Muerte en Santa Rita

Tenía la expectativas altas y no ha sido lo que esperaba. Lo puedo decir más claro.
Éste ya desde el principio resulta muy lento porque hay demasiadas páginas de relleno pesadas y repetitivas. Nada vale la pena ni estilo, ni personajes, ni historia, ni trama, ni el desenlace tan rebuscado que, además, deja flecos sueltos.
La novela cuenta con un vasto elenco de personajes, destacando los femeninos, que gozan de un mayor protagonismo y fuerza. Todos ellos creíbles y cercanos, vestidos de realidad. Solo puedo decir lo bueno de este libro. Sinceramente le pondré un 3 que es un “6”

Santa Rita, es un antiguo balneario y también sanatorio que es propiedad de Sofía. Sofía es una enigmática mujer de 92 años que ha dedicado su vida a escribir un sinfín de novelas (algunas bajo pseudónimo) y a crear de Santa Rita de un sitio diferente. Santa Rita ahora es una casa-comunidad donde diferentes personas de todas las edades van a vivir allí por diferentes motivos con el único requisito de colaborar en los diferentes trabajos del hogar.
Todo es paz y armonía en Santa Rita hasta la llegada de un hombre del pasado de Sofía (al que llaman Moncho)que pondrá en peligro la integridad de Santa Rita. Casualmente Moncho, aparecerá muerto a los pocos días de su llegada. Todo apunta a que ha podido ser un accidente, pero, y si no ha sido así ¿Quién de todos los habitantes de Santa Rita ha podido asesinarlo?.
No se trata de una historia compleja ni con grandes sobresaltos. La prosa de la escritora es sencilla y bastante ágil. Si que es verdad, que al principio da muchos rodeos sin llegar a explicar nada. Pero poco antes de llegar a la mitad de la novela, la cosa va cogiendo ritmo sin llegar a ese punto de máxima desesperación del lector.
Se trata de una novela sencilla que no encanta pero tampoco aburre. Es una buena novela si lo que andas buscando es no devanarte demasiado los sesos pero poder pasar un rato agradable.
Hay ciertos puntos de la novela que creo que la autora no termina de cerrar y que hubiera sido interesante que la escritora los dejara claros.

Vuelve Elia Barceló, vuelve una de esas autoras con las que disfruto leyendo sus libros y vuelve por todo lo alta, vuelve con una novela mágica, maravillosa y muy completa que te trasladará a ese Mediterráneo que tanto me gusta y que tanto sana. Con «Muerte en Santa Rita» Elia nos trae una novela redonda de manos de Roca Editorial.

Estamos en Santa Rita, un antiguo balneario, que luego fue sanatorio y ahora es la casa de una escritora anciana, Sofía. Sofía emplea un pseudónimo para firmar sus novelas de misterio y otro distinto para sus novelas rosa. Todo ello en el marco incomparable de un lugar mágico rodeado de mimosas, buganvillas y lleno de color donde cada uno de sus habitantes tiene el compromiso de hacer lo que sabe hacer por el bien común a cambio de vivir en Santa Rita, una especie de comunidad transgeneracional.

Con la llegada de la primavera aparece Greta, la sobrina de Sofia, a pasar una temporada con la intención de encontrarse a sí misma y organizar su vida tras su reciente divorcio. Pero, no todo será paz y tranquilidad ya que aparece en escena Moncho Riquelme, un antiguo amigo de Sofía cuyas intenciones no son bien recibidas por ninguno de los habitantes de Santa Rita.

Elia es una experta en crear tramas que parecen simples, pero están llenas de recovecos y al final todo tiene su sentido y encaja a la perfección. Para ello se vale de unos personajes brillantes, todos con sus defectos y sus virtudes, cada uno con su propia idiosincrasia muy bien dibujados y muy reales. Toda la historia está muy bien ensamblada, todo está construido sobre unos andamios muy estables.

«Muerte en Santa Rita» es una novela coral en la que todos los personajes ocultan algo, todos guardan secretos y el lector los irá descubriendo poco a poco de la mano de Greta que nos los va mostrando. Así conoceremos a Candy, secretaria y confidente de Sofía, Robles, ex comisario de policía y al resto de los habitantes de Santa Rita.

