Una mujer y dos gatos

RESUMEN

Marzo de 2020. Madrid, aunque podría ser cualquier otra parte del mundo. En España se ha declarado el estado de alarma y se ha establecido una cuarentena nacional debido a la pandemia por COVID-19.

No se puede salir de casa más que por motivos de urgencia, para conseguir productos de primera necesidad o para trabajar. Ayanta, la autora y protagonista de la historia, se ve confinada en su casa y, ante la necesidad de desahogarse, comienza un diario en el que nos irá relatando sus vivencias personales conforme fue avanzando y empeorando la crisis sanitaria.

La acompañarán en su día a día sus dos gatos, sus vecinos, a quienes también considera sus amigos, y también el hombre al que le gustaba y a quien ella no hizo nunca caso. Conforme pasa el tiempo los días se van pareciendo cada vez más: ir a trabajar a la radio pasando por calles desiertas, llegar a casa, lamentarse de la situación, aplaudir en el balcón a los sanitarios, dormir y vuelta a empezar. Todo sigue igual hasta que Ayanta recibe una noticia: una de sus tías está gravemente enferma en Italia y no hay manera alguna de llegar a ella. ¿O sí?

ESTRUCTURA

Una mujer y dos gatos es una novela de 240 páginas divididas en 95 capítulos y un epílogo. Se trata de una obra de capítulos muy cortos, algunos de los cuales no llegan ni a ocupar una hoja, lo que la hace perfecta para reengancharse a la lectura en caso de estar en mitad de un parón lector.

La novela está narrada por la propia autora, que sirve de voz de su experiencia y la de gran parte de los españoles que durante la pandemia, y especialmente los meses que duró el confinamiento, se sintieron desfallecer. En cuanto al tiempo del relato, se sitúa a partir de marzo de 2020 tras el anuncio del estado de alarma y la imposición del reclutamiento en casa.

La historia tiene lugar en Madrid, aunque como bien destaca la autora al principio del texto, podría ser en cualquier lugar del mundo porque durante unos meses nuestras experiencias fueron prácticamente las mismas para todos, y vivir en Madrid, otra ciudad española o incluso otro país, no marcaba ninguna diferencia notable.

El ritmo de la lectura es muy bueno. Es fácil de leer y se hace ameno; además, la empatía que se genera (algunas veces) con la autora —al fin y al cabo, mucho de lo que vive es lo que hemos vivido todos durante la crisis sanitaria— te vincula irremediablemente con la historia y te hace querer seguir leyendo.

La pluma de Ayanta Barilli me ha gustado por su frescura, cercanía y sinceridad a la hora de exponer lo que significó para ella estar encerrada en casa día tras día durante semanas. En muchas ocasiones, da la sensación que en lugar de a un lector, le está hablando a un amigo o a un conocido.

TRAMA

La trama se basa en cuestiones cotidianas y experiencias por las que pasamos todos durante los días de pandemia, por lo que es relativamente fácil leer una línea y pensar "yo también me sentí así" o "yo también lo viví de esa manera".

Algunas de las situaciones que se tratan en la novela son:
⬥ Falta de atención médica porque los servicios estaban colapsados con casos de COVID-19.
⬥ Dudas debido a la inconsistencia y los continuos cambios de la normativa (mascarillas, fases de desescalada, higiene en lugares públicos...).
⬥ Las ciudades desiertas tras declarar el estado de alarma.
⬥ Duelo por la pérdida de familiares, gente cercana o conocidos.
⬥ Cómo vivieron los jóvenes la pandemia.

Como se puede apreciar, estas situaciones no nos son ajenas a nadie, pues en menor o mayor medida, nos tocó vivirlas a todos nosotros.

El libro, por su naturaleza, no tiene un hilo argumental en sí, aunque sí hay un factor —enterarse que su tía está enferma en Italia— que desencadena un cambio en la actitud de la autora. Tal vez por este motivo, que no se estructure como una novela al uso, la lectura no me ha terminado de satisfacer, pues al terminar de leer no llegas a ningún desenlace real. Soy consciente de que esta percepción es muy personal, ya que no estoy acostumbrada a leer obras de índole testimonial y me resulta extraño leer la última página de un libro y no tener la sensación de "se acabó".

PERSONAJES

De los personajes, solo hablaré de la protagonista, la propia autora, pues es la único del que sabemos todos los pensamientos y la única que conocemos lo suficientemente en profundidad como para hablar de ella.

