El efecto Frankenstein

Max conoce a Nora una noche en la que salvan a una niña. Él no recuerda nada y le han acuchillado varias veces, y lo más importante, está en otra época. En la actualidad y todo le es raro. Cuando empieza a recobrar la memoria, vuelve al lugar de donde salió, de una alacena y sin saber todavía porque, cuando entra vuelve a su época y Nora lo sigue, sin saber que el pasaje se cerrará y tendrán que buscar una forma para abrirlo y que ella no se quede ahí, en una época que no es suya.

A la vez, Viktor Frankenstein, amigo de Max, ha creado un monstruo, del que él mismo se asusta y huye, dejando a su creación sola.

Así que, Max tiene que averiguar quien lo quiere matar y porque y cuidar del monstruo que creó su amigo sin que cause ningún daño, a la vez que se va enamorando de Nora y ella de él.

Nora vive un montón de peripecias, incluso disfrazarse de hombre para hacer cosas que como mujer no se le están permitidas.

Max y Nora son unos personajes que cautivan y enamoran pero no me ha gustado nada que se hayan "enamorado" desde el primer momento.

Viktor es un personaje de lo más peculiar, pero a su manera, me ha encantado.

Michl y Sanne, sinceramente, me han parecido de lo más adorable, a pesar de todo lo que tienen que pasar, sobre todo, él.

Wolf, "El lobo", como lo suelen llamar, tiene una personalidad que os va a sorprender

Mathilde es un personaje del que se habla poco pero suficiente para entender lo que no se puede permitir en una relación, estés en el siglo que estés.

Johannes, un personaje que a pesar de todo lo que hace, no lo he entendido. Hasta me parece un chiste lo que hace.

Y un sin fin de personajes más, que sinceramente, os van a gustar.

El libro es entretenido y la pluma de la autora es ágil, lo que hace amena su historia y te logre enganchar.

Una historia que engancha desde el principio, esto es debido a la fuerza que tienen los personajes. Maximiliam, un joven del siglo XVIII que una noche aparece en 2019. En nuestra época, tendrá un encuentro con Nora. El viaje en el tiempo está garantizado: él viajará al siglo XXI, Nora lo hará al XVIII. Allí Nora nos demostrará que no todo era bonito en el siglo de las luces. Conoceremos la represión que sufría el género femenino y las marcadas diferencias entre las clases sociales. Novela con elementos de todos los géneros literario. Un homenaje al personaje creado por Mary Shelley.
Estamos ante una novela juvenil que desafían al lector y llevándole hasta otro tiempo, un tiempo en el que abundan las logias, los antiguos regímenes amagaban con caer y los científicos más atrevidos se entregaban a la experimentación con cadáveres.
La protagonista, Nora, tiene un carácter fuerte, independiente y seguro que debe vivir un tiempo en el siglo XVIII, vamos a ver a través de ella cuán diferente era la vida hace tres siglos, sobre todo, en lo relativo al papel de la mujer. Gracias a ella, conoceremos la vida sin móvil, sin música, sin cuarto de baño completo, sin derechos de la mujer... Una forma estupenda de adentrar a los jóvenes a esta época para que la entiendan un poco.
Maximiliam es el personaje masculino, un chico del siglo XVIII, con unas costumbres muy diferentes a Nora.
La relación de estos personajes se complementa con un buen número de personajes secundarios: Sanne, una criada con mucho arrojo, Wolf, un asesino a sueldo con ciertos valores morales; Johannes, un primo avaricioso y violento; la tía Charlotte con sus rígidas normas y un interesante ser al que Nora llama Frankie, del que todos tienen miedo menos una persona.
La novela es ágil y agradable de leer, con un vocabulario culto y una prosa muy cuidada, El ritmo es bastante desigual. En un principio todo se desencadena a una velocidad vertiginosa para luego estancarse, y volver a precipitarse y acabar con grandes saltos en el tiempo.
La documentación de Barceló sobre el siglo XVIII es minuciosa, y pone de manifiesto cuestiones que a menudo pasan desapercibidas en otras novelas históricas, como la falta de luz, la escasa higiene, la poca variedad de comida, la incomodidad de la ropa.
Nora y Max, protagonistas de la novela, nos harán vivir una trama intensa que conecta desde el inicio con la figura de Frankenstein, y que va a ir regalando al lector una sorpresa trans otra, pero siempre con un tono y una calidad literaria extraordinaria.