En esta ocasión también nos movemos del presente al pasado como nos tiene acostumbrados Elia en sus novelas, pero la trama actual tiene mucho más peso, los flashes del pasado sirven para conocer mejor a Sofía. Una vida marcada por las ausencias, por los secretos que nos muestra a una mujer hecha a sí misma capaz de luchar ante cualquier adversidad y de permanecer joven hasta el final de sus días.

Elia Barceló nos presenta una novela con grandes temas como la vejez y el modo de llegar a ella, la enfermedad y cómo afrontarla, la muerte y su momento, la violencia, la juventud y cómo la vivimos…en definitiva: la vida. Todo ello rodeado de una atmósfera que te llena de paz, de luz, de vitalidad y nos recuerda la alegría de vivir. Evidentemente no podemos encajar la novela dentro de un único género en «Muerte en Santa Rita» hay suspense, thriller, asesinatos. Una novela redonda que hará las delicias del lector.

«Muerte en Santa Rita» está escrita con una pulcritud admirable, con una prosa cuidada y embriagadora, es uno de esos libros que no te apetece dejar de leer, que no quieres que se termine, una historia amable llena de luz y de flores que endulzan cada palabra. Una historia con guiños a la literatura, al arte en general que os recomiendo no dejéis pasar, ideal para leer en estos días que se van alargando regados por un sol brillante y majestuoso.
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Santa Rita es un antiguo balneario propiedad de Sofía, una señora peculiar con mas de noventa años. Allí convive un grupo de cuarenta personas de diferentes edades y ocupaciones, donde todos contribuyen al bien común. La llegada de Greta (sobrina de Sofia y su más que probable heredera) nos permitirá ir conociendo la vida diaria de Santa Rita. Hasta que aparece Moncho, un buscavidas antiguo amante de Sofía, que parece llegar con ganas de ponerlo todo patas arriba.

Sofía escribe "novelas criminales" y esta historia entraría de lleno en esa categoría, pues está plagada de secretos ocultos en el pasado, de medias verdades y casi mentiras, de malentendidos y, finalmente, también de crímenes. Aunque lo interesante de esta lectura no es tanto el asesinato al que asistimos, sino las vidas de los ocupantes de Santa Rita, las relaciones que establecen entre ellos y ellas y, cómo no, el pasado de Sofía. Porque es una mujer peculiar, escritora de doble personalidad (usa sendos pseudónimos para sus obras de misterio y románticas), con rasgos divertidos y excéntricos que le dan bastante vidilla a la trama.