De Ayanta me gusta que no tiene pelos en la lengua y que no juega a ser bienqueda en absoluto. al fin y al cabo, siendo quien escribe, hubiese sido muy fácil esconderse tras las palabras y dar la forma que quisiera a sus pensamientos y acciones. al contrario de lo que cualquier otra persona hubiera hecho, decide desnudarse por completo y ser sincera consigo misma y con el lector. Curiosamente esta sinceridad abrumadora, que en la mayor parte del relato me resulta admirable, en muchas otras me lleva —sin pretenderlo— a juzgarla. Sus acciones llegan a volverse egoístas y es algo que no es que no me guste, sino que en el contexto de la pandemia, donde lo que tú haces puede afectar a terceras personas, me resulta inadmisible.

En definitiva...

Una mujer y dos gatos es una novela testimonial que, gracias a su brevedad y la facilidad con empatizar con los personajes y las situaciones vividas durante el tiempo de pandemia, es perfecta para salir de un bloqueo lector o simplemente desconectar de otro tipo de lecturas más densas. La pluma sencilla, cercana y sincera de la autora hace que sientas que estás teniendo una conversación con un amigo, en lugar de estar leyendo una novela. A pesar de todo lo que tiene a favor, la obra, por la naturaleza del género en el que se encuadra, no ha terminado de dejarme satisfecha, ya que no he tenido sensación de "terminar" de leer. Por otra parte, aunque se agradece lo directa y sincera que es Barilli a la hora de contar su experiencia en lo relativo a la pandemia, algunas de sus actitudes y acciones llegan a resultarme egoístas, y por ello no he conseguido empatizar al 100% con ella ni con su relato.

“Lo peor de esta historia es el miedo. El miedo a enfermar, el miedo a salir, el miedo a vivir. El miedo a morir. Han dado en la diana, porque el miedo es la mayor fragilidad de Occidente. El miedo es un sinónimo de alarma. Es un estado de alarma. Metafórico y real.” ~ Una mujer y dos gatos de Ayanta Barilli.

A veces cuando pienso en el comienzo de la pandemia y en esos meses de confinamiento todo me parece un sueño. Echo la vista atrás y siento que estoy recordando una película que nunca imaginé que viviría en primera persona. Precisamente de esos meses es de lo que va esta historia. Ayanta Barrili se queda sola en su casa tras la partida de sus hijos y el reciente divorcio de Luis. le hacen compañía sus gatos.

La periodista sigue trabajando en la radio y en el libro nos cuenta a modo de diario aquellos días: las calles vacías, el miedo al contagio, la escasez de medios higiénico-sanitarios, las colas en las farmacias y en los supermercados, el miedo a la soledad, a la distancia de los seres queridos…, en fin, ¿qué os voy a contar? Y sin olvidar una critica a la falta de previsión y de organización pero también a cómo se olvidaron y dejaron en un cajón diagnósticos médicos porque no eran coronavirus.

Un libro entretenido que se lee de un tirón. Poco más de 200 páginas narradas en primera persona por la escritora con capítulos cortos, –hipercortos, diría yo–, y que al leerlos aun sientes que todo aquello podría haber sido un sueño. Correcto. Por lo demás ni frío ni calor.

"Una mujer y dos gatos" narra en primera persona esos días de confinamiento por el coronavirus. Sensaciones y reflexiones, con un toque de humor es lo que Ayanta Barilli relata en nombre propio. Pero no solo son anécdotas, es una historia cargada de sentimientos que va derivando hacia el plano familiar. Una historia que lleva en sus páginas mucho de biográfico.
Ayanta Barilli además de escritora es periodista y actriz. Fue finalista del Premio Planeta en el año 2018 con su novela "Un mar violeta oscuro". Tres años han pasado hasta publicar de nuevo, esta vez con su novela "Una mujer y dos gatos".

Adentrarse en la última novela de Ayanta Barilli es rememorar por lo que todo el mundo pasó durante esos meses en los que se decretó el estado de alarma por el coronavirus en España.

"Una mujer y dos gatos" está narrado en primera persona y a modo de diario, con capítulos cortísimos, algunos apenas ocupan una página. La autora cuenta cómo vivió esos meses de aislamiento y en soledad, solo con la compañía de sus dos gatos. Aunque la novela tiene gran parte de las vivencias de la autora, no es cien por cien real, digamos que es su confinamiento novelado, así que también hay parte de ficción, aunque no especifica cual.

Ayanta Barilli me ha hecho mirar hacia atrás, cuando un enemigo invisible como es un virus puso al mundo entero patas arriba, echando por tierra todo lo que creíamos invencible e indestructible. Nuestra salud y nuestra libertad como ciudadanos del mundo se tambalearon en una cuerda floja como otros muchos aspectos de nuestra vida.

La autora, como protagonista, nos hace pasar por esos días en los que los aplausos por la tarde a los sanitarios, las caceroladas al gobierno, el ver la calle solamente por la ventana de nuestra casa y no ver a nadie caminando por la acera ni coches pasar, el comunicarnos por videoconferencia con nuestros amigos y familiares, el insomnio, el crear nuevos platos para comer y matar el aburrimiento, la incertidumbre hacia el futuro y el miedo era la rutina de una serie de días que parecían todos iguales.

