El corazón condenado

Acercarse a la obra de Clive Baker es una invitación a entrar en un mundo en el que sangre y el dolor llenan las páginas. Es uno de esos autores que uno asocia sobre la marcha a imágenes grotescas, a seres repulsivos que estremecen desde su propio concepto, a situaciones extremas y a todo tipo de penalidades en las que el sufrimiento se materializa como parte de la propia narración. Cualquiera que haya oido hablar de sus libros de sangre, ya imagina los tormentos infernales que se esconden en esas páginas, aunque no haya leído ni siquiera su introducción.
El corazón condenado es, quizás, una de sus obras más conocidas junto con esos Libros de sangre. Probablemente por la realización de la saga de películas que todos tenemos en mente en la que unos seres infernales infringen todo tipo de tormentos a los incautos que buscan experiencias más allá del límite. Y si has visto Hellraiser, esa película que iniciaba toda la serie, pues no encontrarás nada distinto en esta obra ya que fue el propio Baker quien se encargó de adaptar su novela.
Sin embargo, libros como este basan todo su potencial en el poder de sugestión que pueden alcanzar las palabras. Por mucho que veas reflejadas en la pantalla determinado tipo de torturas, no transmitirán la misma emoción que cuando lees los pensamientos de quien las sufre. La imaginación siempre fue poderosa y, en un libro como este, no iba a ser menos. Además, hay ciertos pasajes que resultan imposible plasmar de otro modo que con las letras, sobre todo esos momentos iniciales en los que los sentidos del protagonista se expanden, percibiendo detalles que le atormentan. Tan solo por esas primeras páginas uno agradece el acercamiento a una obra que ya creía controlar.
No todo es bueno, claro. La novela apenas profundiza en las complejas relaciones de los personajes que la integran, dando solo pinceladas de unos comportamientos que no se sostienen. Quizás es ahí donde se echa en falta un mayor desarrollo de los mismos y un aumento en la duración de una historia que se lee de una sentada. Esa ausencia de profundidad convierte las decisiones de sus protagonistas en enfermos, aunque no descarto que fuera esa precisamente las intenciones del propio Baker.
Lo que sí es importante es reseñar el centro de toda esta historia,el que le da titulo a la misma y que desaparece en medio de los trozos de carne que se desprenden cada página. El corazón condenado no deja de ser un canto a la destrucción de uno mismo cuando las obsesiones se descontrolan. Tanto en Frank, ese ser atormentado en busca de la misma esencia del placer que cruza todo tipo de fronteras hasta alcanzar sus ambiciones, como esa Julia, cuya infelicidad sale a la luz al ver como su vida está corrompida por sus anhelos del pasado. Ambos personajes están condenados por ceder a sus instintos, donde sus corazones les obligan a adentrarse. Las consecuencias de sus actos quedan apartadas ante la pureza de sus sentimientos, aunque terminen atormentadas por sus propios actos.
Por último, no hay que dejar de lado la presencia de ese mundo escondido de la realidad que proporciona placer a quien lo busque. Placer y tormento. La narrativa de Baker siempre estuvo llena de simbología y, por qué no, de confesiones.
El corazón condenado es una obra llena de matices, dura, macabra y repulsiva en la que Baker nos habla de amor, de obsesión, de dolor y muerte. Muchos se quedarán en la superficie que ocupan esos demonios ocultos en la oscuridad, pero la luminiscencia que traen, no deja de ser una guía para los más iniciados.

El hedonismo es un concepto que puede llegar a ser escalofriante, y el maestro Clive Barker sabe perfectamente como explotar todo esto con terrorífica ironía que se desarrolla lentamente en esta historia que, si no habéis leído, es una obra de culto.

La caja de Lemarchand es una puerta dimensional hacia los placeres más venenosos que puedes encontrar, y se pone de manifiesto con los que reciben a aquel que logra resolver su intrincado enigma. Los Cenobitas. Fanáticos de un culto que atraen a aquellos que resuelven dicho cubo hacia una dimensión paralela donde todo lo que anhelan en vida se convierte en un sádico baile de todo lo hórrido del pensamiento humano. Todos esos deseos, como el placer, el dinero o la felicidad, se convierten en oscuras e intrincadas amalgamas irónicas.