Elia Barceló nos regala en esta ocasion una historia que muy entretenida y original, con esta "comunidad transgeneracional" en la que conviven tantas personas diferentes, y de los que dan ganas de saber más y más. Si aún no habéis leído a la autora, animaos con El color del silencio y con Las largas sombras. Pero, sobre todo, con una pequeña joya, muy cortita pero absolutamente preciosa: El secreto del orfebre .
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Calificada como un noir mediteráneo, la novela nos introduce en el mundo de Santa Rita, una casa habitada por gente que vive en comunidad cooperando unos con otros. El núcleo de dicha comunidad es Sofía, la tía de nuestra protagonista, que es la dueña y cabeza pensante del lugar, junto a su secretaria Candy. Y, aunque la novela se centra en la investigación de qué le ha sucedido a Moncho, el conocido incómodo de Sofía, lo que se nos plantea en ella realmente es qué podemos hacer con nuestro mañana y cómo podemos enfrentar nuestro hoy, teniendo en cuenta que nuestro pasado siempre está ahí acechándonos. de este modo, la obra tiene un equilibrio excelente entre esa novela de investigación, ese noir, y contemporánea.
Subtramas que salen a la superficie
No obstante, cuando leemos la novela, vemos que la trama de investigación, que podría ser la principal por lo que nos dice la sinopsis y en la que se mueven nuestros protagonistas, Greta y Robles, un policía retirado, comienza a desarrollarse per se como a mitad de la obra. Lo que sucede antes es una ambientación muy larga que no deja de darnos hilos que seguir y vidas que descubrir.
Así, junto a ese ¿qué ha pasado?, encontramos un ¿quiénes son? La investigación comienza, en este sentido, antes del propio incidente a investigar, ya que desde el principio se nos están explicando los claros y oscuros de nuestros protagonistas. Ahí se desarrollarán temas muy interesantes como pueden ser el descubrimiento de una misma, la persecución que nos hace el pasado… Todo ello ejemplificado en acciones y personajes que se nos hacen cercanos porque su caracterización y desarrollo son muy realistas.
Además, y relacionado con el tema principal encontraremos dos subtramas muy interesantes: la vida de Sofía, y cómo ella en la época que le tocó vivir, lo hizo como pudo y luego como quiso; y la vida de Greta, que habiendo descubierto que no es feliz es valiente para reconocerlo.
El mundo del más acá
No obstante, no todo será ese mundo burbuja, como de otra época, que encontramos en los ejes principales de Santa Rita. Junto a ellas, los habitantes de la casa, cada uno con su particularidad y sus circunstancias, nos acercarán a temas de actualidad como puede ser el maltrato, las drogas o los problemas de pareja. Asimismo, encontraremos personajes que ya han evolucionado y nos dejan ver un pasado más rancio en ideas que se ha modernizado en el presente de la narración. Todo esto provocará que el lector tienda a sospechar de todos, si es que cree que Moncho ha sido asesinado, claro.
Esto es, quizá, aparte de la investigación, lo que más me ha gustado de la obra. El estilo de Elia permite que conectemos con todos en cualquier momento (bueno, menos con Moncho, claro) y nos enseña las diferentes perspectivas a través de un lenguaje que no engaña. No hay que tergiversar y no hay dar la vuelta a lo que dicen, los personajes mienten y falsean por omisión, pero no hay un intento por engañar por parte de la narración. Quiere que disfrutes, reflexiones y saques tus propias conclusiones.
Un contacto más que satisfactorio
La verdad es que ojalá existiera Santa Rita. Yo no sé si me lanzaría a vivir ahí, pero sí que da la sensación de que la novela nos cuenta cómo estamos solos en algunos momentos, incluso porque nosotros queremos, pero que en el fondo siempre nos gusta saber que hay alguien. La intimidad y la propiedad de la vida nos vienen garantizadas en cierto modo, la compañía no.
La trama de investigación en el fondo es un poco sencilla, en el momento que se nos dan las coordenadas adecuadas podemos conocer un poco la resolución. Sin embargo, esta es la excusa narrativa perfecta para ahondar en todos los personajes, no solo porque nos cuentan su pasado, sino porque se reflejan en sus acciones.
En definitiva, Muerte en Santa Rita, es una novela que me ha gustado mucho porque ha sido no solo viajar a un lugar de paz, sino también reflexionar sobre temas que, al fin y al cabo, nos tocan. Espero que os guste.


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En la feria del libro de Madrid me hice con Amores que matan firmado por la autora y todavía andaba éste en la lista de pendientes. Así que como para leer me gusta el orden, le tenía que poner remedio.
Y ha merecido la pena. Me ha encantado tanto la historia, como los personajes. La forma de escribir de Elia y la tranquilidad que trasmite. Porque hacer una novela en la que hay una muerte y que parezca todo de color de rosa no es fácil.
Santa Rita está habitada por Sofía, una nonagenaria un tanto peculiar. Con ella conviven personas de todas las edades que han recalado allí porque no tenían otro sitio donde vivir y necesitaban una ayuda. Todo trascurre en paz y armonía hasta que aparece el muerto.
A partir de ahí, todos serán sospechosos porque todos tendrían motivos para matar. La investigación policial se lleva a cabo y...
Me ha recordado mucho a Agatha Christie. Un lugar cerrado, una muerte y venga!!! Averigua quién ha sido.
Me ha encantado la profundidad de los personajes, a los que se les da su propia voz, de manera que llegas a conocerlos tan bien que parecen de la familia. Tengo ganas de seguir conociendo a esta gente o incluso irme de vacaciones a Santa Rita, con el Mediterráneo de fondo y ese buen rollo que se respira.
Si te gustan los secretos familiares rodeados de misterio con un toque de novela negra, este libro es para ti.

