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Una historia de intriga contada por un narrador, en tres momentos: 1936, 1969 y la actualidad. Una famosa y talentosa pintora con la que me cuesta empatizar que antepone su libertad personal y sus caprichos a todo y todos. Con un estilo repetitivo, Barceló va narrando una historia, sin dejar nada a la imaginación del lector: una pareja que se cuenta los detalles de la boda, como si ellos no supieran la historia. Helena que cuestiona los coqueteos de su padre con el franquismo para hacer fortuna, pero que vive y reclama las rentas y que no cuestiona haberse llevado a su cuñado a la cama, mientras su hermana dormía en la habitación de al lado. Una defensa de la igualdad de la mujer- supongo que eso es lo que está de fondo- pero con una débil argumentación.
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