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Esta novela navega entre la novela de investigación y la fantasía y nos cuenta cómo Nora, una estudiante de medicina, se ve envuelta en una extraña trama con Max, un noble del siglo XVIII que ha viajado a la Ingolstadt del siglo XXI. Sin embargo, la historia se complica y Nora viajará con él de vuelta a su siglo, momento en el que conocerá a un joven Víctor Frankenstein. de este modo, tenemos servida la intriga, ya que tanto Nora como Max tendrán que descubrir qué ha hecho Víctor y darle solución.
De manera simultánea, además, podremos ver el día a día de este siglo a través del personaje de Nora en dos sentidos. Por una parte, como viajera en el tiempo Nora destacará las diferencias entre un siglo u otro, y, por otra parte, como mujer, adolecerá las dificultades que teníamos para desenvolvernos en él.
Aprender y pensar
Como vemos, por tanto, nos encontramos ante una novela que retoma el mito de Frankenstein para, a través de él, llevarnos a una revisión del siglo XVIII, a finales del cual comenzaría el proceso de cambio hacia la contemporaneidad. Sin embargo, este mito, aparte de ser el motor de la trama y el punto de incertidumbre y oscuridad, llegando a introducirnos en la novela gótica, nos servirá para que a través de la idea que sobrevuela del monstruo podamos plantearnos las inherencias que atribuimos a las personas.
Así, ni los buenos serán tan buenos ni los malos tan malos, sino que dependerá la perspectiva la que nos lleve a hacer tan declaración. En este sentido, la narración que une esos dos mundos, el nuestro contemporáneo y el dieciochesco, nos permite hacer una comparativa entre los dos en cuestiones como el trato a la mujer, las diferencias sociales, etcétera.
El modo
Pero para que todo esto funcione la autora nos ofrece un modo expositivo variado. Así junto a la narración tradicional en tercera persona, donde se incluye bastante de los sentimientos y puntos de vista de los personajes, se incorporan cartas, que agilizan la narración gracias a la fluidez y cercanía del estilo epistolar.
Sin embargo, en mi opinión, la obra peca un poco de sobreexposición, tanto narrativa, contando hechos completos que ya han sucedido y haciendo que la narración sea un poco pesada; como sobre la ambientación, en la que se introducen preguntas directas en los personajes o reflexiones para dar pie a una exposición objetiva y poco literaria sobre la época.
Entretenimiento mono
No obstante, más allá de este pequeño pero, creo que es una obra que se puede disfrutar mucho, sobre todo por lo que te hace preguntarte sobre la época. Además, creo que la protagonista femenina está a la altura, aunque el instalove sea muy evidente y conveniente para el objetivo, y sabe reivindicar su papel dentro de lo encorsetada que es la época.
Por su parte, la trama de misterio es entretenida, tiene sus toques de investigación, su cosa de misterio y sobrecogimiento, pero lo cierto es que el libro se centra en el contraste. Por ello, no esperéis que esto sea una reescritura de Frankenstein (que algo sí que tiene de), sino un libro que aprovecha el mito y lo pone de fondo.
Lo recomiendo porque es una lectura interesante, el estilo es fluido y la temática está muy bien desarrollada. Una juvenil, pero que nos hace pensar a todos. Espero que os guste.

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Dicen que El efecto Frankenstein (Edebé) es una novela juvenil, pero yo paso de los cuarenta y la he disfrutado mucho. Es cierto que es un libro en el que prima la acción y la búsqueda, pero deja caer algunas cuestiones sobre las que merece la pena reflexionar.
https://rociotizon.blogspot.com/2020/11/resena-de-el-efecto-frankenstein-de.html
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Con este libro, Elia Barceló quiere hacer un homenaje a Mary Shelley y su novela "Frankenstein", aunque con un toque de actualidad.
Es un libro juvenil, de lectura entretenida y muy bien narrado.
Lo recomiendo.