Leer a toro pasado sobre el confinamiento al que estuvimos sometidos nunca es agradable, ya que se rememoran situaciones de miedo y de angustia. El telediario en aquellos días era monotema: el covid-19. Pero Ayanta Barilli lo ha hecho de tal forma que lo que me ha venido es una sonrisa en los labios. Y es su forma de enfocar este "diario" que con un sentido del humor compagina lo cómico con la tragedia.

Y esa tragedia viene como todo el mundo ya sabe, de los miles de fallecidos que registraba cada día ya solamente España. La autora también explora el dolor de la pérdida desde el ámbito familiar, dando a lugar a capítulos realmente emocionantes. En esta parte la autora ha vaciado su alma para llenar un trocito de la de las personas que han perdido a algún ser querido en esos días, ya sea por coronavirus como por otra causa. Esto da cabida a páginas muy emotivas.

Claro que como contrapartida, el amor y el desamor también tiene cabida en los tiempos del coronavirus. Y así nos lo cuenta entre sus páginas, dando lugar a un tira y afloja de emociones.

Y mientras vivimos esos días desde sus ojos, la autora va rememorando momentos de su vida, cuando la vida era normal y la compartía con su familia, su padre, su tía, sus hijos y su marido. Como ya digo, no podemos saber hasta dónde llega la realidad y qué parte es ficción. Es un libro que se puede leer de un tirón, pero que con poco más de doscientas páginas, la autora derrama en él sentimientos y circunstancias que dan para pensar más rato del que nos ha durado su lectura.

En resumen, "Una mujer y dos gatos" ha sido un libro emotivo, que da para reflexionar no ya solo sobre el tiempo que pasamos confinados, sino sobre sentimientos, familia, una pérdida e incluso sobre el amor.
Enlace: https://anikaentrelibros.com..

2020, un año que nadie, en todo el mundo, podrá olvidar. El “annus horribilis” de toda la humanidad, una hecatombe global que cada ser humano vivió de manera muy particular. Ayanta, la protagonista, la autora, cuenta su día a día, desde aquel fatídico marzo que nos cambió la vida. Soledad, incomprensión, egoísmo, empatía, solidaridad, humanidad, ternura, delirio, un torrente de emociones, un diluvio de pensamientos, algunos de lo más irracional, que asaltaron, nos asaltaron a muchos, durante el confinamiento.
Ayanta, de profesión periodista, escritora, cuenta su situación, se declara rebelde, mentirosa, vulnerable, ansiosa, pero también libre en cada paseo que da tras su programa radiofónico, de vuelta a casa, atravesando las calles de un Madrid vacío, distópico, amable incluso sin coches ni turistas. Está sola, se ha separado de su última pareja, sus hijos están a miles de kilómetros de ella, está sola con sus gatos, Nina y Bowie, y no ve mejor forma de resarcirse de esa soledad que comenzar un diario en el que repasa su vida, detalles de un pasado que igual no vuelve jamás, del mismo modo que no volverán jamás todas aquellas personas que murieron. Escribir se convierte entonces en una terapia donde calmar la angustia, la incertidumbre, la rabia, pero no resulta trágico, ni deprimente, a veces incluso derrama optimismo y buen humor (el capítulo de la peluquería es muy divertido). El amor está presente siempre: el que siente por sus amigos, por sus hijos ausentes, por su padre, por su madre a la que apenas disfrutó…y por un hombre misterioso que siempre le gustó, y al que nunca hizo caso.
La novela, con capítulos algunos de ellos muy cortos, cortísimos (Cap. 41 Yo confieso, dos líneas), termina tras el final del confinamiento, con relativa esperanza, mucho amor y nostalgia. A pesar de contar las horas, semanas, meses trágicos del año COVID, no resulta angustioso, todo lo contrario, es muy entretenido, y profundamente vital. Un diario que podríamos haber escrito cualquiera de nosotros, pero que lo ha escrito ella, Ayanta Barilli.

Una narrativa que se hace crónica cuando la autora escribe sus vivencias, de manera escueta y ágil, en un periodo de tiempo de nuestro siglo marcado por una pandemia, que nos obliga a vivir de forma extraña.

Los sentimientos de soledad, tristeza, miedo, que se vive en ese momento, es un reflejo de su propia vida.

Durante estos meses con la sola compañía de dos gatos, hace cuenta de su existencia, busca y reivindica el amor a través de sus hijos y de ese hombre que parece invisible, pero que existe y que a ella: ”siempre le gustó, pero al que nunca hizo caso”.

La luz al final de todo será la desobediencia.