Personalmente, es el mejor de la trilogía sin duda. Desde el principio tiene un ritmo rápido que hizo que me lo leyera en muy poco tiempo. Aviso de que es una reseña muy larga y con bastantes spoilers. Partimos desde que Alina acaba en la Catedral Blanca, bajo el poder del Apparat mientras todos sus amigos tienen prohibido acercarse a ella y el Oscuro gobernando Ravka. A partir de aquí vemos como Alina mantiene su sed de venganza y sus ansias (cada vez más grandes) de poder y de encontrar al Pájaro de Fuego, mientras que tiene que decidir si quiere estar con Mal, reinar con Nikolai o sucumbir al poder e irse con el Oscuro. Me parece que la forma que tuvieron de escapar de la Catedral y el grupito que se forma por el camino es muy interesante, con personajes tan distintos (stan David y Genya). La reaparición de Nikolai salvándolos y llevándolos a la Rueca y la estancia allí, también me pareció genial, sin embargo a partir de ahí las cosas se complican y toman un rumbo raro. Siento que a partir de la llegada del Oscuros, todo ocurre de forma precipitada (aunque con partes de relleno), hasta llegar a la batalla final, que resulta siendo corta y la muerte del Oscuro un poco absurda. Entrando con los personajes, me duele no haber empatizado con el Oscuro porque podría haber sido un personaje genial y el antagonista-interés romántico-destructor perfecto, pero al haber planteado la relación con Mal y luego la existencia de Nikolai, se me hacía difícil que me gustara. Además, su actitud con Alina, aunque fuera comprensible era extraña, normal que ella no quisiera estar con un obseso, por mucho que fuera el único que la comprendiera. Su historia con Baghra es muy triste y que no pudiera matarla era un punto genial porque lo humanizaba. Hablando de Baghra, es un personaje sumamente carismático y entrañable, una pobre señora que ha sufrido durante siglos y que aunque quiso salvar a su hijo, nunca tuvo realmente la oportunidad, solo le quedaba ayudar a la pequeña Santa para derrotarlo y que por fin muriera en paz y así liberar al país. Después está el maravilloso Nikolai, que podría haber sido el partido perfecto para Alina si no fuera porque se sentía todo mucho más como amistad que como amor, aunque aun así era la mejor opción para ella. Es una verdadera pena que la mitad del libro se la haya pasado medio pájaro para que su inteligencia superior no interviniera en los planes de la autora. Aun así, sigue siendo uno de mis personajes favoritos y espero que encuentre a alguien a quien amar tanto como ama a Ravka (no se merece ser el segundo plato de Alina). Después tenemos a Mal, que yo adoraba al principio pero es que su relación con Alina es un vaivén que no lleva a ningún sitio, que acaba siendo un amor más bien egoísta y dependiente (por parte de ambos). E incluso sabiendo eso, lloré cuando supe que se habían adueñado del orfanato, porque es el final que me habría encantado tener cuando leí el primer libro. Sin embargo, sabiendo que Alina realmente sentía que necesitaba ese poder, no me puedo contentar con la moraleja de "el amor lo puede todo y me resigno a tener un orfanato cuando podía haber reinado". Pero bueno, es lo que hay y tampoco me disgusta. De Alina en concreto no voy a decir más que es una heroína desperdiciada y a la vez tiene un final comprensible: ansía tanto el poder que se queda sin él y "muere" al eliminar la sombra, pero es que eso NO es lo que ella quería. Y aprovecho para preguntar: si el Oscuro, Baghra y Mal descienden de un loco que utilizó el merzost, ¿Alina de donde saca sus poderes? ¿De la casualidad o hay otro hijo perdido que tuvo los poderes contrarios a Baghra como ella en principio creía? Lo mismo me he perdido algo, o lo explican en otro libro, pero eso no lo entiendo del todo. Continuando con personajes, y estos maravillosos, tenemos a David y Genya. No puedo adorar más el hecho de que él parezca pertenecer al espectro autista y que ella se autodenomine la destrucción después de haber sido destrozada. Dos personajes que evolucionan juntos y separados, que se entienden y se quieren y dan un sentido al amor puro y sin tanta complicación como Alina con sus pretendientes. La declaración de David es simplemente genial y el cambio que da Genya de valentía y haciendo nuevas amistades también es fantástico. Otros dos que ya adoré en el segundo libro y aquí sigo amando son Tamar y Tolya. Tenía mucho miedo de que le pasara algo a alguno, de hecho me habría parecido hasta lógico que Tolya hubiera muerto en la última batalla tras ver a Alina ganar, porque su ciclo como personaje estaba terminado y de hecho se queda un poco descolgado al final, esperando que Alina quiera reinar. Los mellizos pasan de ser contrabandistas a leales servidores de una santa, poniéndose de su parte aun en frente del sacerdote, su lealtad y amistad hacia Alina es completamente admirable y genial. Dos guerreros sin distinción de género, luchando por causas nobles y justas. Además, la relación de Nadia y Tamar aunque no tenga demasiado desarrollo, es muy tierna y que haya representación LGTB siempre es perfecto. Ahora, Zoya me ha llevado por el camino de la amargura los dos primeros libros pero QUE PERSONAJAZO es irritante, molesta, superficial y arrogante, y te vendería si con ello consigue ropa nueva, pero lucha hasta el final por sus creencias, por su país y, en el fondo, por sus amigos. Porque aunque ella no quisiera, es obvio que les ha cogido cariño. Se merece todo lo bueno, pero a ver si se relaja. Dejando de lado los personajes, solo quiero comentar el hecho de que Mal fuera el tercer amplificador, porque por un lado tiene mucho sentido y es un plot twist genial, pero si ya me parecía mal matar animales, ni hablar de otra persona a la que además amaba Alina, además de que por muy mal que me cayera Mal, me sentó igual de fatal que a Alina, de hecho tuve que releer esas dos páginas porque me quedé impresionada. Habría sido un buen punto de inflexión para ella para 1) unirse al Oscuro al no poder matar a Mal, 2) matar a Mal y llevarlo en su corazón o 3) buscar otra manera de usar amplificadores. Pero no, lo mata, pierde sus poderes que se disgregan en el resto de gente y encima lo revive por arte de magia (merzost) por parte de dos personajes que en teoría no saben utilizarlo, vaya. Conclusión: muchas cosas bien, muchas cosas mal. Lo he disfrutado muchísimo e incluso podría hasta releerlo pero no he quedado maravillada, aun así lo recomiendo. Y no me escondo, solo los he leído porque aparte de tenerlos pendientes, quería volver a leer seis de cuervos siendo consciente del contexto. |