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Se trata de un thriller muy rápido de leer y sencillo en cuanto a narración, pues la mayoría de la trama la narra en primera persona una joven de 18 años con un pasado horrible del que va dando pinceladas, y que se cuela en las casas haciéndose pasar por alguna niña desaparecida con la que tenga cierto parecido. Así es como termina en casa de los Kristal, haciéndose pasar por la hija que perdieron. Desapareció con seis años hace doce. Sin embargo, la actitud de los padres empieza a resultar sospechosa cuando parecen saber que la chica a la que tienen en casa no es su hija y, aun así, no dicen nada y la aceptan. ¿Por qué? ¿Qué oculta Ben, “su hermano”, el único que le echa en cara que sabe que no es quien dice ser? Ahí será cuando la suplente, que recibe extraños mensajes por Facebook de alguien que le advierte que tenga cuidado, se ponga a investigar sobre la verdad. ¿Qué le pasó realmente a la niña desaparecida? Una historia sencilla pero intrigante y adictiva con buenos giros. Las páginas vuelan en tus manos. |
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