Santa Rita es una gran finca que fue un antiguo balneario que incluso visitó la reina en el siglo pasado para probar sus aguas, después fue un sanatorio psiquiátrico para mujeres bien e hijas revoltosas e histéricas, por último y antes de que desaparezca se ha ido transformando en un lugar de acogimiento en forma de comunidad en la que todos los que allí viven, de todas las edades, arriman el hombro en lo que pueden, montan sus pequeños negocios, ayudan a madres solteras o maltratadas, a estudiantes a cambio de un lugar maravilloso aunque austero donde vivir.
La idea de crear aquello es de la actual dueña, Sofía, una escritora muy prolífica y ya bastante mayor que ha sido muy conocida por escribir con seudónimo novelas de corte tan diferente como la rosa con cierto punto erótico, y con otro dedicado a las novelas de misterio.
Al parecer, ha sido una mujer cañón que ha tenido tantos amantes que escribe con conocimiento de causa, y sus dotes histriónicas y detectivescas hacen que no se le pase nada por alto, a pesar de lo cansada que ya se siente. Santa Rita y su comunidad son su legado y quiere estar segura de que lo deja en buenas manos. La llegada de Greta, su sobrina y traductora, que se acaba de separar por un motivo algo inconcebible para su serio y severo marido alemán y sus hijas, que le han retirado la palabra, servirá para que ellas dos mantengan una conversación acerca del futuro del lugar y de Greta.
Y es que esa finca lo merece, una finca mediterránea brotando en primavera con increíbles vistas, llena de buganvillas, damas de noche, rosas y lavanda, lo suficientemente lejos del pueblo como para que no les molesten y lo suficientemente cerca como para acercarse en un largo y plácido paseo. Cuando comencéis a leer sobre el lugar, sobre sus olores y sus aromas, algo que la autora hace de una manera espléndida, vais a sentir el cariño y la necesidad de tocar a la puerta y formar parte de aquel lugar.
Otros personajes que van a formar parte del elenco son el comisario de policía retirado Robles, que está recuperando la salud allí y que no ha perdido ni una sola de sus dotes detectivescas; Candy, mano derecha de Sofía y alma de la casa, que oculta un secreto que ella no puede averiguar; Nel un estudiante universitario que ayuda en la logística de transportes a la ciudad y que ama profundamente el lugar, y Miguel un profesor de matemáticas ciego que ha desarrollado el resto de sus sentidos y no se le escapa una.
Como todo no puede ser perfecto, llegará un huésped indeseado para todos excepto para Sofía, que se verá rejuvenecida. Se trata del odioso Moncho Riquelme, que con su “simpatía y buen hacer” se gana automáticamente el odio y el desprecio del resto de habitantes. El hecho de que aparezca muerto en la alberca que se iba a convertir en piscina veraniega no saca muchas lágrimas que digamos, y todos tienen motivos para desear su muerte, algo que hará sospechar a las autoridades. Y es así como llegamos a una novela policiaca de corte clásico en la que sospecharemos de todos, ya que todos tienen cosillas que esconder. Pero realmente ¿ha sido un asesinato o un accidente muy oportuno? A averiguarlo se dedicarán Robles y Greta.
Y ahora es cuando, en mi opinión se produce esa simbiosis perfecta entre novela policiaca y novela feel good, porque a pesar de los secretos, del accidente, del miedo a perder una forma de vida, la autora consigue trasmitir una increíble sensación de placidez, armonía, tranquilidad y cariño. Lo quieren llamar noir mediterráneo, pero creo que es algo más, se siente algo más al leerla. Eso no quita que la acidez y la crítica se deslicen entre sus páginas dejando auténticas perlas.
Entrelazado entre las flores y secretos están los temas potentes de la novela, el amor, el desamor, la amistad, la vejez, la soledad, los malos tratos, el abandono, el miedo, la empatía, la comunidad, el equilibrio. Y sin ser un thriller será prácticamente imposible dejar su lectura, no querrás volver al mundo real.
Una novela con misterios y secretos escrita con mimo y un ritmo atractivo y cadencioso a la vez.
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Santa Rita, antiguo balneario, después sanatorio para enfermas mentales y ahora, la casa de Sofía, una anciana escritora que ha transformado el lugar en una comunidad donde viven unas cuarenta personas que por un motivo o por otro necesitaban un hogar. Jóvenes, de mediana edad o ancianos, hombres, mujeres y algún niño, en Santa Rita todo el mundo aporta lo que puede, trabajan juntos y se apoyan unos a otros y han formado una comunidad unida y cordial.
Allí llega Greta, sobrina y traductora de Sofía, para reorganizar su vida después de su separación. Mientras Greta se adapta al lugar y se da cuenta que probablemente en no mucho tiempo pasará a ser suyo, aparece un antiguo conocido y amante de Sofía, de esas personas que se ha pasado la vida entrando y saliendo de la vida de la escritora según le convenía.
A nadie parece caerle bien Moncho Riquelme que así se llama este hombre que según se van desarrollando los acontecimientos, parece que ha venido a enrarecer y tal vez destruir la convivencia serena de los habitantes de Santa Rita. Cuando pocos días después de su llegada Riquelme aparece ahogado en la alberca de riego de la finca lo cierto es que nadie lo lamenta pero la policía entra en acción y hay dudas de si la muerte de Moncho Riquelme fue un accidente o tal vez un crimen y de hecho, parece que casi todos los habitantes del lugar tienen motivos y también oportunidad de haber cometido dicho crimen si al final resulta que lo es.
Secretos olvidados, rencores antiguos, planes de futuro truncados y un grupo de personas que tal vez serían capaces de matar por proteger su modo de vida.



