Reino de ladrones

Al momento de comenzar esta reseña había justo terminado este libro. Y ya lo estaba echando de menos con todas mis fuerzas. En serio, me ha dejado totalmente destrozada habérmelo acabado, porque no sé cómo voy a llenar el vacío que me ha dejado o como voy a procesar todo lo que ha pasado en él y la mezcla de emociones que tengo ahora. Lo he adorado, desde que empecé a leerlo hasta su última línea. Y eso es algo que nunca me hubiera imaginado por más buenas críticas que había leído previamente de la saga de “Seis de Cuervos”, sobre todo después de que me hubiera desilusionado tanto la trilogía de “Sombra y Hueso”.

“Reino de Ladrones” empieza donde termino “Seis de Cuervos”. Los seis cuervos dirigidos por Kaz Brekker han logrado lo imposible: salir de la inexpugnable Corte de Hielo llevándose el “botín” más preciado del mundo, el secreto de una sustancia que puede acabar con el equilibrio mundial. Pero lejos de disfrutar de los beneficios que debería haberles reportado el golpe, se ven obligados a esconderse y a seguir luchando por sus vidas. Traicionados, perseguidos y prácticamente solos , el grupo está en medio de la guerra que asola Ketterdam entre ladrones y mercaderes, un conflicto al que se suman potencias internacionales. Una guerra en la que no solo se decidirá el destino del mundo y los Grisha, sino que también decidirá los destinos de los seis cuervos.
.

Me ha pasado algo muy curioso con esta lectura. La gente siempre habla o reseña maravillas de “Seis de Cuervos”, opiniones que comparto totalmente porque fue un libro que disfrute mucho. Pero el que me ha vuelto loca y me ha enamorado totalmente ha sido “Reino de Ladrones”. Y resulta curioso, porque así como pocos “peros” puedo ponerle a “Seis de Cuervos”, hay alguna cosilla que no ha terminado de convencerme de este segundo libro. Aunque en general la trama me ha tenido totalmente enganchada y me ha parecido estupenda (muy diferente a todo lo que leído previamente en literatura fantástica o young adult)creo que ha habido momentos en los que la trama era demasiado enrevesada, en el sentido de que pasaban cosas que realmente no aportaban nada especial a la historia y solo lo complicaban todo más. En “Seis de Cuervos”, Kaz ideaba planes para llevar acabo una misión concreta. En esta ocasión, me ha dado la impresión de que el fin era demasiado poco definido, lo que obligaba a los personajes a ir cayendo de plan en plan para ir acercándose a su propósito definitivo. Entiendo que eso da mucho realismo a la novela, ya que los personajes empiezan en una situación en la cual no saben cómo actuar, tan solo lo que deben hacer. Así que sí, da mucho realismo al asunto. Pero ha habido momentos en los que que estuvieran dando tantas vueltas reconozco que me cansaba un poco. Aunque insisto, creo que la sensación de agobio que esto genera también es un plus para esta lectura, hace que el lector se meta totalmente en la historia.

Pero por todo lo demás, “Reino de Ladrones” me ha parecido una lectura absolutamente fantástica. No me puedo creer que haya tardado tanto tiempo en leerlo, no sabía lo que me había perdido sin ella. Lo dije en la reseña anterior: Leigh Bardrugo ha aprendido de los errores que cometió en los primeros libros del Grishaverse. Si es que hasta su pluma ha mejorado, escribe mucho mejor. Es verdad que algunas descripciones o situaciones aún no acaba de perfilarlas totalmente, no las describe minuciosamente. Pero este aspecto también ha mejorado, no lo he notado tanto como en sus anteriores libros.