Frank Cotton, el antagonista, logra resolver el misterio de la caja en busca de lujuria, y los Cenobitas lo encierran y torturan en una dimensión desconocida. Años más tarde, un matrimonio cuyo marido es ni más ni menos que Rory Cotton, el hermano de Frank, llega a un vecindario. Allí, Julia, quién realmente está obsesionada con Frank, empieza a ver apariciones de este, quién le pide que reclame sangre de inocentes para así poder tener fuerzas para obtener de nuevo su cuerpo, que fue desgarrado en aquella dimensión hasta límites inhumanos. Comenzará así una oleada de asesinatos por parte de Julia, quien le hará ofrendas a Frank mientras la decadencia del matrimonio hace sospechar a Rory de que algo va mal.

No hago mucho más spoiler. En líneas generales debo puntualizar la increíble habilidad de Barker para convertir el horror del sufrimiento y la transfiguración humana en algo superior. Se habla y se toca mucho el género del body horror, que es algo sumamente perturbador.

La lectura es ligera, ágil y nada pesada de leer. El narrador es en tercera persona, dando detalle de absolutamente todo en la novela.
Hubiera deseado un final un poco más elaborado, pero me ha gustado mucho y en ocasiones me he sentido aterrado. 4/5

"Todas las cosas se cansan con el tiempo y comienzan a buscar algún oponente que las salve de si mismas."

Frank descifra el enigma de la caja de Lemarchand, puerta que le lleva a otro mundo donde cree que podrá disfrutar de los mayores placeres, y es aquí donde entran en juego "los Cenobitas", unos seres de lo más terroríficos y repulsivos que le harán ver que el significado de placer no es el mismo para todos y a ser precavidos con lo que se desea.

Me pregunto por qué no habré leído antes a Clive Barker, qué maravilla de autor, si bien no es apto para todos los gustos. Con una prosa desgarradora, macabra e incluso creepy, nos adentramos en la historia de personas egoístas, de la búsqueda del placer del ser humano, el amor, la muerte, la desesperación a través de metáforas que al final elevan hasta el mismo infierno.
A pesar de haber visto la adaptación al cine, leyéndolo he sentido ese escalofrío y terror que me producía la película.

Sin duda me han faltado páginas y sin darme cuenta lo he devorado. Es de esos libros que dejan huella y tardas en olvidar.

Seguiré muy de cerca al autor, pienso continuar leyendo su obra!

El libro me ha sorprendido muy gratamente. Nunca llegué a ver la película en su momento, así que iba a ciegas con esta historia, y la verdad es que la he disfrutado mucho. Es muy breve, a medio camino entre un libro corto y un relato largo, y además da la sensación de ser aún más corta por lo intensa que se vuelve.
Me ha encantado cómo está planteada la historia y cómo el autor consigue crear todo un lore pesadillesco a raíz de unas pocas pinceladas. Y con los personajes ocurre lo mismo.
La narración es sumamente ágil, hasta el punto de que, a pesar de lo sangriento que se llega a poner todo, se hace muy liviano de leer.
Sin duda leeré más de Clive Barker.

The hellbound heart es el comienzo de una saga de libros terroríficos llamados Hellraiser, cuya primera adaptación al cine fue de este libro pero llevando el nombre de Hellraiser. En esta historia se pone de manifiesto mejor que nunca que "hay que tener cuidado con lo que se desea". Frank aburrido de lo que el mundo tiene para ofrecerle se embarca en la tarea de descifrar una especie de caja rompecabezas llamada Lemarchand que al resolver su enigma se abriría una puerta a otro mundo donde se podría disfrutar de placeres jamás imaginados ... claro todo depende de según que punto de vista se vea la cosa, no todos interpretamos "placer" de la misma forma y he aquí que entran en escena los Cenobitas, los maestros del "placer" unos seres repulsivos que causan horror...
Una de las frases más memorables de las películas de terror, corresponde a la adaptación de este libro ¿Quién no recuerda "we'll tear your soul apart"?

un gran libro para leer si les gusta: la tortura, el horror, la sangre y el miedo.