El libro comienza en el Siglo XXI en la ciudad de Ingolstadt (Alemania), donde estudia Medicina la joven Nora. Max, que es el otro protagonista de esta historia, aparece en una casa en ruinas en esa misma ciudad, lleno de cicatrices y sin saber ni como llego ni quién es.

Ambos se conocen al salvar a una niña de ahogarse en el Danubio. Es una noche especial, es una noche de carnaval y van vestidos de forma semejante aunque son de épocas muy distintas.

Este libro nos muestra a dos apasionados por la medicina, que además se entienden pero sus pensamientos son totalmente distintos.
Ella es de nuestra época y tiene unos derechos como mujer que hace 200 años no existían.
El no entiende algunas de las acciones y cosas que dice Nora.

Al ella atravesar el pasadizo en busca de Max queda atrapada en el año 1781, una época en la que la mujer apenas es considerada fuera del hogar.
Por lo que le toca aprender las costumbres de la época y vivir en ese tiempo ya que el pasadizo parece no volver a abrirse.

Juntos, vivirán muchas aventuras y conocerán a personajes famosos, que en esa época aún no son nadie, como a un músico que desde joven se le da genial tocar el piano, o a un estudiante de medicina que hace revivir la carne muerta,...

Y cuando piensan que todo ha llegado a su fin, parece que el destino les da otra oportunidad....

¿Quieres saber que ocurre? Pues consigue el libro y descúbrelo.
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El efecto Frankenstein fue Premio Edebé de Literatura Juvenil en 2019 y Premio Nacional de Literatura Juvenil en 2020.

Esta novela navega entre la novela policiaca y gótica y nos cuenta cómo Nora, una estudiante de medicina, se ve envuelta en una extraña trama con Max, un noble del siglo XVIII que ha viajado al siglo XXI. Sin embargo, la historia se complica y Nora viajará con él de vuelta a su siglo, momento en el que conocerá a un joven Víctor Frankenstein de este modo, tenemos servida la intriga, ya que tanto Nora como Max tendrán que descubrir qué ha hecho Víctor y darle solución.
De manera simultánea, además, podremos ver el día a día de este siglo a través del personaje de Nora en esta época.

Nos encontramos ante una novela que retoma el mito de Frankenstein para, a través de él, llevarnos a una revisión del siglo XVIII, a finales del cual comenzaría el proceso de cambio hacia la contemporaneidad. Sin embargo, este mito, aparte de ser el motor de la trama y el punto de incertidumbre y oscuridad, llegando a introducirnos en la novela gótica, nos servirá para que a través de la idea que sobrevuela del monstruo podamos plantearnos las inherencias que atribuimos a las personas de manera que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos sino que dependerá de la perspectiva.

En resumen, ha sido un libro que me ha gustado y que a pesar de no haber leído nunca a la autora y no ser un género que suela leer habitualmente lo recomendaría.

El personaje de Nora me pareció congruente consigo misma en todo momento: ni siquiera cuando su vida depende de cambiar sus convicciones lo hace, pues busca una alternativa para no traicionarse a sí misma. Max, por su parte, me pareció que siempre hizo un esfuerzo por vencer la educación que había recibido y estar a la altura de las circunstancias para defender a Nora cuando era preciso.



En cuanto a los personajes secundarios, obviamente hay que hablar de Frankie: no es la manera en la que se acostumbra representar al monstruo y las adecuaciones que le hizo la autora concuerdan completamente con la idea que fue desarrollando en la historia: ¿dónde radica el alma del ser humano? ¿Qué nos hace ser quienes somos: el cuerpo o el alma? Cuestiones que se irán desarrollando en la trama.



La representación que hace de las mujeres en la época es, por un lado, la tradicional con la familia de Max y por el otro el inicio del cambio con Sanne y la misma Nora: mujeres que buscan ser tratadas con el mismo respeto que se les da a los hombres.



Una novela muy recomendable para quienes hemos leído y disfrutado la obra de Mary Shelley y para quienes no la han leído, para que se les despierte la curiosidad por leerla.

Entretenido, sin más.