A lo largo de toda la novela la trama ha ido volviéndose más y más intrigante, más laberíntica, más oscura. Y yo me he sumergido totalmente en ella, de cabeza. Os he dicho antes que a veces las cosas enredan en demasía. Pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que no paren de pasar cosas. Los cuervos no salen de una para meterse en otra de cabeza. No hay prácticamente ningún momento para relajarse o descansar. La acción no cesa nunca, ya sea en forma de peleas, de conspiraciones políticas o de giros inesperados y llenos de efectos, los cuales hay a patadas a lo largo de toda la historia. La historia no deja de complicarse página a página, es una lucha constante, los cuervos contra el resto del mundo, y por lo tanto la tensión no puede dejar de cortarse con un cuchillo desde prácticamente el inicio del libro, al compas de las peleas, las heridas, las muertes y todo tipo de tejemanejes. Y todo esto cuenta como telón de fondo con un Worldbuilding muy conseguido y que en esta entrega conocemos un poco más, con una Ketterdam en plena guerra, con diferentes facciones luchando entre ellas o yendo a por los cuervos. Este conflicto nos permite conocer más de este mundo, ver sus entresijos y hacerlo más real para el lector. Y todo eso sin perder de vista la suciedad de una ciudad marcada por su criminalidad y las luchas entre bandas, aspecto también muy bien llevado.

Pero si hay algo que me ha enamorado totalmente de estos libros han sido, sin duda alguna, sus protagonistas. de ellos me llevo totalmente a los seis cuervos, a todos y a cada uno de ellos. Siendo màs especifica, la grandeza de “Reino de Ladrones” reside en como Bardrugo ahonda más y más en ellos, en sus pasados y en como han llegado a ser lo que eran, y también en que quieren ser en el futuro. No es solo que Bardrugo haga personajes completamente humanos, con personalidades bien definidas y realistas, muy variadas unas de otras, y que todos tengan pasados que les han marcado como personas. Es que es imposible no cogerles cariño y no empatizar con ellos, viviendo como propias sus alegrías y sus penas. Si hay algo que me ha gustado mucho de estos libros ha sido que todos tienen mucha individualidad, tienen sus propias metas, sus personalidades bien definidas con sus pros y sus contras, cada uno de ellos tiene un peso fundamental en todo el entramado que es la trama. Si uno de ellos faltase, las cosas no serían las mismas para nada. Pero al mismo tiempo, la autora no descuida las relaciones que hay entre todos y cada uno de ellos. Se nota el cuidado que ha puesto en este aspecto, y eso repercute para bien en la historia. Y lo hace muy real todo, y además logra que se les conozca mejor por medio de ellas, y que se les coja más cariño si cabe. Y todo esto viene acompañado de la evolución que todos ellos tienen a nivel individual, ninguno termina la historia siendo el mismo como la empezó. Y esta evolución se hace de una manera muy creíble, con un desarrollo muy bien llevado.

En serio, me ha encantado como los ha ido desarrollando la autora. Y sobre todo por la forma en que no solo les obliga a enfrentarse a los problemas externos, también a sus demonios internos, a sus debilidades, a madurar y a enfrentarse a lo más oscuro de sus interiores y de sus vidas pasadas y presentes. Todos tiene algo por lo que luchar por su cuenta. Para mi ese es el núcleo emocional de “Reino de Ladrones” , y lo he disfrutado mucho.

Mi personaje favorito es Kaz, como ya advertí en la reseña anterior. Y ahora no lo oculto para nada. Kaz es un antiheroe total, obcecado en la venganza. Pero también no deja de ser un chico de diecisiete años con un enorme bagaje de traumas a sus espaldas. Y eso se nota muchas veces a lo largo de la historia. Desde luego, eso no justifica algunas de las cosas que él hace a lo largo de la historia (al principio de la novela hay unas palabras que le suelta a una niña pequeña que hicieron que mi aprecio por el personaje se redujera considerablemente) y pero que ayudan a entender cómo ha llegado a ser el hombre cínico y frío que es ahora. Bajo esa fachada, se esconde un chico cuya historia trata ya no solo de venganza, también de perdonarse a si mismo por los errores que cometió hace muchos años. Y de obtener todo lo que quiere, desde la venganza, hasta lograr salvar a sus amigos de una situación en la que, al fin de al cabo, les metió él . Kaz tiene muchisimas capas, es un personaje conformado por cientos de degradaciones de grises. Y por eso mismo es tan interesante y me ha encantado tanto. Ojalá que salga en los siguientes libros. Ojalá que salgan todos los personajes que hemos conocido aquí, pero sobre todo él. Es tan retorcido y maquiavélico, tan diferente a los típicos héroes de literatura fantástica o young adult que es imposible que, por lo menos, no llame la atención. Además, en esta entrega, conocemos más de su personalidad porque empieza abrirse un poco más.