Elia Barceló es una narradora exquisita, su prosa melodiosa, los diálogos cotidianos pero sutiles, la introducción de las reflexiones y pensamientos de los personajes, todo ello con una riqueza léxica sublime, uno entra en sus novelas para trasportarse a otro lugar y acaba no queriendo marcharse de allí.
En esta ocasión viajamos a Santa Rita, una finca con jardines y una gran casa señorial algo destartalada pero con una magia que incita al lector a imaginarse pasando allí unas vacaciones relajantes y perfumadas por la primavera mediterránea. El lugar es ficticio, Elia lo sitúa a pocos kilómetros de Elche, lo que no es inventado es esa explosión primaveral en el Mediterráneo que está descrita con verdadera maestría, olores, sabores y colores impregnan la novela y se convierten en el paisaje sensorial donde nos moveremos entre presente y pasado, intentando descubrir si ha habido un crimen y si es así, quién lo habrá cometido.
Una novela coral que nos va descubriendo una forma de vida serena y atractiva y a la vez vamos conociendo con más profundidad a unos cuantos de los personajes que habitan ese pequeño paraíso. Trae reminiscencias de las novelas de crímenes clásicos, el mismo título te lleva inmediatamente a pensar en mi querida Agatha Christie, en Santa Rita se reafirma la teoría de que todo humano es un asesino en potencia ya que a medida que vamos descubriendo cosas sobre los personajes, nos damos cuenta que cualquiera de ellos podría haber matado a Riquelme. Así es que, como novela de suspense a mí me ha mantenido interesada todo el tiempo.
Pero creo que el verdadero atractivo diferenciador de la historia es Santa Rita, jubilados, señoras mayores o de mediana edad, estudiantes de veinte años recién cumplidos, un remanso de paz multigeneracional en el que la convivencia resulta plácida, al menos en apariencia claro, aquí cada uno guarda su pequeño o gran secreto y el lector, a veces hasta se olvida del muerto y está más interesado en las historias personales de los habitantes del lugar. Allí, todo el mundo conoce los movimientos de uno o de otro e igual que para el lector, los habitantes de Santa Rita se decantan por uno u otro culpable mientras dura la investigación policial que determinará si Moncho Riquelme murió de muerte natural o no.
Sofía, una nonagenaria que lo controla todo aunque no lo parezca. Un personaje poderoso que impone un poco a los habitantes de Santa Rita aunque todos la adoran y le son totalmente fieles. Greta, la sobrina de Sofía me ha sorprendido, pensé que llegaría a Santa Rita con aires prepotentes pero no, ella lo que intenta desde el comienzo es comprender ese modo de vida tan peculiar de su tía y sus amigos y adaptarse a él poco a poco. Candy, confidente y secretaria de Sofía, Robles que es un comisario de policía jubilado, el matrimonio invidente formado por Miguel y Merche, las chicas de la lavanda, Nel, Elisa y Nines tres jóvenes universitarios, Trini, Reme, Paco, Nieves... y muchos más personajes que nos quedan por conocer y lo haremos, Santa Rita y sus historias volverán, tal vez con más misterios o algún otro crimen, la autora nos lo ha prometido.

