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Frank consigue descifrar el secreto para abrir la caja de Lemarchand, un objeto misterioso que abre la puerta a una dimensión en la que unos seres infernales, una orden de cenobitas, son capaces de concederle el placer. Pero el concepto de placer que tienen estas retorcidas criaturas es muy particular y, lo que prometía ser el inicio de algo increíble se convertirá en una auténtica pesadilla marcada por la sangre. . Hablar de una novela de Clive Barker, para los amantes del terror, es sinónimo de que vamos a pasar un buen rato. Coges un poco de sexo, algo de violencia, un poco de sangre, una historia original, unos personajes interesantes, agitas el coctel en 150 páginas y tienes una maravillosa novela como esta. . Esta historia esconde mucho más de lo que puede parecer a primera vista. ¿Quién no ha deseado alguna vez alcanzar el placer absoluto? ¿Qué sucedería si quien te lo concede lo concibe de una forma sádica y perversa? Y esto es lo que vamos a observar que le ocurre a Frank. Los cenobitas, seres crueles que lucen diferentes mutilaciones en su cuerpo como si fuesen condecoraciones, le enseñarán su desgarrador concepto del placer. Y todo alrededor de ese deseo que en vez de llevarle a la salvación le condena, y una vez condenado la única forma de que Frank se redima, será la sangre que se funde con el amor, la violencia y el deseo. Es la historia de alguien condenado que para liberarse no tiene más remedio que condenar su alma aún más, en unas situaciones aterradoras y grotescas que hacen que tengas que moverte inquieto mientras lees. Es lo que tiene ser testigo de cómo se rompe un corazón y descubrir una forma maravillosa de repararlo. . Para entrar en esta lectura has de estar dispuesto a abrir esa caja de Lemarchand, la puerta del mismísimo infierno. Te advierto que es un laberinto que puede mancillar tu alma y del que tal vez no puedas o no quieras salir. El Ingeniero vendrá si el momento lo merece… Si abres este libro no hay vuelta atrás. |
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