Inej es uno de los personajes que creo que tiene un viaje emocional más interesante dentro de las dos novelas. Tengo mucha debilidad por ella como por la forma en que se mantiene integra pese a todas las cosas que le han pasado ya todo lo que se ve obligada a hacer, siendo la voz de la razón entre sus compañeros y un gran apoyo para los mismos. al igual que muchos de sus compañeros, Inej se ve obligada ya no solo a enfrentarse a situaciones de vida y muerte, también a su parte más oscura y a sus miedos mas ocultos, y todo para convertirse en la mujer que quiere ser y cumplir con sus metas. Su relación con Kaz bebe de eso.

Les adoro, pero sobre todo adoro que Inej esté dispuesta hacer cualquier cosa por él, excepto perderse a si misma. No va a renunciar a sus sueños por un hombre, y mucho menos va a sacrificarse para salvar a una persona que, al final, solo puede salvarse a sí misma. Después de haberme leído tantos y tantos libros donde el amor se mitifica tanto, donde parece que una tiene la obligación moral de salvar a su amado de sus demonios internos y externos sin pensar en ella misma… he sido muy feliz leyendo esto, hay páginas de este volumen me han dejado el corazón muy Calentito. Ver como dos personas tan destrozadas por dentro pueden tener una relación sana, respetándose entre ellos. Y sin que lo sexual sea imprescindible (que algo de eso hay… esa escena en el baño ❤) ¿veis como Bardrugo ha aprendido de sus errores? No ha vuelto a caer en las toxicidades que tuvo con Alina y Mal. Y menos mal.

Para mi mis grandes descubrimientos en este libro han sido Wylan y Jesper. Me parecen los dos personajes con mejor evolución de todo el libro, o quizás los que la tienen más marcadas respecto al anterior. En el caso de Wylan esto lo favorece el que en este volumen tenga capítulos PDV. En “Seis de Cuervos” aunque me gustaba, no me llamaba la atención especialmente . En “Reino de Ladrones” le he adorado. El libro ha permitido que conozcamos más de su pasado y de la relación con su padre, y le ha puesto en situaciones y ante personas que le han obligado a crecer y a madurar. En esto ha tenido también mucho que ver su relación con Jesper. Los dos son adorables en serio. Han tenido sus momentos de tensión, pero en ningún momento su amor ha caído en lo trágico o hecho sufrir especialmente al lector (¿veis?). Jesper, por su parte, es un personaje que en esta novela ha pegado una evolución total. Para empezar, porque sus comentarios me han sacado la sonrisa más de una y más de dos veces, y me parece que entre tanta tensión y planificación criminal desengrasaba todo, lo cual no iba nada mal a la historia. También es un personaje que por cuestiones familiares se abre obligado a enfrentarse a su pasado y a su futuro, a empezar a replantearse hacia dónde va y qué está haciendo mal con su vida, a tomar decisiones y a decir lo que tenía guardado dentro. Y todo ese viaje ha sido increible. Ha ganado muchos matices y ha logrado convertirse en uno de mis favoritos, lo que ya era difícil.