CONCLUSIÓN
"Muerte en Santa Rita" de Elia Barceló ha sido un viaje placentero a un lugar idílico, lleno de buganvillas y agujas de pino, perfumado por el Mediterráneo pero también con pequeños y grandes misterios por desvelar. Me ha encantado mi estancia allí y tengo claro que volveré. Que quede claro, me pido la habitación de la torre con salida independiente al jardín, resérvamela Elia.

Barceló sabe cómo situarnos: estamos en el Mediterráneo y es primavera, se respira, se siente, se saborea, entre colores y sonidos nos describe la vida y milagro en la idílica “Santa Rita” antes balneario después psiquiátrico, institución donde se trataba la tan peligrosa histeria femenina y ahora comunidad donde todos viven felices y en armonía. A medida que avanzamos en la lectura nos percatamos que “Santa Rita”, más que cualquier cosa, es un concepto.
Conocemos a Sophie, que es el alma de esta historia, la araña, como mejor se define ella misma, una peculiar escritora nonagenaria cuya vida da para un libro entero…
Candy, asistente personas y brazo ejecutor de Sophie, de carácter fuerte, reservado, intransigente, muy ella misma, fiel amiga sobre todas las cosas.
Robles, un comisario retirado, pero una vez policía, se es para toda la vida, deformación profesional se diría. A sus 60 y tantos, aún se conserva la fortaleza de mente y de cuerpo de la joventud, Robles ama Santa Rita, es su hogar después de tanto tiempo sin pertenecer a algo, a alguien.
Greta, mujer madura, un poco falto de ese brillo que da el carácter, sobrina de Sophie, después de toda una vida regresa a “La Casa' las Locas” (Santa Rita) lamiéndose las heridas de una separación, entre recuerdos traumáticos y dolorosos del pasado y un presente incierto, espera recuperar la paz al abrigo de la única familia viva que le queda.
Otras personas entran y salen de estas páginas, con sus historias, sus vivencias y su realidad, el hilo conductor es la comunidad de Santa Rita y lo que ella representa, un hogar, estabilidad, amparo, prosperidad, el remedio a la soledad.
Cuando un desalmado Moncho, antiguo amante de Sophie, llega a Santa Rita con planes que pueden llegar a desestabilizar la paz y armonía que se respira, la rueda del destino se pone en movimiento y es implacable.
Un crimen, alguien que está mejor muerto que vivo, sobrevivientes, amores, celos, venganza, odios, remordimientos, desconfianzas, de todo esto leemos, muy bien orquestado.
Exquisitamente escrita y con unos paisajes que cortan la respiración, esta novela no me llegó, una lástima porque tenía todos los ingredientes, se queda en monólogos profundos, en incertidumbres, es bastante predecible, no debela misterios, es como la antesala de algo más que nunca llega.

