El cuaderno de la ausencia

Estamos ante un libro que podemos clasificarlo como diario, donde el autor nos abre su alma, un alma nostálgica de la infancia, la familia y sobre todo de su padre, al que dedica la mayor parte de las páginas, y en ellas nos hace partícipe del vacío que ha dejado en él su muerte.
Visitaremos lugares comunes de la familia Baroja: Itzea, Vera, Churriana, en un viaje no sólo espacial, también temporal.
Por supuesto no pueden faltar algunas anécdotas donde los protagonistas son Pío Baroja (tío abuelo del autor), y su también afamado tío el antropólogo Julio Caro Baroja.
Nos veremos atrapados por la magia del paisaje Vasco, sus comidas, sus costumbres, su familiaridad.
El autor nos lleva por los recuerdos de una de las familias míticas de nuestra literatura, todo ello con una prosa fresca, sencilla, cercana, que materializa olores y recuerdos..me ha resultado muy agradable leerlo, aunque la temática fuese más bien triste.
Siempre he sentido una gran simpatía y ternura por Pío Baroja, y desconocía que sus descendientes siguieran escribiendo o incluso llevaran para adelante una editorial.
Me deja un buen sabor de boca este libro, breve pero intenso, y con unas ganas tremendas de visitar los sitios mencionados.
Siempre nos quedarán los buenos recuerdos de aquellos seres queridos que se nos fueron, y el mejor homenaje que les hacemos es rememorarlos con una sonrisa en los labios.