociones que no había experimentado hasta entonces, emociones que la hacen viajar incluso a un archipiélago noruego en busca del amor de su vida.

Allí, Flora va a ser capaz de empezar a conocerse un poco más, a descubrir cuáles son sus limitaciones reales y cuáles son las impuestas, y descubrir también toda la verdad, porque no siempre todo lo que nos dicen es cierto, ¿verdad?

Es una historia de superación, aunque la protagonista no se esté dando cuenta de que se está superando a sí misma a cada momento que pasa, cada vez es capaz de realizar actividades o planificar ciertas cosas que nadie creía que ella pudiera llegar a realizar. Además de que, gracias a este viaje, va a descubrir toda la verdad sobre su amnesia.

Es una historia que nos ha gustado mucho. No podemos hablar demasiado de ella en profundidad sin llegar a hacer spoilers, pero creo que merece la pena ser leída, ya que descubriremos varias facetas del ser humano, que a veces nos hacen comportarnos de determinada manera simplemente por puro egoísmo.
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Me gusto el libro, aunque a veces se me hacia un poco pesado, La protagonista me pareció un poco infantil pero despues a medida que vas leyendo eso se soluciona

!Este libro es genial! Me encantó el personaje principal y el hecho de que la amnesia juega un papel tan importante en la historia. Claro, hay un indicio de un triángulo amoroso y a ella no parece importarle mucho lastimar los sentimientos de su mejor amiga cuando besa al novio. Claro, si piensas críticamente en la trama no es exactamente tan creíble. Pero para ser honesta, realmente no me importaba. Flora logró ganarme mi corazón desde la primera página y me encantó tanto la escritura como la forma en que Flora logró hacer tantas cosas sufriendo con amnesia anterógrada como lo hace ella. Y ese final! Está en mi lista de favoritos.

Nuestra protagonista es Flora, una chica especial desde los diez años. Tuvo un accidente a esa edad y, a partir de ese momento, sufre episodios de amnesia que le impiden recordar todo lo que ha sucedido después. Es decir, la vida de Flora se resume en: perder la memoria y volver a pensar que tiene diez años, hasta que gracias a las cosas que se escribe en los brazos o en sus post-its se da cuenta de que en realidad tiene 17 años y nada es como ella creía. En un par de horas, todos los detalles que ha conseguido recopilar sobre su situación actual se pierden nuevamente. Y así una y otra vez. Entre las pocas cosas que recuerda Flora se encuentran su nombre, su dirección en caso de emergencia, y sus padres y su mejor amiga de la infancia, Paige. El resto, la mente de Flora no es capaz de retenerlo. Un día, Flora va a la fiesta de despedida de Drake, el exnovio de Paige, y se besa con él. Sorprendentemente, a la mañana siguiente recuerda ese beso prohibido. Su punto de partida ha cambiado, y ahora cada vez que pierde la memoria lo primero que recuerda es que ha besado a un chico, que ese chico se llamaba Drake, y que era el novio de Paige hasta que anunció que se iba a las Svalbard. ¿Y a dónde irá Flora? Detrás de ese chico que le ha hecho recordar de nuevo.

Quiero romper una lanza a favor de Flora, y es que es imposible no cogerle cariño. Si bien es cierto que a veces resulta un poco frustrante la narrativa, pues nosotros, al igual que ella, debemos recordar todos esos detalles que Flora necesita para seguir adelante. Y, bueno, al final os cansaréis de leer "mi nombre es Flora Banks; tengo 17 años; besé a un chico; se llama Drake y me ha hecho recordar". En ese sentido, creo que se parece un poco al halo de confusión que rodea al personaje de Caden en El abismo (reseña aquí). Unido a esto, también nos encontramos con que la voz narrativa puede parecer muy ingenua, rozando el infantilismo, al principio de la novela. Después de todo, cuando Flora recobra sus pocos recuerdos sigue pensando que tiene diez años y percibe la realidad como si de una niña se tratara. A pesar de eso, entiendo que la autora haya decidido llegar hasta ese punto de repetición y realismo a la hora de caracterizar a Flora, ya que consigue que el lector se meta totalmente en la piel de la protagonista. Flora es una muchacha intrépida y guerrera, soñadora, divertida; no me puedo ni imaginar lo horrible que tiene que ser darte cuenta de que no sabes por qué estás en cierto sitio, rodeada de extraños, con los brazos llenos de recordatorios y un tatuaje que dice: Flora, sé valiente. Es un personaje realmente entrañable, al igual que su hermano.

Como os comentaba al principio de esta reseña, El único recuerdo de Flora Banks es un popurrí de varios géneros literarios. Porque sí, parece que trata sobre una historia de amor, pero esta historia va mucho más allá. La trama amorosa no es más que el motor de arranque de esta aventura. También nos encontramos con un misterio que resolver, un chico al que encontrar en un país fascinante y exótico y muchas mentiras. Mentiras, las peores enemigas de Flora, pues ella es incapaz de recordar cuál era la verdad. Puede que el inicio de la novela sea un poco lento; no obstante, una vez Flora llega a las Svalbards todo se vuelve dinámico y desenfrenado. Flora, que apenas recuerda nada de su ciudad natal, se va a un país nórdico buscando a un chico y sin saber muy bien dónde encontrarle. Está sola, porque Paige ya no es su amiga y sus padres se encuentran a kilómetros de distancia. ¿Está tomando su medicación? ¿Está siendo sensata? ¿Se está comportando como una niña caprichosa al perseguir a Drake? Yo os invito a que le deis una oportunidad a este libro, pues nos cuenta una historia épica y preciosa. Acompañad a Flora en su viaje, y os aseguro que os hará reír, asustaros, sorprenderos o incluso llorar.
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