Es un hecho constatado que todas las novelas de Elia Barceló publicadas por Roca Editorial se han caracterizado por tener unas portadas maravillosas, de esas que enamoran con solo mirarlas. “Muerte en Santa Rita”, la nueva publicación de la autora viene a confirmar lo dicho. Hoy os traigo mis impresiones sobre una novela de misterio en la que se reivindica la amistad y la convivencia, que está ambientada en un lugar muy especial por el que pulula un heterogéneo plantel de personajes y que me ha encantado.
Imagina un lugar lleno de encanto y de secretos, entre palmeras y buganvillas, oliendo a mimosas y a sarmientos ardiendo mientras se cocina una paella al aire libre, en un ambiente cálido y acogedor. Llena este edén de gente especial, variopinta y de distintas edades, formando una gran familia que tienen una convivencia forjada sobre los cimientos de la solidaridad y el compañerismo. Sitúa todo esto bajo el prisma exótico del Mediterráneo, donde siempre parece que es primavera, y entrégale las riendas del lugar a una famosa escritora nonagenaria, Sofía Walker. ¿Lo tienes todo? Pues ¡Bienvenido a Santa Rita! Un universo singular y tranquilo hasta que un giro del destino transformará su plácida cotidianidad con un crimen en el que todo el mundo será sospechoso...
Situada en 2017, esta novela nos va a trasladar hasta un lugar idílico, un remanso de paz situado en la costa de Alicante, que comenzó siendo un balneario, reconvertido luego en sanatorio para enfermas mentales y actualmente es el hogar de una prolífica escritora nonagenaria, de fama internacional, que firma sus obras con dos seudónimos: uno lo utiliza en sus novelas de corte detectivesco y el otro para las de género rosa con sutiles toques eróticos, con las que triunfó, sobre todo, en los años sesenta. Una mujer que ha disfrutado intensamente la vida y ahora la comparte con un nutrido y heterogéneo grupo de gente, todos con sus propias historias detrás.
Con una prosa envolvente y desprovista de toda retórica, una cadencia que comienza siendo pausada para dar tiempo a presentar a cada uno de sus personajes y que se torna algo más diligente conforme avanzamos en la lectura y se van desvelando las piezas de un complejo puzle, todo ello narrado por una voz en tercera persona, la autora ha recreado un universo singular, el retrato cautivador de una pequeña comunidad multigeneracional formada por jubilados, mujeres mayores y estudiantes de universidad. Todos ellos comprometidos y trabajando juntos por el bien común, arrimando el hombro para mejorar ese oasis de paz que es Santa Rita.
La novela cuenta con un vasto elenco de personajes, destacando los femeninos, que gozan de un mayor protagonismo y fuerza. Todos ellos creíbles y cercanos, vestidos de realidad. Además de Sofía, esa viejita arrolladora que brilla con luz propia, me ha parecido especialmente atrayente Candy, su secretaria. Una mujer madura, inteligente y sensata, el alma de Santa Rita. Ella y Robles, un policía jubilado, pueden dar mucho juego en próximas entregas. Sí, habéis leído bien, porque como nos desvela su autora al final del libro, habrá varias entregas más ambientadas en este lugar tan pintoresco y yo estaré deseando leerlos para desplazarme una vez más hasta este oasis de paz, al arrullo de las tórtolas, reencontrarme con sus personajes e ir descubriéndolos más a fondo, esos secretos y heridas que se empeñan en ocultar. También para echar con ellos otra partida al “Hombre lobo”, el juego estrella de la comunidad, mientras doy un paseo al atardecer entre palmeras y buganvillas, en ese ambiente cálido tan propio del Mediterráneo, bajo un cielo teñido de tonos rojos, violetas y carmesíes. Como habréis imaginado, yo también he sucumbido al embrujo de Santa Rita, una forma de vida, no un simple lugar.
Sintetizando: “Muerte en Santa Rita” es una novela coral con tintes de suspense, en la que se invita al lector a reflexionar sobre la culpa, la vejez, la enfermedad y la muerte, pero también sobre la vida compartida al cálido abrigo del Mediterráneo. La primera entrega de una futura trilogía que no puedes dejar pasar y que me ha encantado.


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