Wonder Woman: Warbringer

Los humanos no son capaces de mantener la paz, Diana...Somos salvajes por naturaleza. Si no podemos tener paz, por lo menos danos una oportunidad para tener una muerte bella

Una amazona. Nacida de la guerra, destinada a ser gobernada por nadie que no fuera ella misma

Hermana en la batalla, soy para ti escudo y espada. Mientras respire, tus enemigos no conocerán ningún santuario. Mientras viva, tu causa es la mía

Porque el mundo entero ya nos dice lo que no podemos hacer, que no somos suficientemente buenos. Los nuestros tienen que estar de nuestra parte. Las personas que nunca aprenden la palabra imposible son las que escriben la historia, porque son las que nunca dejan de intentarlo

El poder de Helena no radicaba en su belleza sino en su propia sangre. El nacimiento de una Warbringer señala una era de conflictos. Si la Warbringer muere antes del hecatombeón a los diecisiete años, no habrá ninguna guerra. Pero si se permite que sus poderes lleguen a la madurez.

Diana pensó en Hades, el señor del mundo subterráneo. Tal vez aquí fuera el dios del metro, que exigía tributos y peajes a todos aquellos que invadían su territorio, y sus acólitos trajeados iban pasando de tren a tren en la oscuridad

Sólo las amazonas que se habían ganado el derecho de vivir en Themyseira pertenecían a aquél lugar. Habían muerto gloriosamente en batalla, demostrando su coraje y su determinación, y si, en el último instante, pedían clemencia a una diosa, cabía la posibilidad de que se les ofreciera una nueva vida, una vida de paz y honor entre hermanas

Ansiaba la corona de laurel. La prefería a cualquier diadema o tiara real, porque era un honor que no se podía conceder que había que ganar