El viaje emocional de Nina en estos libros tampoco va a la zaga al de ninguno de sus compañeros. Empieza el libro sintiéndose una auténtica mierda y luchando contra sus propios impulsos, y poco a poco vemos cómo va a recuperarse. Nunca volverá a ser la misma, pero su historia es la de alguien que tiene que aceptarse asimismo, asumir los cambios que hay en ellas ahora y enfocarlos para hacer algo constructivo por ella y por sus compañeros. Y todo eso sin perder su esencia, siendo la chica chispeante, siempre dispuesta, graciosa y valiente que, por lo menos a mi, me ha tenido conquistada en ambas lecturas. Matthias Quizás sea el cuervo que menos me llama la atención (lo que no significa, ni mucho menos, que me desagrade para nada). La relación entre ellos dos me ha gustado como ha sido llevada de principio a fin. (no voy a decir mucho para no spoilear, solo que ese final me ha parecido triste. Y un poco sin sentido. Y por eso me ha dado más rabia) y el personaje es uno de los que más evolución ha tenido ya no solo en el presente libro. Esto viene desde “Seis de Cuervos”. Matthias ha sido un ejercicio constante de replantearse todo aquello que él tenía por sólido y real, los cimientos sobre los que había construido su vida. Y este ejercicio lo hace acompañado de una historia de amor por Nina que ha sido muy, muy bonita. Otra muestra de cómo hacer una relación que va a evolucionando poco a poco pero para bien, en la que sus dos integrantes se respetan asimismo y al otro, planificando las cosas como una pareja en la que las dos partes tienen igual importancia y se ayudan mutuamente en todos sus sentidos.

Para acabar, decir que “Reino de Ladrones” es una novela en la que la luz y la oscuridad conviven. Bardrugo podría haber creado una historia más en la que aquellos que se supone que son los criminales y los malos son, en realidad, los héroes del cuento, enfrentados a un régimen social y político corrupto y en el que las ambiciones y los odios campan a sus anchas, y que da a muchos la espalda. Pero la autora logra crear algo más, una historia de amistad, superación, de aceptación de uno mismo, y de luchas internas y externas constantes. La moraleja sería que lo que importa no es tanto lo que no puedes hacer como lo que si puedes. Y además, es una obra con una fuerte crítica hacia una situación que se da en nuestro mundo, la de la trata de personas, que son obligadas a trabajar en régimen de esclavitud o en condiciones deplorables.

Todos los años, a finales de junio suelo hacer para mí una lista con los seis libros que más me han gustado durante lo que llevamos de medio año. No es un listado definitivo de mis preferencias en cuanto a lecturas del año (es más de una ocasión, al llegar diciembre he cambiado de posición algún que otro libro de este primer listado, amén de añadir las lecturas que me hayan emocionado y gustado en los seis siguientes meses), pero me gusta hacerlo. Cuando empecé esta biología tenía prácticamente hecho en mi cabeza la selección, convencida de que no iba a cambiar ya mucho más. Ni que decir tiene que la saga de “Seis de Cuervos” ha interrumpido sin cortapisas en esta lista, ocupando una posición bastante buena dentro de mis preferencias literarias en lo que llevamos de año. ¿Os he dicho ya que me ha dejado un vacío enorme en el kokoro? No sé como voy a superarlo. Me da un poco de pena la siguiente lectura que vaya a coger, porque lo tiene bastante jodido para gustarme tanto. Si alguien me lo hubiera dicho después de acabar la trilogía original no me lo creo. Ahora tengo muchas ganas de empezar con los dos libros de “El Rey Marcado”. Esperemos que no tarde un año en empezarlos. Pero, aunque tengo la impresión de que me van a gustar mucho y aunque me encanta Nikolai, también me da el pálpito de que no los voy a disfrutar y sentir tanto como estas lecturas . Lo único que pido es que la autora continué con las andanzas de los cuervos, porque ha dejado puertas abiertas para ello de sobra. Y sinceramente, creo que lo necesito.