Océano mar

Hace años descubrí a este autor con su libro más conocido, Seda, y si en ese momento me sorprendió la manera tan original de escribir, ahora lo ha vuelto a hacer.

Es difícil intentar reseñar esta pequeña obra de arte porque se hace complicado explicar lo que sólo puede entenderse al adentrarse en su lectura. Y es que realmente es una experiencia literaria que debe vivirse.

En un inicio cuesta entrar, todo es confuso. No acaba de entenderse de quién ni de qué nos está hablando. Los personajes entran y salen de escena con un vaivén constante como las olas del mar. Todo está desligado, le falta sentido y es desconcertante, pero aun así las palabras nos envuelven y nos atrapan por su belleza, nos acunan con su musicalidad y nos dejan fascinados.

A todos los personajes les une el mar, el océano, el lugar al que han ido a parar para conseguir una sanación, unos necesitan curar el cuerpo y otros el alma. Y esperan que el océano con su fuerza natural, que a veces es calma y otras se convierte en tempestad, les lleve a mejorar su destino, a encontrar el camino hacia donde continuar.

Están en la fonda Almayer, un sitio que podría ser real o no, un lugar donde las vidas buscan un sentido. La llegada y la partida son confusas al igual que lo es el mar al buscarle dónde empieza y dónde acaba. Y al final estas vidas confluyen, se encuentran, y dan sentido a todo.

Con una prosa poética y delicada, en algunas partes, y llena de crudeza en otras, Alessandro Baricco nos enamora y lo importante ya no es lo que nos cuenta sino cómo nos lo explica. Una historia para leer con tranquilidad, saboreando cada palabra y conectando con la magia que nos quiere transmitir, donde la realidad y la fantasía se fusionan para regalarnos un relato único.