Seda

La razón principal de que me haya enamorado de este libro, es la sutileza en su escritura y la eterna melancolía que desprende. Se trata de una novela corta ambientada a partir de 1861. Apenas tiene 120 páginas y los capítulos no abarcan más de 3. Según mi punto de vista, ese es uno de los aciertos de esta novela, ya que está contada de manera clara y concisa, sin necesidad de nada más. Lo que hace que no pares de leer. Como curiosidad, y aunque no tenga absolutamente nada que ver, me recordó a "El Principito". Y es que, a pesar de ser un libro adulto, tiene ese punto de fábula, llena de melancolía por la forma en la que está escrito. El narrador repite una y otra vez el nombre completo del protagonista, Hervé Joncour, eso y algunos pasajes en los que repite palabras y estructura para detallar sus viajes, me trasladaron a un cuento. La historia de amor me rompió completamente. Habla de un amor incondicional, pero también de lo inalcanzable y el dolor que supone renunciar a algo que nunca has logrado tener. Sin duda una historia que debí leer hace mucho, y que relerré más pronto que tarde. Os la recomiendo al 100%.