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Lo primero que tengo que decir, es que este libro me ha gustado sobre todo porque me ha provocado distintos sentimientos, tanto de frustración, como de alegría, pena o, inlcuso, me ha hecho reír. Esto es lo que espero de un libro. En cuanto a los personajes, tenemos a Alex un pobre hombre que por desesperación acaba robando a quien no debe y que le hará correr un mal innecesario. No esperará nada de lo que le ocurre; vivirá mil y una aventura. Es un ejemplo bien claro de que con lógica todo se logra. Solomon... ¿qué decir de este personaje? En principio era un personaje que me parecía despreciable, pero según va pasando la historia más bien me ha parecido un personaje que está loco y lo que necesita es una buena ayuda psiquiátrica. Me parece curioso la forma que tiene de ver la vida, siempre poniéndose en situaciones malas para justificar sus actos. Después tenemos a los inspectoras Rebecca y Moses, una pareja de policía, los cuales demuestran que a veces ser pareja no es ningún impedimento para trabajar juntos. Me gustan porque se complementan, mientras que el segundo siempre piensa mal de Alex (lo que me desesperaba al no conocer los hechos) Rebeca siempre busca otra lógica para no pensar mal de nuestro protagonista. ¿Quién tiene razón? También me ha gustado el hecho de que aquí sea más competente ella que él, quiero decir, Rebeca realmente es quien consigue enterarse antes de todo. A lo largo del libro aparecerán más personajes, y ya que no puedo hablar de todos quiero destacar a dos: Olga, quien acompará a Alex durante un trecho y que hará que su recorrido no sea tan aburrido y quien le haga plantearse algunas cosas y trate de ayudarla. Por otro lado temenos a Laman Kilgore, que no sé quién está más loco, si este o Solomon, están los dos compitiendo por el puesto. Laman es un idealista que ha conseguido convencer a un pequeña comunidad que están oprimidos por el Gobierno Estatal de América. En cuanto a la trama, decir que no termina de ocurrir algo que nos hará ponernos en tensión cuando ocurre otra cosa. Eso sí, iremos descubriendo todo lo que está pasando junto a los inspectores Mitchell, aunque obviamente lo sabremos todos gracias a Alex y a Solomon, sólo que veremos la forma de deducir los hechos. En este libro no ocurre nada porque sí. Todo ocurre a su debido tiempo y no se resuelve de forma precipitada, sino cuando tiene que ocurrir. Eso sí, he visto muchas escenas que me han hecho imaginármelas perfectamente al verlas visto en series y películas, pero no por eso le resta punto al libro, más bien al contrario. En definitiva, es un libro donde tiene más importancia cada uno de los personajes y sus acciones más que las trama en sí, pues son estos quienes guían la trama con sus acciones. |
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