El silencio de las olas

En noviembre de 1983 una mujer es asesinada salvajemente en Santiago de Compostela delante de sus dos hijas pequeñas.

Años más tarde, en Madrid, Adela Roldán está felizmente casada y es madre de un hijo. Lo único que le inquieta es una pesadilla que se repite desde hace años en la que ve cómo una mujer es asesinada. Lo ve todo perfectamente, como si de una película se tratara. Una de esas noches consigue identificar el lugar donde ocurre todo: un pueblo gallego llamado Vilar de Fontao. Dispuesta a averiguar qué hay detrás de esa pesadilla, decide ir de vacaciones con su marido y su hijo. Lo que no sabe Adela es que va a descubrir que ella misma está implicada en una historia silenciada a través de los siglos y en un secreto tremendamente grande.

La novela no puede empezar mejor. El primer capítulo es de esos que encogen el corazón pero que, al mismo tiempo, suscitan el interés del lector quien ha de seguir leyendo para ver quién era esa mujer asesinada, quiénes sus asesinos, por qué la mataron y qué pasó con sus dos hijas.

A partir de ahí, asistiremos a una trama compleja, contada a diferentes niveles, por la que pululan un buen número de personas y, sobre todo, siete mujeres que tienen algo en común. Un gran secreto, un peligroso secreto, unirá a esas mujeres (algunas sin saberlo siquiera) y el lector tendrá que ir desgranando sus identidades y la relación entre ellas. La trama se mueve entre las diferentes mujeres dando lugar a varias subtramas, algunas con más importancia que otras. Las dos más importantes son, en mi opinión, la trama del presente (la protagonizada por Adela) que hace un poco de hilo conductor y la trama de Emilia, una joven sirvienta del Pazo de Altamira. Pero no son sólo ellas protagonistas, también lo serán mujeres anteriores a Emilia como su madre Cándida, la hija de los condes de Altamira Celia o la fallecida condesa Bernarda. Y también mujeres posteriores en el tiempo a Emilia. No os voy a hablar más de ellas porque el intríngulis de la novela es, precisamente, discernir quién es quién. Es una novela llena de secretos familiares, relaciones a esconder, hijos bastardos o secretos… Por eso, uno de los puntos más importantes es descubrir de qué mujer es hija cada una de las protagonistas y también de qué hombre pues casi todas ellas son en algún momento madre solteras. He de decir que he podido descubrir la identidad de todas ellas, su maternidad y en algunos casos también su paternidad. Y es que la autora nos dirige hacia ello, dándonos pistas para que podamos averiguarlo por nosotros mismos, implicándonos de esta manera en la historia.

La trama –o las tramas- me ha gustado muchísimo. Todo eso del pazo, los condes, las sirvientas, los arzobispos, las luchas de poder, la lucha de clases, los hijos secretos… me ha encantado. Siempre me han gustado los secretos familiares y éstos son la base de esta novela. Esos y otro secreto más grande aún que os dejaré a vosotros la oportunidad de descubrir.

La trama es buena y el desarrollo también pero si hay algo que caracteriza a esta novela es la prosa de la autora. Nadie diría que es una primera novela. La prosa de Ángela Banzas es cuidadísima, muy pulcra y estudiada. Su estilo es descriptivo. Es un libro en el que predomina la narración sobre el diálogo y, si bien he de reconocer que en algunas ocasiones peca de un exceso descriptivo que puede llegar a ralentizar el ritmo narrativo, también he de decir que no ha supuesto ningún óbice para que disfrutase de la lectura porque leer a Ángela ha sido un auténtico placer. No es un libro para leer con prisas sino para dedicarle tiempo, dejarse envolver por la bonita prosa de la autora y meterse de lleno en la historia, implicándose y tratando de adelantarse a los descubrimientos que, poco a poco, iremos haciendo. Pero que no sea un libro para leer con prisas, no significa que sea lento. Sin ser rápido, a mí me ha absorbido completamente y me ha resultado ameno, entretenido e intrigante.

Hasta el final. Un final que sé que no convence a todos pero que a mí sí me ha gustado. No es el que esperaba y no sé si es el mejor, pero me ha parecido razonable y me ha gustado cómo lo une a un hecho real que fue noticia hace unos años. Eso sí, deja abierta la posibilidad a una segunda novela que no sé si llegará a escribirse pero que, de hacerlo, tened por seguro que yo leeré.

Conclusión final

“El silencio de las olas” es una maravillosa opera prima. Una novela que nos lleva a Santiago de Compostela y a un pazo en la Costa da Morte a través de más de cien años de historia. Una novela de secretos familiares y de un secreto aún más grande que os invito a descubrir.
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